Capítulo 39. Se acabó

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Blake

Sábado.

No sé cómo actuar. No sé qué hacer para evitar este día. No calculo el terror que corre por mis venas en este momento.

Quiero cerrar los ojos y sentir que esto solo es un sueño. Quiero hacerlo, pero es imposible. Necesito hacerlo, pero es inevitable.

Me repito mil veces la misma frase, el mismo escape de la realidad, que hace que crea en mí, y en ese multiuniverso que probablemente no exista, pero que hay poca posibilidad de que me salve de este lío.

Blake, tú puedes. Acaba con él de una vez, necesitas vivir en paz.

Llevo sin dormir, exactamente, veinticuatro horas. No puedo si sé que en menos de un parpadeó voy a estar en una casa en medio de la nada, muerto.

Soy lo suficientemente inteligente como para saber que Señor T, quiere a Bella, y no a mí. Sé que me matará y que posiblemente, después, irá por Bella, pero hasta entonces puedo adelantarme, salvar a Bella y matarlo a él. Parece fácil, ¿verdad? No lo es.

¿Cómo puedo saber que mi plan sin planificación alguna dará resultado? Fácil repuesta: no lo sé. Solo confío en mí, en mi instinto y en Bella.

Necesito que ella se mantenga alejada de todo esto, no quiero que esto salpique su camino hacia la felicidad, hacia el futuro. Asimismo, si algo malo me pasara, sé que ella puede seguir sola. Sin ayuda de nadie. Lo sé, porque la conozco.

Sé que es valiente, fuerte y con el suficiente coraje para enfrentar a mil demonios si hace falta.

Estoy perdido en mis propios pensamientos. No percibo que Bella se a dormido, Galleta la acompaña y juntos se ven muy tiernos.

Alzo mi muñeca y miro el reloj, las cuatro y media. Me despido de ella con un beso en la frente, y la observo, autoconvenciéndome de que todo irá bien, y de que dentro de unas horas la volveré a ver. Quiero creerlo.

Cierro la puerta con cuidado y camino hasta el garaje. Quiero volver, necesito hacerlo.

Quiero ver crecer a mi hijo. Quiero casarme con Bella, verla vestida de blanco. Y quiero que nuestros sueños se cumplan juntos. Quiero ser feliz junto a ella.

Bella

No todo es lo que parece mi querido Blake.

Me hago la dormida, y siento como me da un beso en la frente antes de marcharse. Cuando cierra la puerta, abro rápidamente los ojos, y llamo por teléfono a Abby.

Ella y yo planificamos nuestro encuentro, y el plan días antes del encuentro.

Me espera en el garaje, lejos del coche de Blake, pero aún así puede verlo desde su posición, según me cuenta por teléfono.

Bajo por las escaleras, y entro en el coche. Blake ya a salido, y ahora lo seguimos. Se está haciendo de noche, con lo que nos será más fácil que no nos vea. Aunque nunca estoy convencida de mis pasos cuando se trata de Blake. Es inteligente y percibe las cosas que se le ocultan desde lejos.

Vemos, claramente, como se dirige al bosque. No recuerdo el camino, ya que, aquella vez iba medio inconsciente, pero me resulta muy siniestro y escalofriante. Además, no es el mismo que normalmente transcurría al ir a correr.

Blake se baja del coche, nosotras estamos a unos metros de él, escondidas detrás de unos árboles. Pero aún así, podemos verlo perfectamente. Se esconde su pistola detrás, y la cubre con la camiseta. Mira a los lados y camina hacia la casa. Lo pierdo de vista, ya que la rodea y se pierde en la oscuridad.

𝚂𝙴𝙰𝙼𝙾𝚂 𝚄𝙽𝙾 •2• ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora