Capítulo 45

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Tokio.

Un día después.

Ellos entran silenciosamente, esforzándose en no hacer ruido para que Sasuke no despierte.

-Quiero que me digas qué sucede –susurró Naruto, había llegado hace menos de una hora a Tokio, y lo único que deseaba era saber qué estaba ocurriendo.

-No sé si es correcto que yo lo haga, más bien no, no es correcto –dijo- solo quiero pedirte, Naruto, que no lo decepciones, si no te gusta la noticia, solo... apóyalo, ¿sí? No te conozco, y tengo una mala imagen de ti en mi cabeza, pero sé que tal vez en el fondo eres bueno, no lo lastimes.

El rubio frunció el ceño.

-No entiendo, quiero saber qué pasa.

-Sí, pero es mejor que Sasuke sea el que te lo diga.

-¿Él está dormido? –Itachi asintió.- Puedo... ¿Puedo pasar a verlo?

-Sí, pero no lo despiertes, necesita descansar. Su habitación es esa –apuntó una pequeña puerta al fondo.

-¿Siempre ha vivido contigo?

-No, él tiene un departamento por el centro de la ciudad, ayer me dijo que no quería estar solo.

-En un momento regreso –dijo y caminó hacia la puerta señalada, giró la perilla lentamente y se encontró frente a él, a un hermoso hombre durmiendo, se veía diferente. Tal vez era porque estaba dormido...

Se hincó a su lado y empezó a admirar cada parte de él, sus delgados labios rosados que moría por besar, las largas pestañas que adornaban sus ojos y que temblaban levemente por su sueño, su pequeña nariz refinada y ese hermoso cabello negro.

-Perdóname, Sasuke. Perdóname por favor. –susurró mientras tomaba un mechón de su cabello y lo ponía detrás de su oreja, lentamente. No quería interrumpir su sueño.

Había sido tan tonto.

<<Cuando amas a alguien, perdonas todos sus errores. >>

¿Sería capaz de perdonarlo alguna vez? ¿Lo amaba?

Él había dicho que amaba a Menma... pero eso era demasiado doloroso como para ser cierto.

Sinceramente él tampoco creía que alguien como Sasuke se enamorara tan rápido como él lo hacía.

-Te amo –murmuró y sintió como él empezaba a retorcerse en la cama, salió rápidamente de la habitación.

Itachi lo miró, esperando algo.

-Creo que empezó a sentir mi presencia, por eso salí. No lo he despertado –le explicó.

-Perfecto –musitó- ¿Quieres desayunar?

Naruto sacudió la cabeza –Ya he comido en el avión, pero te aceptaría un café. Necesito despertar.

-La comida del avión es horrible, ¿seguro que no quieres ni siquiera un cereal?

-No, de verdad, solo café.

Unos pasos se pudieron escuchar detrás de ellos y fue cuando la atmósfera quedó tensa.

-Itachi puedes por favor dejar de hacer tanto ruido, es muy molesto, necesito... -dejó de hablar al instante en que vio quien estaba frente a él.

Naruto. ¿Qué hacía aquí?

-Na-Naruto –tartamudeó.- Tú... -un fuerte mareo tomó su cuerpo y tuvo que sostenerse de la pared.

-Sasuke... –Naruto se levantó y se dirigió hacia él.

-¡No! –Dijo- No te me acerques.

Las náuseas fueron insoportables y Sasuke tuvo que correr al baño y encerrarse, Naruto e Itachi lo siguieron.

Su hermano trató de abrir la puerta, pero él había puesto el seguro.- Sasuke abre.

-¿Por qué lo llamaste? –gritó. -¡¿Por qué?!

-¿Está enfermo? –preguntó el rubio después de oírlo vomitar.

-Sasuke, se razonable, él merece saber qué está sucediendo.

-¡No! Tú debiste haber respetado mi decisión de mantenerlo en secreto, ¿cómo conseguiste contactarlo?

-Me diste tu teléfono y él estaba en tus contactos.

Sasuke gimió- Soy tan estúpido.

-No, amor, no lo eres. Nene, sal de ahí, por favor, quiero hablar contigo –suplicó Naruto- ¿Qué tienes, Sasuke? Dime...

-No –escucharon cómo empezó a llorar.

-Amor, estoy aquí. No me voy a ir a ningún lado. Te amo, Sasuke. Haré todo lo que esté en mi poder para protegerte. No puedo imaginar mi vida sin ti. –Le dijo- No importa que tan grave sea ese problema, siempre estaré a tu lado, siempre.

-Mentiroso –sollozó.

-Voy a buscar la llave –susurró Itachi y Naruto asintió.

-Ven conmigo, bonito. Quiero abrazarte.

-¿Y quién quiere mis caricias ahora, Naruto o Menma?

Naruto se inclinó sobre la puerta –Naruto. Naruto es el que quiere besarte y abrazarte y hacerte el hombre más feliz del mundo.

-Lo único que ha hecho Naruto Namikaze es arruinar mi vida.

Un quejido salió ahora de los labios de Naruto.- Sasuke, te adoro, por favor solo dime que está pasando.

- ¿Fue divertido jugar con mis sentimientos?

Él suspiró- Dios, Sasuke ¡no! Estoy arrepentido y te amo.

-Tengo la llave –murmuró Itachi, mientras empezaba a forcejear con la cerradura, por fin la pudo abrir, Sasuke estaba sobre sus rodillas y con la cabeza gacha. –Hermanito...

-Yo confiaba en ti, Itachi. ¿Por qué hiciste esto?

-Sasuke díselo –exigió él.

-Sasuke -Naruto se hincó a la altura de Sasuke- dímelo, nene.

-Te irás, huirás lejos. No me amas.

-Mírate- le dijo acariciando su mejilla- eres hermoso incluso cuando lloras, ¿Cómo no voy a amarte?

Él sollozó más –Me dejarás solo.

Él negó con su cabeza.- Jamás. Siempre estaré a tu lado.

Sasuke volteó a verlo con las pupilas húmedas, él tenía la cara afligida y preocupada, lucía tan apuesto como siempre.

-Estoy esperando un hijo tuyo, Naruto –y se echó a llorar.

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Muchas gracias por leer 😊

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EL FARSANTE -NARUSASU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora