Capítulo Nueve.

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Ya había pasado exactamente una semana desde que aquella tormenta eléctrica cubrió los cielos de California. Como toda tormenta trajo consecuencias en casi todo el distrito, empezando por caídas masivas de energía, inundaciones por causa de su intensidad, entre otras.

Pero creo que a mí me había afectado de una manera en especial.

Teníamos energía en el apartamento y en todo el internado, no había habido ninguna clase de inundación en esta región pero ahora extrañaba esos abrazos de Marcelo que me hacían sentir protegida de una forma u otra y a eso, lo consideraba algo gravísimo.

Pasé gran parte de la semana meditándolo y llegué a la maldita conclusión de que nada está resultando como yo esperaba, todo es al revés. Marcelo no está cayendo en mi juego, yo estoy cayendo en el suyo como el resto de las chicas y debía parar con eso de una vez.

No estoy enamorándome de él, eso está muy lejos de lo que me ocurre ahora, pero el hecho de extrañar esos abrazos protectores que alguna vez pude disfrutar me está ayudando a darme cuenta que él también está jugando conmigo como yo estoy jugando con él. Sabía que no iba a ser tan idiota como para caer en mí trampa así como si nada.

Tenía sólo dos opciones. Podía comenzar a tomarme enserio esto de conquistar a Marcelo para luego romperle el corazón ó abandonaba este estúpido intento de hacer un milagro. La segunda opción era realmente tentadora debido a que no quería seguir con esto porque sabía perfectamente que era un terreno peligroso en el que me estaba metiendo pero luego pensaba en la ira de Megan y la docena semanal de chicas despechadas que recurren a mí para que Marcelo les dé una segunda oportunidad.

Dos golpes en la puerta de mi habitación me hicieron salir de mis pensamientos. Dejé salir de mi boca un desganado "Adelante" y pocos segundos después, pude ver a Jake entrar a la habitación arrastrando sus pies como si estuviese a punto de resignarse por algo.

- Lamento molestarte pero necesito hablar contigo - murmuró mirándome a los ojos.

No hice más que asentir en silencio y me corrí hacia la izquierda, dejándole un lugar en mi cama lo suficientemente grande como para que él pudiera sentarse. Aún arrastrando los pies, caminó hacia mi cama, se sentó y luego suspiró lleno de frustración.

- Tú eres mi mejor amiga. Jamás lo mencioné ni lo demostré pero créeme que lo eres - dejó salir de su boca, sorprendiéndome por completo.

- Eso es realmente lindo de tu parte - le sonreí con dulzura y acaricié su hombro - Ahora, ¿Dime que es lo que te sucede? ¿Para qué me necesitas? - indagué.

Nuevamente lo escuché suspirar pero con la diferencia de que esta vez, hizo una larga pausa, inundando la habitación en un silencio totalmente profundo pero no incómodo. Sabía que estaba meditando las palabras que iba a utilizar, lo conocía mejor que nadie.

- Me enteré que Derek invitó a Jade a una cita - soltó de la nada. Lo miré entrecerrando mis ojos, tratando de comprender sus palabras.

- No entiendo a que.. - no finalicé la oración debido a que fui interrumpida por él.

- Jade me gusta mucho más de lo que creí - confesó.

Y en ese momento, recordé aquella charla que tuve con Marcelo en el armario del conserje. Él me había dicho algo sobre que Jake tenía pensado invitar a Jade a una cita pero como yo malinterpreté todo luego terminamos peleando y salí de aquel armario sin alguna explicación.

Había llegado a creer que Jake sólo quería tener una cita con Jade para luego llevarla a su apartamento y obtener lo que ambos querían; sexo. Pero ahora confiesa que le gusta mucho más de lo que creía y mi hipótesis de "Sólo sexo" está comenzando a desmoronarse.

she knew | marcelo michelliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora