Para Bakugou el silencio era algo preciado, algo que podías gozar al no tener que soportar habladurías de gente que sólo soltaba estupideces, de llantos que nunca parecían tener fin, o de tontos suspiros de gente que tenía mierda en el cerebro. En definitiva, él siempre adoro el hermoso y muy preciado silencio, quien lo ayudaba siempre a estar tranquilo y calmado, más teniendo ese temperamento que fácil se salía de control.
Claro que siempre ha pensado así, hasta ahora claro. Estar frente a sus padres, en lo que era el despacho de su padre Masaru, en un silencio que para ese momento se torno pesado eh incómodo. Aunque, ¿quien podía culparlo? Nadie, y si lo hacían, simplemente los moleria a golpes.
--Dime que esto es una jodida y muy asquerosa mentira -- expresó con el ceño más fruncido de lo normal, mientras veía a su padre, quien estaba sentado frente a esa hermosa mesa que ocupaba para escritorio cuando regresaba del trabajo y tenía que terminar algún pendiente sencillo.
--Calmate mocoso -- de inmediato intervino Mitsuki, la madre del rubio cenizo. Quien para ese momento parecía que iba a sujetar la silla donde estaba sentado, para aventarla a la pared más cercana y que está de hiciera trizas.
--¿Calmarme? -- pregunto con tono sarcástico, hasta que reventó todo lo que estaba guardando desde que llegó a su casa y fue llamado para ir al despacho de su padre y saber la tan puta y jodida noticia --¡Como putas me puedo calmar! -- se levantó de donde estaba y golpeó con puño cerrado aquel estante lleno de libros, los cuales cayeron por los golpes dados al mueble sin cesar. --¡Como mierda deciden eso por mi! -- dejó lo que estaba haciendo y encaró a su madre, quien seguía en su mismo lugar, sin mostrar arrepentimiento alguno, algo que molesto más a Katsuki --¡No pienso casarme, por una mierda! -- Juro en ese momento, algo que molesto a la señora de la casa.
--¡No puedo creer que seas tan maldito mal agradecido Katsuki! -- exclamó ya muy enojada, sin dejar de ver esos ojos carmín tan frente a ella. Logrando así una batalla de fuerza de voluntad entre madre eh hijo, ninguno con la intención de ceder.
--¡No me vengas con esas mierdas, bruja, no fue mi puta culpa que el viejo haya sido tan imbécil como para dejarse estafar por mierdas! -- eso fue todo lo que dijo antes de sentir como su rostro fue golpeado por una gran cachetada dada por su madre, quien no se arrepintió por lo que hizo.
--Tu padre ha echo hasta lo imposible para que nosotros jamás pasaramos por necesidad, sacrificando tanto de su esfuerzo y salud sólo para que gozaramos de una muy buena y comoda vida. Y ahora que se te pide ayuda, ¿lo único que haces es decir que no? si que eres un maldito mala agradecido Katsuki -- pronunció muy enojada. Haciendo que el silencio reinara de nuevo, algo que Masaru rompió al pararse de su lugar eh intervenir.
-- Se que esto es mucho para ti hijo, y más cuando aprecias tu libertad. Pero realmente ir a prisión no me afecta en lo absoluto -- esa palabra hizo que los vellos de la piel de ambos rubios se erizara con sólo pensar de ver al castaño con ropa de reo y en una prisión llena de la peor escoria de la sociedad -- lo que más temo es que todo por lo que he luchado y deseado que alguna vez sea tuyo, se vaya a la basura por no poder recuperarla del Banco. Te pido esto porque se que no estas enamorado de nadie, además si no te enamoras de la hija o hijo de mi amigo, o viceversa, ambos estamos dispuesto a dejar que se divorcien, sin afectar nuestro pacto --. No terminó de hablar, cuando Mitsuki intervino.
--Algo muy conveniente mocoso, porque si realmente en esos dos años de matrimonio no te enamoras del mocoso o mocosa, podrás tener tu libertad de nuevo para hacer lo que quieras, ayudando que tu padre por el momento no entre en prisión o pierda todo lo que con años de esfuerzo ha logrado --. Las palabras que agregó, dejaron a Katsuki pensando que realmente no había nada que perder.
Si aceptaba el compromiso, su padre podría pagar las deudas que tenía con los bancos y recuperar las empresas, además de evitar ir a prisión, algo injusto al no ser él el culpable.
--Solo tengo una duda, ¿por qué dices, hija o hijo?...¿Acaso no conoces lo que tu amigo tuvo? --.
Cuando Masaru escucho eso, sonrió de una manera nerviosa y desvió un tanto apenado el rostro.
-- Lo que pasa es que no lo veo desde que se mudó a América cuando aún era joven, y para ese entonces ni él ni yo nos habíamos casado. Pero hace menos de 6 meses lo encontré de casualidad en un evento de caridad y hablamos, fue ahí cuando le explique mi situación y el accedió a ayudarme, sólo con la condición de que te casaras con su bebé -- expresó recordando todo lo que habían hablado.
--¿Bebé?..¡¿Acaso es un puto pañaludo con quien me comprometiste?! -- grito colerico al imaginar que tendría que cambiar pañales, que puto asco.
--¡Claro que no! -- aclaró de inmediato Masaru al imaginar a un pequeño ser al lado de su muy ya adulto hijo. -- Lo que pasa es que él me dijo que su bebé al entrar a la pubertad, ha estado siendo acosado y rodeado por personas que le quieren quitar su inocencia y virtud. Por eso ha decidido que se casé contigo antes que alguien malicioso oh interesado en la fortuna que tiene en sus manos, se atreva a tocarlo y lastimarlo -- aclaró, sintiendo un poco de pena por su amigo.
-- Eso significa que puede ser una mujer o un Doncel -- hablo Mitsuki al pensar si era atractivo o linda la futura pareja de su hijo.
-- Lo que sea, cuando veré a la bastarda -- expresó un poco cansado de andar diciendo un él o ella. Así que sólo pensó en una "ella" y ya.
-- El llegará con su hija en 3 semanas de América y en una cena se conocerán y una semana después será la boda --. Expresó Masaru, adoptando la idea de que sería una nuera.
Apesar de ser poco tiempo, Bakugou no dijo nada más, y más al saber que los minutos para que su padre fuera a prisión estaban contados. Así que sin hacer berrinche soltó un gran suspiro pesado, aguantando su mala suerte.
-- Esta bien, entonces hasta mañana viejos -- y sin decir más, salió del despacho y camino rumbo a la salida de la mansión.
Dejando al matrimonio Bakugou un poco más relajados, al saber que su único y terco hijo, había aceptado ayudarlos. Aunque irritados al no encontrar otra manera de resolver tal problema.
[....]
--Oye pelos de mierda, ¿donde dices que está ese puto antro que van a inaugurar? --. Pregunto por teléfono antes de su subir a su auto y perderse en la oscuridad.
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Aquí el primer cap, bueno, soy masoquista lo admito, y más por tener varios fics en proceso y yo aquí jajajaja.Gracias por leerme.
Nos leemos
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MI JODIDO COMPROMISO
RandomLa amabilidad se paga de muchas maneras, unas de manera buena y otras no tantas, al menos eso lo sabe Masaru Bakugou, quien por confiar en sus empleados de hace muchos años, estos le pagaron de una manera horrible. Le robaron una gran cantidad de di...