Siempre creí que la mejor manera de poder tener un buen día es comenzarlo con una sonrisa ni bien abres tus ojos, pero si tienes dos compañeras de apartamento que te despiertan golpeándote con almohadas en la cabeza, es imposible sacar algo positivo de eso.
Su emoción se debía a que hoy era viernes. Como el baile de primavera era mañana en la noche, las autoridades del internado nos dieron el día libre para que cada uno pueda ir a comprar la ropa que utilizarían para el ya-no-tan bendito baile.
Estábamos desayunando en lo que vendría a ser la hora del almuerzo, cuando el sonido del timbre retumbó en todas las paredes. Nos miramos entre nosotras y luego de haber estado peleando con las miradas por quien iría a atender, no me quedó otra opción que ir yo.
Al abrir la puerta, miré a mis amigos y Marcelo parados del otro lado de esta con enormes sonrisas en sus rostros. Quise cerrarles la puerta pero Drew me lo impidió poniendo su gran pie. Los cuatro pasaron de inmediato y al ver que no traían nada en sus manos, me sorprendí por completo.
Por lo general, cada vez que vienen todos juntos, es para instalarse en mi apartamento y todas esas veces vienen con sus consolas y paquetes de comida chatarra con ellos. Pero hoy, sus manos estaban vacías; no había consolas ni paquetes de comida chatarra. Nada.
- Me asusta que estén aquí sin tener la intensión de instalarse - hablé detrás de ellos.
- Nos instalaremos en la noche, mi querida ________ - Austin me guiñó un ojo.
- ¿Entonces a qué vinieron? - indagó Jade, de una manera bastante bruzca.
- Iremos con ustedes de compras - explicó Marcelo.
Mordí mi labio inferior con intensión de retener una carcajada y miré de una manera divertida a las chicas, quienes se encontraban en un estado similar o peor al mío. Y luego, sin poder aguantarlo un segundo más, Megan comenzó a reír como desquiciada que era.
¿De qué nos reíamos? Obviamente del femenino comentario de Marcelo. Pudo haber dicho que iban a acompañarnos para comprar sus trajes, pero sin embargo utilizó el "Iremos de compras", lo cual nos sonó a las tres como un comentario muy afeminado.
Continuamos riéndonos de él sin darle explicaciones a nadie acerca de por qué no reíamos, hasta que notamos que se nos iba a hacer tarde para ir de compras. Por lo tanto, terminamos nuestro desayuno en cuestión de pocos minutos y antes de darnos cuenta, estábamos todos montados en la furgoneta que el padre de Drew le había prestado hoy.
El viaje fue.. Insoportable. Jade continuaba peleando con Jake a pesar de que ambos sentían atracción mutua pero luego se cansaban de pelear y se besaban. Drew iba en silencio, concentrado en el camino. Megan y Austin iban hablando entre ellos y Marcelo no hacía más que molestarme pateando mi asiento. Me arrepentí de haber tomado el asiento del co-piloto.
Y luego de unos interminables treinta minutos, nos encontrábamos en el Mall*, listos para comenzar a comprar nuestras respectivas prendas. Bueno, en realidad yo no estaba lista ni tampoco emocionada. De hecho, no quería ir al baile pero por Jai había hecho una excepción.
- Conozco una tienda donde venden vestidos realmente hermosos - comentó Megan.
- ¿Podemos acompañarlas? - indagó Drew. Lo miramos extrañadas.
- Si las ayudamos a escoger vestidos, ustedes podrían ayudarnos a escoger nuestros trajes. ¿Es un trato? - sugirió Jake.
- Claro - respondimos las tres al unísono.
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she knew | marcelo michelli
FanficElla también sabía cómo jugar. Ella sabía todo sobre él.