Capítulo 24

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Capítulo 24

Amelia POV

Mi madre llegó al local que se ha convirtió en el punto de encuentro desde que me aleje de mi Padre. Devoción siempre busco la manera de que nosotros nos reconciliáramos, pero la terquedad de Tomas Ledesma era conocidos por todos y yo herede parte de ella.

Se le veía bastante contenta cuando llegó y me extraño porque esa actitud desde hace tiempo no acompañaba a mi madre.

-Hola Hija... que alegría verte- levantándose para darme un largo abrazo.

-Yo también me alegro de verte, Madre- Besando sus manos cariñosamente.

-Ay Amelia qué bueno que llamaste, yo estaba a punto de hacerlo estos días- comentó sentándose y pidiendo al camarero que se acercara a nosotros - ¿Has comido?-

-No, pienso pedir algo sencillo- tenia hambre, pero los nervios no iban a dejar que comiera algo pesado.

-¿y para que me ibas a llamar?- pregunté luego de ordenar al Camarero la comida y dos cafés.

-Amelia, estoy tan emocionada que no sé como contártelo- los ojos de mi madre brillaban de felicidad - Tu Padre al fin ha entendido que esta mal y acepta que eres Lesbiana- mi corazón se detuvo por unos segundos.

-No te entiendo, ¿Tomas que?- anonadada, no podía creer lo que estaba escuchando.

-Amelia, tu Padre ha cambiado desde la última vez que arrestaron a tu hermano. Ya no lo apoya como antes y lo ha obligado a trabajar en una tienda de un amigo, es la condición si es quiere seguir viviendo en nuestra casa - explico.

-Ya era hora que le exigieran a mi hermano responsabilidades - reproche en voz alta sin darme cuenta.

-Lo sé, Cariño. Hemos malcriado a tu hermano y es culpa de ambos- aceptando sus error.

-Pero Armando ha cambiado mucho y lo digo enserio. Se ha alejado de sus amigos y ha conocido una chavala que creo que lo tiene enamorado porque ahora todo lo que hace es para impresionarla a ella. - en ese momento llegó el camarero con los cafés - ¿Te acuerdas de Alma la hija de vecino del tercero?-

- Sí, me acuerdo- claro que me acordaba era una chica muy maja y muy guapa que era un pan de dios, que ha ayuda a sus padres en una tienda de relojes que los últimos años no había ido muy bien.

-Pues Armando esta loco por ella y tú sabes que esa chica es muy buena y ayudado mucho a tu hermano- Solo pedía que todo los que esta explicando fuera verdad.

-Entiendo y me alegro por Armando, pero ¿Qué tiene que ver esto con que ahora Tomas me acepta?- Quería que me explicara el supuesto cambio de mi Padre.

-Es tu padre, deja de decirle Tomas- me regaño como siempre lo hacia.

-Vale, pero puedes explicarme- le pedí o mejor dicho le suplique.

-Que tu Hermano ha hablado con el y le ha hecho ver que tu sigues siendo su Amelia, la misma niña que prefería que su padre le leyera un cuento antes que yo, la misma que se dormía en sus brazos mientras estábamos en reuniones familiares, la misma que le hizo el hombre más orgulloso porque ganó el premio de matemáticas en la escuela, la misma que cuando se graduó de la universidad lo hizo llorar de la emoción y la misma por la que lloro semanas cuando se fue de casa - había comenzado a llorar con las palabras de mi madre, mi padre y yo habíamos sido muy cercano y cuando nos peleamos se me rompió el corazón. - Escúchame Amelia, sé que tienes que hablar con el y que no es fácil de olvidar todo lo que ha pasado, pero te juro que esta vez es diferente. Se arrepiente por todo lo que te hizo. -

Amor IntesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora