Vida Cotidiana, parte 7

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Los días pasaron, y las vacaciones de invierno vinieron sin respuesta ninguna a nuestra nota de la Biblioteca de Detectives.

Tan pronto como llegaron las vacaciones, el dormitorio quedó completamente desierto. Todos habían vuelto con sus familias. Las vacaciones de invierno son relativamente cortas, por lo que muchas chicas se fueron a casa en el momento en que comenzaron las vacaciones.

Personalmente, no tenía ganas de ir a casa. Mis padres trabajan, por lo que no es como si una reunión familiar conmovedora me estuviera esperando si lo hiciera. No había realmente ninguna razón para ir.

Navidad en los dormitorios de nuevo, ¿huh—?

Me recosté en la cama, mirando al mismo techo de siempre. Y mientras lo hacía, la cara de Kyouko Kirigiri apareció en mi cabeza.

Me pregunto qué estará tramando... Debería haber conseguido su información de contacto. Me pregunto si tiene un teléfono móvil.

Me asaltó un pensamiento repentino. Si fuese a la Biblioteca de Detectives, ¿no podría encontrar su información de contacto? Cuanto más nuevo era el detective, más probable era que tuvieran esa información en su archivo. Después de todo, podrían aceptar trabajos más fácilmente de esa manera.

Corrí a la Biblioteca de Detectives.

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La Biblioteca de Detectives estaba tranquila como siempre, pero había más visitantes de lo normal. ¿Quizá más gente tenía problemas a finales del año?

"¿Tengo algún mensaje?" intenté preguntar a la persona detrás del mostrador, pero no tuve suerte.

Entonces, fui a revisar el archivo de Kyouko Kirigiri. El Observatorio Sirio ya estaba ahí en su registro sin retraso. Un número de teléfono estaba escrito en su currículum, así que lo copié y salí de la biblioteca.

Cuando volví a los dormitorios, la llamé. Pude escuchar la voz de un señor mayor a través del auricular.

"Sí... Hola.."

"Hola, soy Yui Samidare. Voy a la misma escuela que Kyouko Kirigiri. Kyouko-san fue una gran ayuda para mí antes..."

"Aahh, Yui Samidare, la detective, ¿verdad? Parece que tú fuiste una ayuda para mi nieta también."

"Oh, no, realmente se lo debo todo a ella."

"Ya veo, ya veo."

Este parecía su abuelo. ¿Había regresado a casa desde Los Ángeles?

"¿Está Kyouko-san disponible ahora mismo?"

"Te la pasaré ahora."

Y, ni un momento después, se escuchó la voz de Kyouko viniendo del receptor.

"¿Sí?"

"Ah, Kirigiri-chan."

"¿Yui-oneesama?"

"Sí, ¡ha pasado un tiempo!" Escuchar su voz de nuevo después de unos días fue un estimulante instantáneo.

"No creo ni que haya pasado una semana."

"Eso no importa. ¿Puedes venir al colegio pasado mañana?"

""Me sería posible llegar allí."

"Entonces nos vemos en la verja principal a las 7:00 p.m."

"La verja estará cerrada a esa hora."

"¡Pasado mañana no! ¿Oh? ¿Y por qué es eso, te preguntarás? ¡Solo tendrás que venir y descubrirlo! ¡No te lo pierdas! colgué antes de que pudiera responder.

Apuesto a que la confundí en ese momento. Me fui a la cama, imaginando la expresión de su rostro.

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La nieve vino y se fue durante el día. El cielo estaba cargado de gris y, sin embargo, hoy parecía el único día en que podría ser permisivo.

Me sostuve contra uno de los pilares de la verja principal del colegio, esperando a Kirigiri. Estaba a punto de ser las 7 p.m. Los pequeños copos de nieve reflejaban los faros de los coches que pasaban por la carretera frente a mí, iluminando el frío cielo nocturno. Mi respiración se quedó en el aire como una bocanada blanca después de que traté de calentar mis dedos helados.

Por fin, Kyouko Kirigiri cruzó la calle hacia mí. Apareció de la oscuridad nevada con un abrigo sobre su uniforme escolar normal.

"Perdón por llamarte tan tarde." La saludé mientras se acercaba a la verja.

"La respuesta es que hoy hay misa de Navidad," dijo Kirigiri, con las manos en los bolsillos de su abrigo. "Esa es la respuesta a tu anterior cuestionario telefónico. Como colgaste antes de que tuviese la oportunidad de responder, simplemente vine aquí para decírtelo. Bueno, me iré ahora." Se volvió y comenzó a regresar por donde ella había venido.

"¡Espera un minuto!"

"¿Qué?" Kirigiri se dio la vuelta. No había ningún cambio en su expresión. En todo caso, parecía incluso más antisocial de lo habitual.

"¿Puedes simplemente olvidarte de tu vida cotidiana por un día y venir conmigo en la mía?"

"¿—Qué quieres decir?"

"No te preocupes por ello," dije, agarrándola del brazo y tirando de ella a través de la verja.

Danganronpa Kirigiri (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora