Flavio
- En ese caso, déjame explorarte de a poco, sin prisas – digo y me acerco a su boca lentamente. Capturo sus labios con toda la suavidad que puedo y me separo de ella lentamente.
No esperaba que el día terminase de la forma que ha terminado y mucho menos me veía a mi mismo aceptando este juego propuesto por Samantha. Soy consciente de que es un callejón sin salida del que no puedo salir y no si quiera me planteo salir... es como si corriese, pero siempre está ella.
Cuando mi hermana me dijo que Samantha había quedado con su ex lo primero que pensé fue que ya todo había llegado a su fin, lo esperaría, sé que quedar con alguien no significa nada y, de hecho, me quedó claro que no lo hizo... pero en ese momento mi cabeza reproduje un millón de escenarios y se le vino otro millón de inseguridades. Por eso, cuando llegó a casa, estaba esperando tener esa conversación, la conversación de terminarlo todo, pero me encontré con todo lo contrario.
Miro sus ojos azules y no digo nada, solo me quedo ahí, mirándola, hay algo diferente en su mirada, pero no sabría decir exactamente qué. Así como noto que algo ha cambiado, por supuesto que lo ha hecho, mi cabeza no ha dejado de pensar desde aquella conversación con Bruno y me pregunto si ella lo ha hablado con alguien... me gustaría saber que piensa, pero supongo que es mejor no saberlo, quizá no me guste saber que piensa. Quizá es mejor así, jugar y divertirnos hasta el punto que siento que me estoy quemando.
Me levanto del sofá con ella en brazos y vamos la llevo hacía su habitación, podría ser la mía perfectamente, pero en su cama hay mucho más especio para prácticamente todo y más cuando pretendo estudiar cada centímetro de ella. Todas las veces que hemos estado juntos han sido momentos de pura calentura, pura pasión, donde la suavidad brillaba por su ausencia, ninguno buscábamos eso y eso lo hace aún más divertido porque es lo que es. Solo una de las veces fue lenta... esa vez fue distinta a todas las veces, pero no le di mucha más importancia, supongo que no siempre te apetece tener sexo a lo bestia. Esta vez será diferente a todas esas, incluso aquella que fue lenta.
Me pidió que fingiéramos ser pareja y no sé bien como hacerlo, no sé que espera ella que haga, no quiero ser una decepción, aunque todo sea un juego... por eso, la única manera que se me ocurre es hacerle el amor detenidamente, estudiarla, sentirla y que me sienta, como si fuéramos dos enamorados que buscan el calor de sus cuerpos.
La dejo caer lentamente en la cama y ella mira esperando mi siguiente movimiento. Yo me quedo de pie y la miro, es simplemente preciosa, siempre lo ha sido y solo puedo pensar en ese niño de once años tembloroso porque la mejor amiga de su hermana se quedó a dormir en su casa, ese niño que se ponía nervioso cada vez que le hablaba porque tenía un estúpido crush desde el momento que tuvo consciencia para tenerlo, ni si quiera recuerdo como fue, quizás todo empezará como un juego de niños hasta llegar a entender más de ello... hasta llegar a este momento donde ya no estoy tan seguro que ese crush exista, sino que se ha convertido en otra cosa porque ya no soy ese niño de once años, ahora todo es diferente.
Me acerco a ella y quito su ropa con delicadeza, ella intenta tomar el control y deshacerse de mi camiseta, pero la detengo y la miro esperando que entienda que este es mi momento, luego ella tendrá el suyo si quiere para hacerlo nuestro.
Observo su cuerpo desnudo y aunque lo he visto más de una vez me doy cuenta de lo maravilloso que es, sus tatuajes, sus lunares donde puedes perderte como si de constelaciones se tratase, es simplemente fascinante. Ella me mira y noto confusión en su mirada mezclada con frustración porque no la dejo hacer nada.
Me detengo en sus tatuajes, esos que tantas veces he visto y que he dibujado en mi mente e incluso alguna que otra vez con la yema de mis dedos, pero esta vez estoy tomando más detalles de aquellas tintas tatuadas en su blanca piel. Esos tatuajes que guardan recuerdos, momentos de su vida en los que pensó que era buena idea marcar palabras o figuras en su piel, la mayoría de ellos guardan un significado y recuerdo cada uno de ellos porque ella me habló de ellos... algunos recuerdo cuando se los hizo y como yo la miraba totalmente fascinado, ese niño que un día la miró sentado en el sofá, ahora está estudiando cada uno de ellos, memorizándolo como si no lo hubiese hecho nunca.
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Diferente
Фанфик¿Sabes cuándo conoces a una persona la mayor parte de tu vida y un día de pronto todo cambia? Todo cambia en el buen sentido, todo se vuelve diferente porque así es como es el ser humano tras madurar, tras vivir experiencias, no volvemos diferente.