Capítulo 13

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Capítulo 13

Luisita POV

La intensidad del beso iba en aumento y no tenia intenciones de alejarme de ella, pero Amelia tenia más cordura que yo.

-Luisita la reunión- separándose de mí.

-¡Joder!- me quejé, ella rió por mi reacción - ¿Van estar todos?- acariciando su mejilla.

-Si- confirmando la asistencia de todos los jefes del departamento.

-Luego de la reunión necesito hablar contigo, va haber cambios en la empresa- ella se sorprendió - y ven conmigo a la reunión, quiero que estes al tanto de todo - vi que su cuerpo se tenso un poco, pero no le le di importancia.

Me separé de ella para acomodar mis cosas y dirigirme a la dichosa reunión.

Durante la reunión todo corrió sin ningún problema y al igual que Amelia les avise que iban a ocurrir cambios en Industrias Gómez, algunos se pusieron nerviosos y los tranquilice dejando claro que nadie iba a perder su puesto.

Cuando regresé a la oficina mi hermano Manolín entró sonriendo más de los normal.

-Te ligas a Amelia y me entero por María... pensé que era tu hermano favorito- actuando con un hombre herido.

-¡Qué dramático te pones aveces, tío!- Poniendo mis ojos en blanco, aguantando la risa.

-¿Dramático? Fui el primero en hablarte de Amelia y así me lo pagas- No pude más y reí por su drama.

-No hay duda que eres hijo de Marcelino Gómez- nunca entendería porque los hombres de mi familia eran tan exagerados.

-¿Me vas a contar? O voy donde Amelia y le preguntó a ella - amenazando y dirigiéndose hacia la puerta.

-MANOLIN- grité rápidamente, sabia que era capaz.

Él se voltio hacia mí y se sentó en el borde del escritorio esperando que comenzara hablar.

-Me encanta, todo de ella me encanta- confesé

-¡Qué fuerte!- Emocionado- Te entiendo, esa mujer es espectacular-

-Cuidado con tus pensamientos- Le di un pequeño golpe en la pierna.

-Luisi que yo la vi primero y hasta lo intente, pero fue un fracaso- confesó.

-Muero por saber qué paso- él negó con el dedo mientras se reía.

-¡Jamas!...Y no pierdas el tiempo preguntándole a Amelia porque ella me prometio que nunca se lo diría a nadie - aseguró.

-Manuel... cuéntame- le exigí, moría de curiosidad por saber.

-No ¡NO!, prefiero irme sin saber qué ha pasado entre ustedes dos que contar esa historia - note que iba ser en vano seguir insistiendo, pero le preguntaría Amelia después.

-Venga, cuéntame mejor tu...¿Qué ha pasado?- ansioso por saber.

-No hemos besado- no quise dar más detalles. Tenia confianza con él, pero nunca hablamos de sexo de manera explicita.

-¡Goooool...Gracias querida hermana- celebrando demasiado.

-¿Me puedes explicar?- al no entender su reacción.

-Acabo de ganar la apuesta- yo lo miro incrédula - Leonor y yo apostamos, yo decía que en menos de 1 mes ibas a caer en las redes de Amelia y Leonor dijo que en 2 meses - contó emocionado.

-Madre mía, cuando van a dejar de hacer esas estupideces- todavía no entendía el afán de Leonor, Maria y Manolin de apostar por todo.

-Jo, sabes que nos encanta... Ademas, gracias a ti, Leonor me va comprar una edición especial de cómics Marvel que quería hace tiempo.- comentó feliz.

-Por cierto, ¿ya hablaste con ella?- refiriéndose a los cambios que voy hacer, toda la familia estaba al tanto y estaba de acuerdo.

-No... iba hacerlo luego de la reunión -

-Lo hará bien- estaba de acuerdo con él.

Estuve hablando con Manolin un rato. Tan pronto salió de mi oficina y llamé Amelia por teléfono.

-Luisita- contestó

-Amelia, creo que no te he dicho que te ves preciosa hoy- coqueteando con ella.

-Tu también estas preciosa- hablando bajito.

-Quiero confesarte algo...anoche soñé contigo- utilizando mi tono seductor, escuche como respiro.

-¿y qué soñaste?- entrando en el mi juego.

-Estábamos en mi apartamento celebrando que conseguimos un contrato importante ,cuando  me sentaste en el sofá y comenzaste a bailar para mí...tan sensual que moría por tocarte, pero por una extraña razón no podía moverme.

-¿me querías tocar o me quieres tocar?- susurró provocándome.

-Amelia, no me provoques- advertí, ella rió.

-Tu comenzaste- se defendió y tenia razón.

-Prepárate vamos a ir a comer- le avisé.

—-

Llegamos a un restaurante de comida tailandesa que estaba cerca de las oficinas, ordenamos rápidamente, ambas  teníamos mucha hambre.

-Amelia, quiero hablar contigo- observé que se puso nerviosa.

-¿todo bien?- preguntó confusa

-Si, esta todo bien- me acerco a ella y le di un beso corto, ella se tranquilizó.

-Quiero ofrecerte algo... Quiero que dejes de ser mi secretaria - abrió los ojos sorprendida.

-Pero...- comenzó a decir, pero la interrumpí.

-Escúchame, Quiero que dejes de ser mi secretaria porque quiero que sea mi asesora de finanzas- Amelia se quedo boquiabierta.

-¿Hablas enserio?-

-Si...Necesito alguien como tú, eres demasiado buena con los números, conoces todas las ramas de la compañía y confío en ti - le dije con sinceridad.

-Me tomas por sorpresa, Luisita-

- Me encantaria poder tenerte a mi lado todo el tiempo, pero sé que mereces este puesto- tomándole de la mano.

-Gracias Luisita...No me lo puedo cree- sonriendo emocionada.

le devolví la sonrisa- ¿Eso significa que aceptas?-

-Si, acepto- contestó contenta.

-Perfecto-

Durante la comida le conté cuál iba hacer sus funciones de ahora en adelante, tuvimos que volver a la oficina porque tenia una cita con Clara para comenzar a coordinar la fiesta de aniversario de la compañía que era en 1 mes.

Subíamos en el ascensor con un grupo de empleados, el silencio era incomodo, al parecer nadie quería hablar frente a la Jefa. Vi cómo uno de los chicos le daba una mirada al cuerpo de Amelia y me sorprendí de lo mucho que me molestaba...¿En qué momento me había convertido en una mujer celosa?

Tan pronto quedamos solas aproveche para arrime a ella por la espalda.

-No me gustó como te miró ese chico- ella se giró y me coloco sus manos en mi cuello.

-El mira y tu tocas- me beso suave haciéndome temblar por el contacto, la agarre de la cintura para apretarla hacia mí.

-Hoy te quiero en mi cama...desnuda- susurré en sus labios ante de reclamar su boca con la mía. No estaba segura si ahora era una mujer celosa o posesiva, pero sí estaba clara que ella no la iba compartir con nadie.

Amor IntesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora