Capítulo 6

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Osaka.

-Otra –pronunció con la voz ronca. Notó como el mesero lo miraba confuso, de seguro sus murmullos solo eran incoherencias ahora.

¿Cuántos tragos había bebido? ¿Cuántas horas llevaba en aquel lugar?

-Quiero otra- musito más lentamente esperando ser entendido esta vez.

El mozo asintió y se alejó lentamente de Naruto.

-Mi vida es un asco –escupió las palabras mientras recordaba las que su padre había pronunciado hace unas horas.

En quiebra.

¡¿Cómo rayos podían estar en quiebra?!

Él jamás había tenido privaciones, si quería un juguete cuando niño: lo obtenía, si quería un carro cuando adolescente: lo compraba, si quería un departamento como adulto: lo poseía. Cualquier cosa que deseaba siempre había estado para él. Nunca había trabajado por lo que quería simplemente con solo decirlo aparecía frente a él.

No era magia, era el poder del dinero.

¿Cómo haría ahora?

Minato dijo que el dinero que él obtenía ya no llegaría. ¿Y ahora qué? ¿Se supone que debía conseguir un empleo?

El líquido amarillento se posó frente a él tambaleándose dentro del vaso, ni siquiera sabía qué era eso, había llegado pidiendo una bebida que lo hiciera olvidar... bien al parecer no estaba dando resultados.

-Disculpe, temo decirle que esa es su última bebida, ya vamos a cerrar.

-Bah, da igual. Esta porquería no me sirvió de mucho.

-¿Gusta que le pida un taxi, señor?

-No puedo pagarlo –sonrió de lado- me acabaré todo el dinero que me queda en estas bebidas.

Sacó su cartera entonces y derramó los billetes sobre la mesa. Apenas había alcanzado con lo que traía.

Salió de aquel lugar y entró a su auto, pisando el acelerador fuertemente, deseando dentro de sí chocar y morir para así no enfrentar su realidad.

* * *

Menma maldijo en voz baja, había conseguido el número de aquel hermoso chico en el café, pero después de analizarlo un poco se había dado cuenta que no sabía su nombre. ¿Cómo iba a llamarlo ahora?

Sería como: <<Hola chico al que derramé todo mi frappé, soy Menma ¿me recuerdas?>>

Que idiota que sonaba eso.

A menos que usara eso como ventaja y lo llamará esta noche diciendo: << Hey nene, no me dijiste tu nombre>>

Se retractó, eso también sonaba estúpido.

Había planeado llamarle esta misma noche e invitarlo a pasear al parque por la mañana, pero no se le ocurría cómo empezar la conversación, tal vez con algo simple como un <<Hola, soy Menma>> pero aun así tenía que recordar que él le había dado su teléfono para que le comprase una nueva camisa, no para salir con él.

Tal vez debería ingeniar un nuevo plan. Entró a la ducha preparándose para un baño largo. Quería borrar la mala primera impresión que había provocado en aquel chico de mirada rabiosa, pero ¿Cómo se hacía eso? Todo el mundo dice que la primera impresión es la que cuenta. No quería ser recordado por haberle empapado la camisa de café helado.

Minutos después salió con una toalla alrededor de sus caderas, goteando de pies a cabeza pero con la mente aún en blanco, fue cuando escuchó su celular vibrar y entonar una pegajosa canción mientras mostraba en pantalla la palabra: Mamá.

-¿Mamá, pasa algo?

-Pasa mucho, hijo.

-Ya lo sabes, ¿no es así?

-Naruto llamó pidiéndome ayuda, sabrás ya lo confusa que he quedado, se ha dado cuenta que yo no sabía nada y por lo mismo no podía hacer nada tampoco.

-No es tu deber, Naruto es un adulto, puede conseguir un trabajo, debió conseguirlo varios años atrás pero decidió vivir dependiendo de mi padre. Ya verás que papá tratará de arreglar todo eso de las deudas, ¿sí? Yo te enviaré de mi dinero también cuando me paguen.

-Es un alivio escuchar eso. ¿Te va bien por allá?

-De maravilla, conocí a un chico ayer.

-¿Un chico? ¿Qué pasó con Hinata?

-Lo nuestro terminó pocos meses después de mudarme a Tokio.

-¿Naruto lo sabe?

-No tiene por qué.

-Bien, y ¿cómo se llama el afortunado?

-La cosa graciosa es que aún no lo sé.

-Entonces espero que pronto lo averigües. Menma estaré esperando el dinero, ¿está bien? Te llamo mañana.

Colgó. Kushina no había cambiado mucho desde que él dejó Osaka al parecer.

Ya era hora de dormir, tenía que tener la mente descansada. Tenía un propósito para el día siguiente: Conseguir el nombre y una cita con aquel chico del café.

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¿Qué tal les pareció el capítulo? 

Muchas gracias por leer 

Hasta el próximo capítulo 

EL FARSANTE -NARUSASU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora