Amor Inteso

Capítulo 5

Capítulo 5

Amelia POV

Madrid, 6:30pm

-Estamos listos para despegar- interrumpió diciendo la Azafata

-¡Joder!- Escuche como Luisita maldecía por la interrupción, yo por mi parte miraba por la ventana tratando de calma mis respiración, mi cuerpo estaba temblando por el deseo, quería que Luisita continuara tocándome y explorando cada parte de mi cuerpo, pero había olvidado completamente que estábamos acompañadas.

Yo sabia que Luisita me gustaba, pero había sentido algo diferente, ella me acaba de excitar con tan solo tocarme con sus dedos. La miré y vi que tenia los ojos cerrados tratando de controlarse al igual que yo, comenzaba a creer lo que Ana había dicho sobre qué yo le gustaba.

El despegue fue bastante rápido y sin problemas. Comencé a recordar lo que paso hace un momento, reí solo de pensar lo que pudo haber pasado si la azafata no nos interrumpiera, Luisita me miró con curiosidad

-¿De que te ríes? - preguntó con una sonrisa como si supiera que estaba pensando. Yo decidí jugar un poco y mordí mi labio inferior, quería ver cómo reaccionaba. Ella en un movimiento rápido se levantó y se acercó al punto que nuestras bocas estaban peligrosamente muy cercas 

- Amelia, si lo que quieres es provocarme lo estas consiguiendo- susurró mirándome con deseo

-Luisita ¿Yo te gustó?- pregunté, necesitaba escucharla, me agarró de la mano y me llevó para la partes de atrás de el avión a una habitación, cerró la puerta y me empotró contra ella

-Amelia, desde que te vi solo he pensado en ti, pero por si tienes dudas si me gustas- me besó, sus labios tomaron los míos con urgencia, yo le agarré por la cintura para sentirla cerca. Luisita tenia sus manos en mi nuca marcando ritmo del beso cuando su lengua pidió paso a mi boca y no dude en dárselo.

Mis manos necesitaban más y comenzaron a tocar su cuerpo debajo de su camisa. Gemí cuando mordió mi labio inferior, ella rio traviesa por mi reacción y volvió a besarme. Esta vez suave, provocando a pedirle más, sus manos decidieron explorar mi cuerpo, tocaron mi pechos por encima de la ropa, luego bajaron a mi cintura para subir nuevamente y sacarme mi camisa. Ella se separó un momento para mirar mi cuerpo - Pensándolo bien, no me gustas... ¡me encantas! - besándome el cuello y agarrando mi manos para ponérmelas encima de la cabeza

-¡Tú también me encantas Luisita!- en tono sensual

¡Luisita!- grite al sentir que me mordía el cuello. No aguanté más y me solté de su agarre e intercambien nuestras posiciones, ahora era ella la que estaba contra la puerta

-¡Quiero probarte!- dije y ella gimió con el contacto de mis labios con su cuello, comencé a bajar cuando note que la camisa se convertía en una molestia, se la quite, ahora era mi momento para admirar su cuerpo, mis dedos comenzaron a tocarla desde el cuello, fueron bajando hasta llegar a sus pechos - Quiero verlos, quítatelo - ordené, ella sonrió de manera provocativa  y lentamente comenzó a quitarse el sostén blanco. Mis ojos se posaron en su pechos, pude notar que sus pezones estaban erectos por la excitación.

Ella clavo sus uñas en mis espalda cuando mi boca succionó su pezon izquierdo, con mi otra mano tocaba el derecho, este juego me encantaba. Luisita gemía de placer y sus manos aprovecharon para soltar mi sostén, así quedar las dos en las mismas condiciones, desnudas de cintura para arriba. Moví mi pierna para presionarla en su centro y sus reacción fue brutal, me agarró de la cintura y me arrastró hasta la cama para caer en ella. 

Un ruido llamó la atención de ambas... estaban tocando la puerta.

-¡Mierda, no puede ser!...Diga- gritó molesta Luisita por la interrupción, mientras se sentaba en la cama y recuperaba la respiración