57- Palabras pendientes

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Las cosas todavía estaban tranquilas cuando Mei HanXue logró preparar el antídoto, si los cálculos de Taxian Jun estaban en lo correcto tenían tiempo antes de que otros llegaran hasta allí debido a la distancia que había logrado interponer con todos los demás, por lo mismo se apresuraron en aplicar la medicina a Shizun, el portal debía cerrarse lo antes posible.

Cuando Chu Wanning abrió los ojos vió dos caras conocidas frente a él, ambos lo miraban con preocupación.

-Shizun estas despierto... ¿Cómo te sientes? ¿Te duele alguna parte? ¿Puedes reconocernos? - Xue Meng se sentía ansioso por saber el estado de su maestro.

-Cállate y déjalo respirar- Taxian Jun empujó bruscamente la cara de Xue Meng quien alcanzó a reaccionar para golpear con fuerza su mano, estaban a punto de comenzar una pelea cuando Shizun intervino.

-Ambos deténganse...- Chu Wanning frunció el ceño - ¿Dónde estamos?

-Estas en mi época, en el Pico Sisheng, él te trajo, pero no dejaré que te haga nada malo Shizun, apenas te sientas bien regresarás a tu mundo.

- ¿Y Hua Binan?- preguntó nuevamente con una expresión seria.

-Se quedo atrás, debe estar por llegar en poco tiempo- esta vez fue Taxian Jun quien respondió, cuando sus ojos se cruzaron con los suyos hubo una expresión complicada en esa mirada de fénix.

-Xue Meng la formación espiritual del retorno de las mil olas debe prepararse cuanto antes, consigue gente de apoyo y déjame a solas con él un momento.

-Se hará de inmediato, los refuerzos vienen en camino, pero no te dejaré a solas con él.

-No te preocupes, conservo mis recuerdos de esa vida, puedo cuidarme solo, así que estaré bien...- una triste sonrisa se formó en los labios del mayor y tras apretar la mano de su discípulo pareció convencerlo.

-Si, vete a ver a tus novios, te están esperando afuera- comentó Taxian Jun con una sonrisa burlona.

- ¿Novios? - repitió Chu Wanning sin comprender a qué se refería.

-Dije que te metieras en tus asuntos- de un fuerte golpe Xue Meng mando a volar la corona del emperador –Te estaré vigilando así que no te atrevas a hacerle daño de nuevo, no seré tan considerado la próxima vez que pueda deshacerme de ti.

A Chu Wanning le quedo claro que la relación entre ellos no era del todo buena pero aún así no esperaba que pudieran intercambiar palabras en la misma habitación, si Xue Meng lo toleraba entonces habían pasado muchas cosas que él desconocía.

Cuando estuvieron a solas hubo un largo silencio que Chu Wanning rompió finalmente.

-No puedo quedarme contigo en esta época... En este mundo ambos estamos muertos.

-Sin embargo, tu alma conserva los recuerdos y yo tengo este cuerpo sin latidos. Tampoco es como si pudieras tomar una decisión por tu cuenta, eres mío Chu Fei, sé una buena concubina y obedece a tu esposo- Taxian Jun acaricio la pierna de su hombre mientras se acercaba cada vez más a su rostro, pero esta vez no vio repulsión en su mirada.

-Supongo que tienes razón... Me dijeron que este cuerpo tiene más almas de las que corresponde, pero entonces ¿Qué vamos a hacer contigo? – lentamente desvió la mirada evitando sus labios.

-Me he estado preguntando lo mismo desde hace bastante tiempo, solo, a diferencia de ti yo no tengo un reemplazo para recordarte... ¿Mi otro yo te folla como te gusta? - tomó su rostro con firmeza, obligándole a sostener la mirada –Sé que, aunque me detestabas disfrutabas lo que te hacía, siempre estabas tan mojado, pero has vuelto a fingir esa honorable actitud, me gustaría volver a mancharte por dentro y por fuera...

-Ya basta, deja de hablar de esa forma...- protestó Chu Wanning avergonzado.

-Mejor tú deja de fingir que te desagrada, sé que tenías energía para matarme, pero no lo hiciste en todo ese tiempo. ¿Si no te gustaba acostarte conmigo entonces por qué te quedaste conmigo tanto tiempo?

Podía estar en frente a un cadáver, podía ser solo una marioneta, pero era abrumador la manera en la que se asimilaba a sus recuerdos, una parte de él quería alejarse, la otra batallaba para no entregarse por completo.

-No quiero explicarlo una segunda vez, Mo Ran está vivo, él tiene sus recuerdos y conoce todos mis motivos, yo...- nuevamente un feroz beso atacó su cuello y lo hizo temblar de placer, su razonamiento se perdía con el firme toque de sus manos –¿De verdad no lo entiendes?

-Xue Meng dijo que me amabas, me golpeó por no darme cuenta, pero ¿Cómo podría saber si es cierto cuando jamás me trataste como tu pareja?

-No podía... Él debía seguir creyendo que desconocía la verdad.

-¿Quién?- preguntó molesto.

-Hua Binan...

-Podría haberlo matado si me lo pedías.

-...No, no podrías- Chu Wanning tocó su pecho, el lugar en donde la flor del odio crecía bajo el control de esa persona.

Taxian Jun se alejó y resopló con ira, dio una patada a la pared y se dejó caer sobre el suelo sentándose a una distancia prudente de Chu Wanning, nuevamente sentía que sus emociones lo controlaban cuando se trataba de la rabia, no quería hacerle daño así que prefirió alejarse un poco.

Esa reacción no tomó por sorpresa al mayor, se acercó lentamente y se puso frente a él, acaricio su mejilla y le dedicó una sonrisa llena de melancolía.

-Nuestro tiempo ya pasó, no se puede cambiar el pasado, pero no me arrepiento del tiempo que pasamos juntos, ahora deberías volver a descansar, si me esperas nos reuniremos en la otra vida.

-Si quieres que desaparezca tendrás que encargarte tú mismo, prefiero que seas tú quien me envíe al infierno- Taxian Jun tomo aquella mano que lo acariciaba para entrelazar sus dedos y antes de que pudiera evitarlo presionó sus labios contra los del mayor, como se sentía inseguro debido a su condición, no intentó profundizarlo, pero tampoco esperaba la reacción que él tuvo, de la nada sus mejillas se habían humedecido.

-¿De verdad me amaste?- le preguntó a quien fue su razón de vivir tantos años. 

-Lo hice, te amé todos los días de mi vida desde que te conocí, incluso en mi mundo actual...- el dolor en su pecho era desgarrador –No quiero seguir lastimándote, pero si él te controla... Por favor, sé bueno Mo Ran.

Mientras lo abrazaba, Taxian Jun pensaba que ahora incluso podría autodestruirse si él se lo pedía, pero se sentía tan bien escucharlo, incluso verlo llorar era satisfactorio, tocarlo, sentirlo... Renunciar a todo eso no era tan fácil.


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Tengo algo que decir~

Hola querides, han sido semanas muy difíciles para mi, escribir me mantiene ocupada y me ayuda bastante, tal vez no di mi cien por ciento en los últimos capítulos, pero me seguiré esforzando. Les mando mucho amorcito, pórtense bien para que santa les traiga regalos~

El secreto del pavo realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora