todo claro

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Flavio

Al despertar noto un olor conocido, ni si quiera he abierto los ojos y sé que se trata de Samantha quien está en mi cama. No sé en que momento se metió en mi cama, pero lo hizo. Abro los ojos y la veo dormida junto a mi con todos sus pelos en la cara, los aparto con cuidado y la miro durante unos segundos. Este momento podría durar una eternidad y no me quejaría en absoluto porque mirarla es una de esas cosas de las que nunca te cansarías de hacer.

Uno de sus brazos rodea mi cintura a modo de abrazo, desearía abrazarla en este momento y quedarme toda la mañana, pero no puedo y no solo porque tenga conservatorio, sino porque no puedo seguir haciendo esto. Me encuentro a mi mismo perdido y estoy completamente perdido en ella, más de lo que me gustaría, más de lo que llegué a pensar que estaría porque supongo que siempre supe que lo iba hacer, siempre supe que era imposible no caer en ella. Es imposible no querer más de ella, es una necesidad sana que se vuelve insana porque no la puedo tener.

Es ella la que se mueve y se acurruca a mi lo que me veo obligado acunarla en mis brazos, al menos por unos momentos antes de tener que levantarme, quiero saborear esos últimos minutos. Cierro los ojos y me impregno de su olor al mismo tiempo que voy sintiendo su respiración, es una sensación tan agradable que nunca nadie desearía que se acabara. ¿Quién desearía terminar un momento en el que te sientes en paz? Nadie en su sano juicio lo querría, por eso no quiero levantarme de esta cama, no quiero separarme de ella. No quiero tener que decir adiós a su olor aunque sea por una horas, quiero que estos momentos de paz duren siempre... pero nunca nada dura para siempre, algunas cosas simplemente se vuelven recuerdo y otras desaparecen, terminan y no vuelven... así sé que este momento no va volver porque cada momento es único... puede haber otros, pero no como este y siento ser así de reflexivo, pero siento que tengo que saborear cada segundo con ella porque puede ser el último.

Acaricio su cara con mi mano suavemente y beso su mejilla con cuidado de que no se despierte, lo hago tan suave que dudo que lo haya notado. Me levanto de la cama con el mismo cuidado y la tapo bien, por un momento creo que se a despertado, pero solo se estaba moviendo para cambiarse de postura. La miro unos segundos más y sé que es momento de irme.

La mañana trascurre con normalidad, sin ningún inconveniente, la misma rutina de siempre, mucha practica, mucha teoría y sobretodo mucha música, algo de lo que no me quejo en absoluto.

No me apetece nada ir a casa en este momento, sé que tengo una conservación pendiente con Samantha y probablemente ella también lo sepa... pero no sé si estoy preparado para esa conservación o si es lo correcto, ya he perdido la noción de lo que es correcto y de lo que no, solo me baso en lo que yo creo, pero no puedo ser objetivo porque me ciega muchas cosas. Estoy perdido porque no encuentro respuestas a todo lo que siento en este momento, tanto que he empezado a escribir canciones que nadie nunca escuchará o leerá... escribir canciones es de esas cosas que suelo hacer cuando siento que debo soltar todo lo que siento y pienso y solo mi hermana y Bruno han podido escuchar o leer algo... ellos dicen que lo hago bastante bien, pero yo creo que simplemente lo dicen porque es lo que se suele decir y ya está. El caso es que esas letras hablan de ella y me encuentro a mi mismo en un punto sin salida del cual no sé salir... por eso, creo que esa conversación es lo mejor para mi y para ella. No puedo seguir encerrado en el mismo punto y seguir cayendo.

Como solo en cualquier lugar para evitar llegar a casa... ayer no sabía ni como mirarla, no sabía como actuar y ella... ella actuaba como si nada hubiera pasado, como si ese fin de semana no hubiera pasado nunca y me buscaba, buscaba mi calor y yo no puedo negarme a ello, no puedo porque la necesito, porque mi cuerpo la busca casi sin quererlo y busca perderse entre su abrazo. Quizás ese sea el problema... que la necesito y eso me lleva a pensar en todo lo que siento, en lo que sentí con ella esos días y en todos... esos días en los que un crush ya no es una palabra para definir lo que siento por ella, eso era inocente, platónico... lo de ahora no sé si lleva nombre, solo sé que ella ocupa la mayor parte de mis pensamientos y que quiero compartir mi día con ella, contarle que me pasa, lo que deseo, todo aquello que se me ocurre por la cabeza... quiero compartir con ella momentos en los que hablemos de todo y de nada, quiero ver las pelis buenas y las pelis malas con ella mientras... quiero hacerle el amor en cualquier lugar y olvidarnos que existe un mundo fuera que nos reclama responsabilidades, un mundo en el que no hay lugar para que estemos juntos. No hay lugar para nosotros más allá de lo que somos, dos personas que se han pasado jugando con fuego y se han quemado, al menos yo lo hice... ella actúa como si no y quizás eso sea lo que más me duele... que siga buscándome como si nada.

DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora