Capítulo Doce.

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Las últimas tres horas antes del baile de primavera, fueron devastadoras.

Megan se encontraba en su peor estado de histeria y Jade iba a asesinarnos a alguna de nosotras dos en cualquier momento si nos acercábamos a su habitación. Por suerte, nunca fue necesario ir a su habitación a buscar algo.

Creo que yo era la única que se encontraba tranquila. Me duché con tranquilidad, alisé mi cabello con total tranquilidad e inclusive, lo peiné con tranquilidad. Mi maquillaje había quedado mucho mejor de lo que esperé, no me pisé el vestido al bajar las escaleras y gracias a dios, sentí mis zapatos cómodos.

Y mientras que yo hice todo con una infinita tranquilidad, sin una sola gota de nervios, Megan corría por cada rincón del apartamento buscando cosas y Jade gritaba insultos hacia ella, su cabello y su maquillaje, desde la habitación. Siempre normal.

Casi quince minutos antes de que el reloj marque las nueve en punto, el sonido del timbre retumbó por toda la planta baja del apartamento. Caminé lentamente hacia esta con cuidado de no caerme y al abrirla, no pude evitar sonreír llena de ternura.

Jake estaba parado del otro lado de la puerta vistiendo el elegante traje negro que elegí para él y como accesorio le había puesto un moño fucsia. El mismo color del vestido de Jade. Detrás de su espalda sacó un gran ramo de rosas rojas. Oh mierda, ¡Que detalle!

- Mírate Jake, luces tan apuesto - lo halagué dejándolo entrar. Sonrió ampliamente.

- Tú también _________. Jai es un chico muy afortunado - me guiñó un ojo.

Como mi mejor amigo, Jake siempre encuentra un motivo para molestarme y en este caso no dejó de citar aquella frase dicha por Marcelo en las últimas doce horas.

Debo admitir que esa frase ha estado en mi cabeza desde que se escapó de su boca. Pase gran parte del día callada y en la noche me costó conciliar el sueño gracias a Marcelo. Quería una explicación a ese comentario pero no sabía de qué manera conseguirla.

Es muy poco usual que Marcelo me haga cumplidos y sobre todo, uno como ese. Realmente no sé que significó ni por qué decidió hacerme esa clase de cumplido pero lo único que pude deducir por el momento, es que quizás sólo fue parte de su plan para hacerme caer.

El sonido de unos tacones golpeando los escalones de madera de las escaleras me hicieron salir de mis pensamientos. Elevé mi mirada hacía allí y me encontré con Jade bajando por esta de una manera realmente fina y delicada. Miré a Jake y pude ver de inmediato como su sonrisa se agrandó aún más en ese momento.

Luego de la conmovedora escena protagonizada por la dulce pareja, todos nos dirigimos hacía el gimnasio, donde sería el estúpido baile. Básicamente, se puede decir que no había un solo estudiante que no haya asistido debido a que en el camino todos llevaban puesta su ropa de gala y el gimnasio iba a explotar en cualquier momento.

- Hola, Princesa - murmuró Jai en mi oído, haciéndome temblar. Volteé a verlo.

- Jai.. - respondí emocionada - ¿Cómo me encontraste entre tanta gente?

- Sólo busqué a la chica más bella del baile y te encontré - besó mi mano.

Mis mejillas tomaron un color carmesí en cuestión de segundos y no pude hacer más que sonreír como una idiota.

(...)

Las horas habían pasado e increíblemente, puedo admitir que estaba disfrutando el bendito baile de primavera. Jai se comportó como un caballero desde el primer momento y eso me tenía totalmente fascinada. Toda la noche estuvimos con mis amigos a excepción de Marcelo, a quien no había visto aún.

she knew | marcelo michelliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora