Primavera; esa fastidiosa época del año en la cual es amor invade cada rincón del internado.
No es que esté en contra del amor y las parejas que lo experimentan, pero créanme que no es de mi agrado ver a todos los estudiantes besándose para donde sea que mire. Sé que es algo bonito de sentir pero como el mundo parece odiarme, mi destino durante primavera es estar observando a cada una de esas parejas.
Jade probablemente pase todo lo que quede el semestre flechada por aquel gordito bebé con alas al que todos llaman "Cupido". Yo, desde lo personal, no creo en nada de eso. Si te enamoras es porque realmente lo sientes, no porque un ser mágico te flechó pero obviamente cada uno tiene sus propios puntos de vista.
Esta maldita estación del año apenas llevaba dos días de su comienzo y las parejas felices ya comenzaban a empalagarme. O mejor dicho, las parejas felices me demuestran lo miserable que era mi vida amorosa debido a que estamos en primavera y aún no tengo la suerte de muchos. De todos modos, no quería un novio.
Comencé a caminar lentamente por los pasillos del gran edificio observando determinadamente los rostros masculinos que habían a mi alrededor con la esperanza de que alguno me atraiga pero nada, ninguno causó ningún efecto en mí, nadie me llamó la atención.
Estoy comenzando a pensar que soy lesbiana.
Al llegar a mi casillero, en ese preciso momento que lo abrí, un papel grande y con muchos colores en el cayó desde el último estante. Lo tomé entre mis manos antes de que toqué el suelo de inmediato lo hice un bollo y lo dejé caer. Sí, estaba contaminando el suelo pero cualquiera que haya tenido el valor para imprimirlo ya hizo su parte también.
Era el anuncio del baile de primavera y la temática de este año era; Fairy Tales*
Había tres motivos por los cuales no tenía dentro de mis planes asistir a ese bendito baile. En primer lugar, odiaba esa clase de bailes temáticos. En segundo lugar, no iba a disfrazarme de princesa ni por más que Shawn Mendes venga a pedírmelo de rodillas. Y en tercer y último lugar, sabía perfectamente que nadie iba a invitarme.
- ¿Emocionada por el baile? - indagó Megan, parándose a mi lado. La miré seria.
- Irradio emoción - ironicé. Ella no hizo más que reír.
- Escuché que Leonard y Jai quieren invitarte al baile - murmuró pícara.
Leonard y Jai, ambos son populares y se encuentran en el Top 10 de los chicos más codiciados del internado. No suelen relacionarse con personas que no estén a su nivel de popularidad, por lo que realmente me sorprende que hayan considerado invitarme al baile. No era esa clase de chica a la que todo el mundo ignoraba pero tampoco estaba dentro de los más populares.
Oh bueno, tal vez esto era sólo una broma de Megan para que asista al puto baile.
Quise responderle pero vi a Jai acercarse hacia donde nosotras estábamos paradas y cuando nuestras miradas se cruzaron, me guiñó un ojo seguido de una pícara sonrisa. Luego, continuó caminando hacia su destino, dejándome en un estado casi moribundo.
En definitiva había olvidado la manera en la cual debía respirar, por lo que comencé a sentir que me faltaba el aire pero en el momento que Megan me dio una bofetada, se puede decir que recordé de inmediato como hacerlo. Inhalo, exhalo. Inhalo, exhalo.
- Dime que viste la manera en la que me guiñó el ojo y luego me sonrió - dije. Ella asintió.
- Oh si, por supuesto que lo vi - contestó emocionada - Déjame decirte que ya tienes una cita para el baile asegurada - chilló aún más emocionada que antes.
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she knew | marcelo michelli
Fiksi PenggemarElla también sabía cómo jugar. Ella sabía todo sobre él.