Samantha
Ha pasado una semana desde que Flavio llegó a casa borracho. Una semana y aún no me he atrevido a mirarlo a la cara. Siento que me hago pequeñita si lo hago, no sé que decirle, como actuar... él tampoco me ha dicho nada. Confieso que he estado evitándolo porque solo deseo que la tierra me trague. No sé si todo lo que dijo era verdad, si lo es me gustaría escucharlo de su boca, pero creo que no estoy preparada para ello. ¿Qué se supone que debo de decirle? Si para él no es fácil, para mí tampoco lo es. Estaba segura aquel día de hacerlo, de decirle que quizás podríamos darnos una oportunidad de ver que hay entre nosotros, pero no me dio a hacerlo, eso hace que ahora esté un poco más cerrada en mi, cosa que se que no es bueno.
Nos hemos cruzado un par de veces por la casa, pero intento no salir de mi habitación en horas que sé que él va estar fuera. Para mi suerte estos días he tenido bastante lio con el poemario. Le presenté a María todo lo que tenía escrito, que no era poco y me dijo que breves podíamos hablar de una tercera publicación. En mi opinión no creo que sean tan buenos, son una mezcla de todo un poco, de amor, de desamor, de ansiedad, de soledad... hablan de mí, de la vida y sobretodo, hay algunos que hablan de él, como no... dudo en si debería publicarlos, pero no llevan su nombre en ningún lado, nadie sabría que hablo de él al menos que me conozca. María, que sabe de lo que hablo dice que no debo de descartarlos porque son parte de mí y a la gente le va gustar leer esa parte mía, eso dice ella, no estoy tan segura. Así que esta semana me he la he pasado escribiendo algunas ideas que he tenido en mente y pasándoselas a María en el momento. También hemos hablado de como me gustaría que fuese la portada y como me gustaría titularlo, creo que todavía es pronto, hay mucho que editar y trabajar hasta ese momento, pero estoy emocionada de que esté mi trabajo esté tomando forma, a pesar de que dije que me lo tomaría con calma... así de intensa soy.
Hoy, sábado me ha llamado Javy, me propuso de ir a tomar algo, sin ninguna intención y menos mal porque no estoy en condición para tener alguna intención con alguien en este momento. No sé si algún día lo mío con Flavio va funcionar, si será algo más que esto que somos ahora, nada. La cosa cambia porque si dijo la verdad aquella noche, es reciproco, pero tiene miedo, miedo a estar conmigo y yo no puedo hacer nada con eso, no puedo obligarle a nada.
- ¿Has quedado con Javy? – pregunta Maialen poniéndose su abrigo a punto de irse a casa de Bruno. Hemos estado toda la mañana juntas cocinando galletas y viendo películas random de Netflix, Flavio no salió de su habitación, se pasó toda la mañana con su piano y agradezco no haber tenido ningún momento incomodo con él.
- Si, vamos a tomar algo y charlar un rato – digo levantándome del sofá para darle un abrazo de despedida a mi amiga
- ¿Estás segura? – asiento con la cabeza - ¿Y el chico este con el que tenías algo? ¿no te ha vuelto a llamar?
- Es complicado – se separo de ella y me encojo de hombros – no sé si hay oportunidad para nosotros, la verdad, creo que lo que fue, ya fue
- No digas eso, con lo que te brillan los ojos cuando hablas de él – comenta mi amiga y empiezo a sentir calor en mi rostro
- Bueno, no todo depende de mi, hay cosas que no están destinadas a ser – suspiro – pero no pasa nada
- Pues yo creo que si alguien hace que te brillen los ojos y sientas esa magia que no sientes con nadie más, es por algo
- Duró lo que tuvo que durar, ya está – digo sin muchas ganas de seguir con el tema, realmente no me apetece seguir hablando de esto con ella... si supiese que está hablando de su propio hermano
- Si tu lo dices, no voy a meterme. Espero que te vaya bien con Javy, luego me escribes que tal fue
- Saluda a Bruno de mi parte

ESTÁS LEYENDO
Diferente
Fanfiction¿Sabes cuándo conoces a una persona la mayor parte de tu vida y un día de pronto todo cambia? Todo cambia en el buen sentido, todo se vuelve diferente porque así es como es el ser humano tras madurar, tras vivir experiencias, no volvemos diferente.