Capítulo 33

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-Claro, ven pasa, podemos hablar en donde antes era mi habitación –con sus manos aún entrelazadas Naruto lo acerca a un lado suyo, conteniendo las ganas de besarlo, mira a Hinata que los ve con ojos grandes.- Ustedes dos... ¿ya se conocieron?

-Sasuke estaba en la puerta –murmuró Hinata- no lo querían dejar pasar porque no tenía cita, les mentí a los de la puerta y les dije que venía conmigo.

-Claro, había olvidado que vivías aquí. –dice él.

-¿Cómo encontraste la mansión?, solo te había dado la dirección de mi casa.

-Es impresionante cuantas personas conocen a la familia Namikaze en Osaka –sonrió dulcemente.- Pronto encontré a alguien que me dio las indicaciones para llegar.

-Sí –Naruto carraspeó- Nuestros hoteles fueron muy importantes en algún tiempo.

-Lo siguen siendo –corrigió Hinata.

-¿Vienes a ver a mi madre? –le preguntó.

-No, como ya has dicho... yo vivo aquí –ella caminó hasta donde era su habitación y cerró de un portazo.

-Ella es muy amable –dijo Sasuke.

-Aún no la conoces bien.

-Me dijo que era la esposa de Naruto...

-Ex esposa –corrigió- se separaron ya hace más de 2 años y él ya no la ama.

Sasuke inclinó los hombros mientras levantaba su mochila, Naruto lo ayudó y se dirigieron a la vieja habitación de él.

-Bonita –aduló Sasuke al ver las rayas blancas y azules y los balones de fútbol. -¿Juegas? –él asintió.

-Con mi abuelo, cuando viajaba a Londres.

-¿Qué pasó con él? Me dijiste que se habían distanciado. -Naruto miró su cuarto, la verdadera razón del distanciamiento era Hinata, cuando su abuelo se había enterado que se casaría con ella, se había enojado con él y al final se habían peleado. Naruto se había arrepentido tanto cuando se enteró después de la clase de persona que era su esposa, pero aun no era lo suficientemente valiente como para ir y pedirle perdón a su abuelo. No podía contarle eso a Sasuke.

-Primero dime cómo llegaste aquí, dijiste que querías hablar conmigo...

El pelinegro se inclinó para besarlo y se dio cuenta que Menma era el hermano que tenía los lunares junto al ojo, también podía divisar uno en su cuello, ¿los tenía ahí antes? Los únicos que recordaba eran los de la oreja... y esos seguían sin aparecer.

Juntaron sus labios y Naruto introdujo su lengua a la boca de Sasuke, probando su dulce sabor, esa adictiva sensación que era rozar sus delicados labios y oler su sensual aroma, cayeron sobre la cama y empezó a acariciar las caderas de él.

-Te he extrañado muchísimo–murmuró entre besos.

Sasuke empezó a desabotonar su camisa y a acariciar su duro abdomen, gimió cuando él lo cargó y frotó su pelvis contra la de él. Naruto se alejó de sus labios y empezó a formar un camino de húmedos besos sobre su cuello, mordió el lóbulo de su oreja y después se encargó de hacer un buen chupetón debajo de su barbilla, mañana tendría una marca, eso era seguro.

Sasuke se encargó de quitar su camisa, pero entonces un recuerdo se apoderó de la mente de Naruto, hace pocas horas había despertado desnudo con su ex mujer, ahora novia de su hermano, que estaba en coma. Se separó.

-No sabes lo feliz que estoy de verte, Sasuke.

Sasuke frunció el ceño, un poco confundido del frío corte de pasión -¿No quieres estar conmigo? –preguntó evidentemente herido.

Naruto cerró los ojos, se moría por volver a sentir su piel pero sería un asco de persona si le hiciera el amor después de haberse acostado con otra persona.

-¿Tienes la más remota idea de cuánto te deseo, amor? Pero no creo que este sea el lugar adecuado.

-De acuerdo –sonrió él mientras ambos se volvían a acomodar sus respectivas camisas.

-¿A qué has venido, Sasuke? Te has arriesgado a estar sobre un avión, solo. Debe ser algo importante.

-Me tomé varias pastillas somníferas antes, todo el vuelo estuve dormido. Yo solo quería estar junto a ti en tu cumpleaños.

Naruto inclinó su cabeza poniendo sus frentes juntas y besó levemente su nariz haciendo a Sasuke sonrojar.

-Eres hermoso.-Le dijo.

-¿Por qué Hinata está viviendo aquí?

Inventa una excusa, se exigió Naruto. No podía decirle que Menma... o más bien Naruto estaba en coma.

-Están fumigando su casa –respondió él naturalmente.- No tiene otro lugar en donde quedarse.

-Pero no entiendo... ya no forma parte de esta familia, ¿por qué la aceptarían?

-Sigue llevándose bien con mi madre -mintió.

-Ella es muy bella, entiendo porque Naruto quedó flechado por ella –Y era cierto. Sasuke había quedado impactado al encontrarse con una diablita sensual, con piel de porcelana y cabello negro, ahora que lo analizaba bien, parecía Blanca Nieves. Su piel no tenía ninguna imperfección, o al menos los pequeños espacios que Sasuke pudo ver eran perfectos y sus ojos, era como mirar a una serpiente, era una mirada enigmática, venenosa pero hipnotizante, nunca había visto ojos tan claros en su vida.

-Sasuke, ¿en serio quieres hablar de Hinata? –preguntó Naruto, incómodo.

-No, perdón. ¿Ella no te cae bien, verdad? Pareciera que la odiaras...

-No confío en ella, mi amor. Tú tampoco deberías hacerlo.

Él asintió y Naruto volvió a besarlo.

-¿Te gustaría conocer a mi madre?

-Me encantaría.

-Bien –dice mientras lo abraza y lo guía hacia el salón donde siempre habla con Kushina.

-No estoy seguro de agradarle –murmura él, tímido.

-La cautivaras –Naruto acarició su mejilla y le da un corto beso- Justo como me has cautivado a mí.

Sasuke sonrió.

–Te amo.

-Te amo. –musitó, siendo totalmente honesto, por primera vez.

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Muchas gracias por leer 😊

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EL FARSANTE -NARUSASU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora