a ti

3.1K 144 22
                                    

Samantha

Froto mis manos para intentar entrar en calor. No sé en que momento he pensado que era buena idea levantarme temprano para ir a comprar churros, lo peor es que me dejé convencer por Flavio y ahora estamos los dos en la cola esperando a que sea nuestro turno. Nunca he sido una persona de madrugar y mucho menos cuando estamos a cinco grados a las nueve de la mañana un sábado. Le culparía de estar aquí pasando frio y sueño, pero la verdad que la idea de los churros fue mía, aunque parte de mí esperaba que fuese él a tráelos y no ir yo con él, le pareció buena idea desayunar fuera y pasear. Me dejé convencer con unos cuantos besos, a veces soy muy débil y más a sus besos.

Ha pasado dos semanas desde que estamos en este descubrimiento hacía donde vamos, las cosas van bastante bien, no siento que estemos forzando nada, al contrario, todo es natural. Ni siquiera dormimos juntos todas las noches, cosa de la que no me quejaría en absoluto, pero cada uno tiene su espacio y me parece perfecto. Eso si, no dormir juntos no significa que no venga a mi cama cada mañana antes de irse para despedirse, lo hace con tanta delicadeza que no puedo enfadarme con él por haberme despertado, al contrario, me gustaría que se quedara en la cama conmigo, pero las responsabilidades están siempre primero.

Puedo decir que nunca imaginé que las cosas iban a ir tan bien, se que es muy poco tiempo para saber si funciona de verdad, pero por ahora va todo más que bien. Es como estar en una nube todo el tiempo, no es como cuando fingíamos que solo éramos amigos y no pasaba nada entre nosotros, ahora hay otra sensación en el ambiente, actuamos como queremos hacerlo, al menos yo lo hago. No me da miedo decirle cualquier cosa o besarle en cualquier momento, es lo que somos, sin etiquetas, pero con compromiso y me parece perfecto que por ahora todo sea así. Es muy fácil hablar con él, contarle cualquier cosa, estar con él es fácil, lo difícil fue encajarnos para llegar a este momento. Lo difícil será cuando tengamos que manejar nuestros miedos, porque asumo que en algún momento tendremos que enfrentarnos a situaciones que nos haga explotar individualmente, pero confío en que vamos a saber entendernos, aprender el uno del otro, al fin y al cabo, de eso se trata. No puedes tener una relación con alguien si no estás dispuesta a entender a esa persona, a aprender de ella, a escucharla, apoyarla, a dejar atrás ciertos pensamientos y ponernos en el lugar del otro, confiar en esa persona plenamente, creo que solo así se consigue una buena relación. No basta solo con querer a esa persona, o tener atracción física, hay que tener un balance de todo y hacerlo bien.

Es la primera vez que me siento segura de algo, aunque no sepa bien a donde vamos o como, confío mucho en este que estamos creando, confío porque quiero hacerlo y porque de verdad creo que puede llegar a ser algo muy bueno a largo plazo, es algo que siente o que no y yo lo siento. Todo esto es diferente a mis otras relaciones, siento que siempre ha ido todo muy rápido, forzando una relación con alguien del que no estaba enamorada y cuando creía estarlo esa persona se iba, me dejaba porque la cosa no funcionaba, siento que todo eso tuvo que pasar hasta llegar a Flavio, una persona que siempre ha estado en mi vida, el destino es así de caprichoso. Me alegro que todo me haya llevado hasta él de alguna forma, pero no me gusta la parte que dejó en mi, esa parte llena de inseguridades al nivel de estar con alguien... tener miedo a que no se queden es algo que cargo en mi, supongo que es inevitable sentirlo cuando alguien te importa mucho.

Mis pensamientos son interrumpidos por el brazo de Flavio envolviéndome y acercándome a él para dejar un beso en mi mejilla.

-       Madre mía, tienes los labios congelados – le digo arreglándole la bufanda para que se abrigue mejor – Es que vas un poco desabrigado

-       Tampoco hace tanto frio – comenta él riéndose

-       ¿Cómo que no? Estamos a cinco grados, me estoy congelado aquí – me quejo y meto mis manos en sus bolsillos y abrazándolo al mismo tiempo buscando un poco de calor humano

DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora