47- Ayúdame

501 81 50
                                    


Cuando el joven maestro atravesó la estrecha fisura vio un resplandor cegador, una voz desconocida retumbó en sus oídos.

-¿A dónde quieres ir?-

-Quiero ir al Pico Sisheng en la época en que Mo Ran apenas había llegado- tras sus palabras escenarios familiares giraron a su alrededor en un tremendo caos, cuando pudo enfocar la mirada era de noche y sabía que era la época correcta debido a todas las luces que se podían ver en el lugar.

Se sintió nervioso pero tomo una bocanada de aire para darse valor, fue directamente al pabellón del loto rojo, sabía que su Shizun estaría despierto dedicándose a la elaboración de herramientas que ayudaran a las personas de bajos recursos.

La barrera espiritual le permitió entrar, después de todo solo los discípulos de Chu Wanning lo tenían permitido.

-¿No es ya muy tarde para que los niños estén fuera de sus habitaciones?- la persona de ropa blanca e inmaculada no se volteo a ver quién era, podía sentir que era Xue Meng, sin embargo al no escuchar una respuesta no le quedo alternativa que dejar sus asuntos para dedicarle algo de atención.

-...-

Chu Wanning lo miró con los ojos ampliamente abiertos, aquella persona frente a él con los ojos llorosos se veía exactamente igual al joven maestro, solo que era más alto y sus rasgos estaban mucho más definidos dándole un aspecto maduro.

-Shizun...- murmuró Xue Meng saludándolo como respeto, sin embargo, la persona frente a él fue menos formal, se acercó y lo observo de cerca, incluso agarró su rostro para mirar con detalle, finalmente parecía satisfecho y asintió levemente.

-Si no me equivoco no se trata de una ilusión o un demonio, tu aura es la misma, tu rostro tiene los mismos rasgos así que dime ¿Qué paso como para que tuvieras que usar una de las técnicas prohibidas? Estoy seguro de que ya te advertí sobre sus consecuencias, pero aun así...

-Shizun yo... Realmente ya no sé a quién recurrir, lo he intentado todo pero no es posible con mis capacidades, eres la única persona que podría ayudarme... Por favor...- las manos del joven maestro temblaban y su Shizun supo que se trataba de una emergencia así que le pidió que explicara de una vez.

Fue complejo resumir una historia tan larga, omitió muchos detalles, centrándose en lo que era realmente importante, la flor del odio en el corazón de Mo Ran, el deseo egoísta de Shi Mei, el emperador Taxian Jun, el exterminio del mundo espiritual del cual venía, el peligro de terminar con ambos mundos... Era tanto, pero aun así su Shizun parecía mantener la calma.

Finalmente le entregó la carta, aquella en donde su Shizun se despedía, al verla Chu Wanning mostró un rostro sonrojado, aunque apenas había visto a Mo Ran, ya le había pedido que fuera su Shizun y dejó una impresión cálida en él, era un adolescente de rostro hermoso y corazón sincero, sin embargo, jamás se habría imaginado que podría llegar a tales extremos por él, menos aun cuando se había convertido en una persona tan despiadada.

El mayor aclaró su garganta y dejó de lado sus propios sentimientos, había asuntos más importantes.

-Lo más peligroso es el castigo divino, cuando las técnicas prohibidas sean usadas, cuando la puerta de tiempo-espacio, de la vida y de la muerte sean abiertas, y no hablo de una fisura, sino de una conexión completa, entonces el rey demonio estará satisfecho, seguramente abrirá las puertas al infierno, sin embargo los dioses no dudarán en castigar a ambos mundos, tenemos que impedirlo- hizo una pequeña pausa ordenando sus pensamientos -Conoces un hechizo para combatirlo, yo mismo lo cree y te lo he enseñado, el retorno de las mil olas, aun así no podrás hacerlo solo, cuando llegue el momento estaré ahí para ayudarte, además debes conseguir refuerzos, no será una tarea fácil.

Xue Meng asintió, encantado de poder recibir las enseñanzas de su Shizun.

-¿Qué hay de Taxian Jun? Aunque parece estar dispuesto a cooperar, cuando Hua Binan le ordena es imposible negarse, si realmente está dispuesto podría impedir que cerráramos el portal... Lo he intentado Shizun pero no puedo vencerlo, es más fuerte que yo...

El mayor lo pensó un momento, si habían llegado a esas instancias entonces él mismo tampoco podría derrotarlo, solo había una opción.

-Mo Ran tendrá que enfrentarlo, según la carta, su corazón podría ya estar a salvo, solo queda enseñarle adecuadamente y llevarlo por el camino del bien, no te preocupes, me encargaré de eso.

Xue Meng asintió, no era necesario entrar en más detalles sin embargo se sintió obligado a advertirle -Zhisun... No seas tan severo con él, es un niño tonto, cometerá errores, pero sus intenciones no son malvadas... Definitivamente debes ser tú quien le entregue los wonton y debes decirle lo que sientes o será demasiado tarde- le advirtió con el ceño fruncido.

Los ojos de fénix lo miraron con intensión asesina con esa última frase -Sigo siendo tu Shizun, modera tu lenguaje- le advirtió.

-Perdón...- justo en ese momento pudo escuchar un sonido a lo lejos, el mismo silbido que había escuchado cuando se abrió el portal -Shizun muchas gracias, ya tengo que irme, cuídate mucho- sin pensarlo el joven maestro abrazó a su Shizun con fuerza, casi dejándolo sin aire, aun así su abrazo fue correspondido y su cabeza fue acariciada con cariño.

-Nos veremos de nuevo- le aseguró Chu Wanning con una sonrisa.

Xue Meng corrió de vuelta al portal y en camino vio la figura de un chico familiar, su propio rostro lucía tan diferente a esa corta edad... En un impulso alzó la voz y le regaló un consejo.

-Xue Ziming asegúrate de ser bueno con Mei Hanxue.

Cuando el pequeño joven maestro volteo no había nadie allí, pero frunció el ceño por esas extrañas palabras, Mei Hanxue era una molestia ¿Por qué tenía que ser bueno con él?

Cuando Xue Meng volvió a su época enseguida abrazó fuerte a las dos personas que lo esperaban, aunque en la otra época estaban sus padres y su Shizun, solo en este tiempo podía ser correspondido por las personas que amaba.

Se sintió mareado, había utilizado gran parte de su energía espiritual en aquella formación, sin embargo, los hermanos Mei sabían que había tenido éxito debido a su sonrisa, le brindaron su ayuda para llevarlo a la habitación y tras contarles lo ocurrido cayó dormido, rindiéndose al cansancio.

Los gemelos tampoco habían dormido, sin embargo, no podían darse el lujo de descansar en ese lugar, solo uno de ellos acompañó al joven maestro en la cama, el otro se quedó haciendo guardia, después de todo los enemigos estaban cerca, los descansos grupales parecían un recuerdo lejano.

--


Tengo algo que decir~

Me di cuenta de que había olvidado muchos detalles sobre los portales y los hechizos y las intenciones de Hua Binan así que me puse a releer algunos caps, mala idea, que manera de sufrir (︶︹︺)

El secreto del pavo realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora