XXXVIII.

89 14 6
                                    

- ¿Que desastre están haciendo aquí?

Solté apenas puse pie en la cocina. Todo el lugar estaba cubierto de harina, incluyendo los cocineros que me vieron como cachorros abandonados al segundo de notar mi presencia.

- ¿Pizza? -sonó más a duda que respuesta por parte de Killard.

- La harina va en la pizza, no en ustedes. -abrí mis brazos abarcando el espacio- O en la cocina.

- Lo limpiaremos. -Aseguró Lloyd.

- Claro que lo harán. -me acerqué a la encimera echando un vistazo a lo que hacían- ¿Que es eso?

Me costó un montón no reírme.

- La masa. -sonrió orgulloso Killard.

- Oh, ya veo. -puse mi mano en la boca ocultando mi sonrisa- ¿Por qué se ve...

- ¿Como potencial salmonella? -completó Howard.

- No, me refiero a que se ve... -mi mente estaba en blanco.

- ¿Asquerosa, diarreica, extraña? -habló nuevamente Howard llenando su boca de frituras.

Se tomó seriamente su trabajo de burlarse de ambos.

- Oye hombre, es trabajo honesto. -se quejó Killard.

- No comeré eso. -avisó y le enseñó la bolsa en su mano- Me quedo con las papas.

- ¿Y si mejor comemos algo sencillo? -solté- Un emparedado, no lo se, Tales tiene bastantes cosas de las que escoger.

Killard entrecerro sus ojos en mi dirección.

- ¿Si se ve mal?

- No es lo que estoy diciendo.

- No tienes que decirlo. -recogió el recipiente y botó el contenido en el basurero- Entiendo las indirectas.

Vi a Lloyd por un momento buscando ayuda, pero se encontraba entretenido sacudiendo la harina de su camisa.

- No se veía mal. -traté de hacerlo sentir mejor- Se veía, en parte, comestible.

- Dile eso a tu cabello. -atacó Killard.

Junte las cejas en confusión. ¿Que tenia que ver una cosa con la otra?

- ¿Perdón?

- Estas despeinada como el demonio. ¿Tuviste acción con Tales?

Parpadee procesando sus palabras y cuando se asentaron en mi cabeza me apresuré a acomodar mi cabello.

- Callate, Killard. -le di un golpe suave- No digas esa clase de cosas, no es correcto.

- Solo digo. -se encogió de hombros.

Noté los ojos de Lloyd sobre mi y lo ignore para seguir en la discusión con Killard.

- La madre de su hijo está en la sala. -baje mi tono de voz- Lo último que necesito es tener que soportar que crea que estoy con Tales.

- Bromeaba. -alcanzó un paño juntando la harina en la encimera despreocupado- No era en serio.

- Pues no creo que ella sepa diferenciar entre una broma y la verdad cuando se trata de Tales. Basta con las bromas ambiguas, ¿bien?

La puerta se abrió dando entrada a Gwen y Tales. Killard siguió con lo suyo sin dar una respuesta a mi petición, de igual forma Howard continuó atragantandose con las frituras y Lloyd aun me veía fijamente sin intenciones de parar en un tiempo cercano.

Proyecto HumbloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora