EL FARSANTE -NARUSASU-

Capítulo 73

Sasuke empieza a sollozar fuerte y esconde la cara entre sus brazos al escuchar un quejido de parte de Naruto, pero no se atreve a mirar, teme que si lo hace vea el cuerpo de su prometido tirado en el suelo, con la mirada perdida y sangre emanando de alguna parte vital en su organismo.

-¿¡Qué mierda fue eso Hinata?! –escucha y no puede creer que sea su voz.

-Fue una prueba de que no estoy jugando. La pistola está cargada.

Sasuke levanta la mirada con los ojos hinchados de lágrimas; parte por el golpe y parte por el hecho de que creyó que su novio agonizaba muerto. Pero no, Naruto sigue recto con los hombros derechos demostrándole a Hinata que no le teme, pero cuando le da una mirada a Sasuke su fuerza se descompone tantito y Hinata nota eso.

-Él es el punto, ¿no? Él es tú punto débil.

El rubio hace un leve movimiento afirmativo con la cabeza, Naruto lo ve cansado, pero recobra un poco de vida cuando escucha las sirenas de los coches. Y se arriesga a deslizarse en un salto junto a Sasuke cubriéndolo con su cuerpo, cuando por fin lo siente contra su espalda da un suspiro y le toma la mano acariciándola, tratando de calmar a Sasuke. Algo le raspa el dedo y se da cuenta que ha estado pasando la palma sobre el anillo de compromiso que le dio apenas hace algunos días.

Iban a estar bien, iban a salir vivos, vivos para poder casarse y ser felices. Las sirenas cada vez sonaban más cerca.

-¿Q-qué pa-p-pasó? –tartamudeó él en su oído. Había escuchado como Hinata le disparaba a Naruto y ahora él estaba ahí, vivo, fuerte, protegiéndolo.

-El disparo fue al aire, nene. No estoy herido –susurró- ¿tú estás bien? Los niños...

-Me duele –dijo.

Tomo sus manos y las puso en su vientre, patadas, patadas y más patadas. Ellos tenían miedo, él tenía miedo, Sasuke también. Pero es cuando los autos policiacos doblan en la esquina y Hinata estalla en furia.

-Ya no más jueguitos, Uchiha –murmura sin ninguna vacilación.- Es todo o nada, es vida o muerte.

Todo es rápido pero en la vista de Sasuke pasa como en cámara lenta.

La bala sale disparada del arma, provocando ese sonido tan no-familiar y terrorífico que hace que los huesos de Sasuke tiemblen, iba a morir.

Empezó una plegaria mental, y una pregunta rondó por su cerebro, ¿Qué pensaban sus padres mientras caían del avión? ¿Qué pasaba por sus mentes? ¿Él, Itachi, Sai, Obito? ¿Acaso habían pensado en los cuatro hijos que dejaban? En ese momento lo único que pasaba por la mente de él era Naruto y sus bebés, ¡Hinata iba a matarlo a él y a sus hijos!

Pero siente el cuerpo de Naruto apretarlo, y luego una sombra un poco más allá. El terreno empieza a llenarse de policías que con velocidad inmovilizan a Hinata y la esposan, ella grita con fuerzas un nombre pero a Sasuke le punza la cabeza y los oídos y no puede identificar nada bien.

Sabe que está vivo, sabe que sus hijos están bien. Pero ya no siente el calor de Naruto a su lado. Alguien se había entrometido para salvarlo, alguien había recibido la bala por él.

Cierra los ojos con fuerza, pidiéndose calma y atención.

Capta rápidamente un gemido alto, y ve el cuerpo tirado en el suelo con un charco de sangre formándose a su alrededor.

Tal como lo había imaginado antes.

-¡No! –chilla y con pocas fuerzas logra levantarse, se siente mareado.

Un paramédico se acerca como otros tantos lo hacen unos metros más allá con el herido. Pero no se lo pueden llevar sin que él hable antes con él.