Flavio
Abro los ojos e inmediatamente noto un fuerte dolor de cabeza que me impide mantener los ojos abiertos, la luz que entra por la ventana me molesta considerablemente. No vuelvo a beber nunca más, en este momento siento que tengo un tambor en la cabeza sonando constantemente.
En seguida me doy cuenta que no estoy solo, me muevo un poco e intento abrir mis ojos. Samantha. No es otra más que ella durmiendo a mi lado, me gustaría saber en que momento llegó a mi cama. Intento recordar que pasó ayer y solo me vienen pequeños flashes que no sé ordenar, solo sé que estaba con Gèrard y luego me trajo a casa y estaba con Samantha, pero no recuerdo nada claro. Pienso en que le habré dicho para que esté aquí, para que se quedara. No me apetece pensar en este momento, la cabeza me va a estallar si sigo haciéndolo.
Siento como ella se mueve y vuelve su cuerpo hacía mi, sigue dormida, tan bonita como siempre, tan calmada. No sé que voy a decirle cuando se despierte, no sé que va a decirme cuando lo haga, ¿me dirá algo o simplemente se irá? ¿estará enfadada? No, si lo estuviese se hubiera ido. No sé que espera de mi al despertar, no sé que espera que le diga porque no sé... en mi cabeza tengo flashes de estar hablando con ella y repetir su nombre cientos de veces, que vergüenza. No debí de haber bebido tanto, de lo contrarío ahora no tendría que estar descifrando que fue lo que dije o no dije, supongo que cuando esté menos dormido y con menos resaca me acordaré de algo más, aunque no sé si quiero acordarme.
La miro y coloco bien la manta para que ambos estemos tapados, ya que hace bastante frio. Mi mano rosa brevemente su mano y está helada, mierda la manta es demasiado fina como para dormir solo con eso. A riesgo de que sea una locura, porque lo es, envuelvo mis brazos alrededor de ella para darle un poco de calor, con cuidado de que no se despierte. Ella reacciona rápidamente a mí y se mueve inconscientemente pegándose más a mí y envolviéndome con sus brazos, haciendo que su cara esté hundida en mi cuello. La he echado tanto de menos que no puedo no quedarme, no quiero moverme de aquí, quiero quedarme con ella y sentir por que por un segundo todo está bien.
No sé que le habré dicho, solo sé que está aquí, conmigo, ahora y no quiero que acabe este momento. Cierro los ojos con intención de volver a dormirme y que se pase este dolor de cabeza, pero no consigo dormir... estoy tratando de recordar que le dije, lo ultimo que se me viene a la mente es decirle que se quedara, ¿se quedó porque yo se lo pedí? En ese momento que estoy sumergido en mis pensamientos noto que se despierta, supongo que el momento no puede durar eternamente.
- Hace frio – la escucho decir en mi cuello con voz de dormida. Me sorprende que sea lo primero que diga porque hubiera esperado que al despertarse se hubiera ido, no la culparía si lo hubiera hecho, el caso es que no quiero que se vaya. Froto mis manos por sus espalda y brazo para intentar entrar en calor, a su vez también subo la manta y nos tapo la cabeza para que el calor se concentre en nosotros.
- ¿Mejor? – pregunto y me da miedo hablar por si mi voz o cualquier cosa que diga hace que quiera irse. Quiero disfrutar un poco más de este momento, de ella.
- Un poco – se mueve para adoptar una postura más cómoda sin dejar de estar abraza a mí, esta vez su cara no está en mi cuello, sino mirándome de frente. Mis ojos se encuentran con los suyos bajo la oscuridad de aquella manta. Nos quedamos así no sé por cuanto tiempo, como si nos estuviéramos diciendo todo con la mirada, aquello que no decimos en voz alta.
Su frente se choca con la mía y puedo notar como su cuerpo ha entrado en calor, pero ninguno se mueve de esta posición, al contrarío, nos aferramos más al otro casi por inercia, con movimientos involuntarios a los que mi cuerpo y el suyo están acostumbrados hacer cuando estamos juntos. Siento su respiración y sé que está tranquila porque noto sus latidos justo en mi pecho y asumo que ella también siente los mío con la misma calma porque a pesar de ser todo confuso, de no sabe que decir después de esto, en este momento todo es perfecto.

ESTÁS LEYENDO
Diferente
Fanfiction¿Sabes cuándo conoces a una persona la mayor parte de tu vida y un día de pronto todo cambia? Todo cambia en el buen sentido, todo se vuelve diferente porque así es como es el ser humano tras madurar, tras vivir experiencias, no volvemos diferente.