Capítulo 20

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-Espera un momento –pronunció mientras miraba a Sasuke intensamente- nene, ¿podrías dejarme solo un momento?

Él asintió, le dio un beso en la mejilla y se alejó a comprar helado.

-Habla –animó a seguir a su madre.

-No puedo decirte esto por celular Naruto, necesito que regreses a Osaka.

-¿Estás mal de la cabeza? ¿Te fumaste algo o...?

-No me faltes al respeto, Naruto. Sigo siendo tu madre. –lo reprendió.

-Tu nunca has sido una madre Kushina, me has tratado más como una mascota que como un hijo.

-No te pongas a reprocharme eso ahora, jovencito. Necesito que vuelvas lo más pronto posible.

-Estás loca si piensas que voy a volver, estoy en mi luna de miel, no voy a dejar a Sasuke solo.-gruñó.

-No tienes porqué dejarlo solo, puedes traerlo.

-Tampoco le voy a quitar su viaje, mucho menos el día de San Valentín.

-Oh Naruto, dime por favor que no te has encariñado con él –rogó.

-¿Y a ti qué si me he encariñado con él? –respondió a la defensiva. – Muy mi vida.

-¡Pero no seas estúpido, Naruto! Recuerda que no es tu vida, que es la vida de tu hermano.

-Mi hermano fue muy poco hombre para saber valorar lo que tenía con él.

-¿Y tú eres más hombre que él? Te recuerdo que estás engañando a un hombre solo para quedarte con su dinero. No te puedes enamorar.

-Yo no estoy...-dudó un poco- no debo estar enamorado, no puedo... lo conozco hace tres días.

-Eso no te impide nada, ¿te recuerdo que pasó con Hinata?

-Cállate-gritó-, no necesito que nadie me recuerde los errores que he cometido. Pero ese es mi pasado, madre. Y uno aprende a no cometer las mismas tonterías. No quiero enamorarme de Sasuke. Mi corazón ya no sabe qué se siente estar enamorado.

-Y por lo mismo puede confundirse... creer que es cariño cuando en realidad es algo más. –indagó Kushina.

-El corazón sirve para bombear sangre, no para sentir.

-Te quiero aquí, en Osaka. Tienes una semana. –dijo y después cortó la llamada.

-¿Kushina? ¿Kushina? ¡Maldita sea! ¡¿Cuál era el problema del que querías hablarme?!

Pero no recibió respuesta, volvió a guardar el celular en el bolsillo y bufó. Sus planes abarcaban un mes completo en Hawaii, ¿cómo le diría a Sasuke que se irían en una semana?

¿Y si viajaba él solo? No quería tener que volver a lidiar con la fobia de Sasuke. Pero si lo pensaba bien... no podía imaginarse viajando sin Sasuke a su lado.

-¿Pasa algo malo?- él había aparecido frente a él con dos paletas de chocolate heladas en las manos.

Sí, pasaba algo muy malo, pero él no sabía qué.

-Nada, nene –puso su brazo alrededor de él, acercándolo.- Indicaciones del trabajo... Me están enviando a Osaka.

-Oh –murmuró Sasuke, evidentemente decepcionado- ¿Te irás?

-Será por unos días solamente, tenemos una semana juntos aún, y cuando vuelva te compensaré todos los días perdidos, te llenaré de besos, abrazos y caricias. Podemos empezar por adelantado si lo deseas...

Sasuke soltó una carcajada mientras se acurrucaba más hacía él.

-¿Volverás con un nuevo perfume y color de cabello? ¿Y mágicamente aparecerán tus lunares de nuevo? –preguntó juguetonamente.

-No, al menos que así lo quieras tú...

-En realidad, me gusta mucho como te ves así. –Naruto dio un mordisco a su paleta y después besó a su esposo calentando el chocolate en sus bocas.

-Te amo –susurró Sasuke cuando se separaron.

Naruto tomó la cámara y apuntó hacía él mientras tomaba una foto, por alguna razón quería recordar ese momento: sus labios rosados y húmedos... cubiertos con gotitas de chocolate pronunciando que lo amaba, sus mejillas rojas, su sonrisa grande y sus ojos brillantes ¿así era como él lo miraba a él? ¿Cómo un cachorrito que busca hogar? Debía hacer muy bien su trabajo si podía fingir una mirada como esa... Por qué la fingía, ¿verdad?

¿Algún día lograría responderle cuando Sasuke decía que lo amaba? Quisiera poder hacerlo, deseaba decirle que él sentía lo mismo... pero si lo hacía se sentiría como una bolsa de basura fétida y podrida, empezaba a pensar que en realidad lo era ¿Cómo podía estar engañando a una persona tan tierna y dulce como lo era él? No quería mentirle más de lo que ya lo hacía... si algún día le decía que lo amaba sería porque era verdad y porque él ya sabría que él era Naruto y no Menma, y aún no era el momento para eso.

Se acercó a Sasuke de nuevo y lo volvió a besar, debía aprovechar cada día de esta semana con él, tenía ese presentimiento en la boca del estómago... el problema del que hablaba su madre tenía que ver con el regreso de Menma a la ciudad.

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Muchas gracias por leer 

Hasta el próximo capítulo 



EL FARSANTE -NARUSASU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora