Me mezclé entre los estudiantes y comencé a caminar rápidamente hacia mi casillero, dejando atrás a aquella chica que me venía persiguiendo desde que salí de clases. Anabelle, la chica que me estaba persiguiendo, fue una de las primeras conquistas de Marcelo a comienzos del mes y como todas, cree que por mis medios conseguirá tener una segunda oportunidad.
Estoy pensando seriamente en teñirme el cabello, cortármelo, vestirme como punk y maquillar mi rostro hasta que quede irreconocible para que nadie sepa quién soy. Aunque la otra opción también podría ser dejar de ser amiga del idiota de Marcelo pero todos sabemos que eso nunca pasará. A pesar de que a veces tenga ganas de estrangularlo, lo considero uno de mis amigos.
Luego de haber sacado de mi casillero todo lo que necesitaba para realizar mis tareas durante el fin de semana, las guardé dentro de mi mochila y fui directo hacia mi apartamento. Estaba realmente exhausta por causa de la cantidad de chicas que me persiguieron durante la mañana y lo único que quería y necesitaba hacer era dormir por el resto de la tarde.
Al llegar mi apartamento, abrí la puerta e ingresé a este. Ni bien puse un pie dentro un pedazo de pan me golpeó en el rostro y luego escuché a Drew gritar que lo sentía. ¿Dije que quería dormir? Bueno, teniendo a estos cuatro idiotas en mi apartamento será totalmente imposible. Probablemente mañana pueda descansar sin ningún problema.
— ¿Qué clase de maldad están por hacer? — gritó Jade mientras bajaba las escaleras, mirando en dirección a donde los chicos estaban sentados en una ronda.
Totalmente alarmada corrí hacia ellos antes y arrastré a Jade conmigo. Los chicos estaban mirando la pantalla del celular de Marcelo mientras que este escribía algo en el. Pocos segundos después, Marcelo soltó un eufórico grito y los chicos comenzaron a gritar con él. Jade y yo no hicimos más que mirarnos entre nosotras sin entender absolutamente nada.
Jake se levantó del suelo y se abalanzó sobre Jade, causando que esta cayera sobre un sillón y él sobre su cuerpo. Marcelo intentó hacer algo similar conmigo pero me corrí antes de que se lanzara y cayó justo encima de Jake y Jade, obviamente arruinando un hermoso momento. Siempre siendo tan inoportuno.
— ¿Por qué tanta euforia? — indagué sentándome a un lado de Austin.
— Fuimos invitados a una fiesta y Marcelo consiguió que ustedes también sean invitadas — me comentó con una enorme sonrisa en su rostro. Asentí.
— ¿Y de quién es la fiesta? — se sumó Megan a la conversación ni bien llegó a la sala. Drew y Austin se dedicaron miradas cómplices.
— Leonard James — dijo Drew y automáticamente, Megan y yo gritamos.
Estábamos invitadas a la fiesta de uno de los chicos más populares y codiciados del internado, ¡Esta clase de cosas pasaban una sola vez en la vida!.
Y casi sin pensar lo que estaba por hacer, corrí hacia donde se encontraba Marcelo y me lancé sobre él mientras que lo abrazaba por el cuello y le decía lo mucho que le agradecía esto. Claro, jamás pensé en el hecho de que todos estaban viéndonos. Marcelo no tardó en devolverme el abrazo pero cuando escuché un silbido me separé de él.
Acomodé mi ropa y haciendo de cuenta que nunca ocurrió nada, me senté a un lado de Marcelo en el sillón y comencé a jugar con mi celular. Escuché a Drew pronunciar las primeras sílabas de mi nombre, luego alguien lo golpeó y se quedó callado. Había sido Megan.
El resto de la tarde, nadie habló acerca de mi extraña reacción y gracias a dios, hicieron de cuenta como si eso no hubiese pasado. Aunque sé que eso va a quedar dentro de sus recuerdos para toda la vida porque jamás nadie me ha visto acercarme más de lo necesario a Marcelo y bueno, ahora me abalancé sobre él y lo aplasté contra un sillón.
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she knew | marcelo michelli
Fiksi PenggemarElla también sabía cómo jugar. Ella sabía todo sobre él.