El secreto del pavo real

53- Corazones sinceros

No había mucho que hacer mientras esperaban que Shizun despertara, Mo Ran no dudó en irse tan lejos como pudo y Xue Meng parecía igual de melancólico que Shi Mei los primeros días, tal vez fue por eso que no fue tan difícil hablarle y pedirle que lo acompañara al pueblo. Buscaron un lugar tranquilo en donde pidieron licor de pera.

-¿Qué será de nosotros sin Shizun? Ya ni siquiera estamos los tres- se lamentó el joven de hermoso rostro mientras se disponía a beber un primer sorbo.

-Tenemos que seguir practicando, hay que mejorar lo suficiente como para sorprenderlo cuando despierte- le aseguró Xue Meng con determinación en su mirada.

-Todo esto es mi culpa... No he hecho más que cometer un error tras otro...

-No seas tonto, no es culpa de nadie- lo regañó su compañero con el ceño fruncido, el otro tomó su copa completa de un trago y mostró una expresión demasiado seria.

-Sabes... A mí, siempre me ha gustado mucho Shizun- confesó Shi Mei con las mejillas ligeramente sonrojadas.

-A mí también, por eso es nuestro Shizun.

-No hablo de ese tipo de gustar, tonto...- dio un largo suspiro antes de aclarar –Me refiero a la forma en la que a otros le gusta una mujer, realmente siento que mi corazón se acelera cada vez que lo miro.

El joven maestro se congeló unos segundos, procesando lo que estaba escuchando, hasta que finalmente se cruzó de brazos y asintió.

-Bueno, si tienes ese tipo de gustos entonces es obvio que te enamorarías de Shizun, no hay persona más capaz que él, no se te puede culpar, pero... No sé si tengas oportunidad con Shizun, él no parece ser una persona romántica en absoluto.

-Sé que no tengo oportunidad, tampoco espero que él me corresponda, solo quería contárselo a alguien... Además, a él parece gustarle Mo Ran y estoy seguro de que a Mo Ran también le gusta Shizun, pero parece que él mismo no lo ha notado.

-¿QUÉ?- por la sorpresa Xue Meng terminó alzando la voz, negó rápidamente y se bebió un sorbo de licor que le tiñó el rostro de una bruma rosa –No hay forma, a Shizun no puede gustarle ese perro estúpido, por su culpa él... Si no fuera por Mo Ran no estaría en la situación que está ahora- golpeo la mesa con rabia.

-Meng Meng, es por eso que estoy seguro, Shizun se sacrificó por Mo Ran, además si recuerdas con detalle, él siempre lo miraba con una sonrisa cuando creía que nadie se daba cuenta, siempre estaba preocupado por él, se enojaba muchísimo cuando iba a los burdeles y aunque es estricto siempre se disculpaba cada vez que su castigo era muy duro...

-¡Imposible! Me niego a aceptar algo como eso- se llevó las manos a la cabeza como si de esa forma la idea pudiera detenerse.

Shi Mei soló una discreta risa, al parecer estaba bien si él se enamoraba de Shizun pero si Mo Ran estaba involucrado la cosa era completamente distinta para el joven maestro.

-No tienes que aceptarlo, no necesitan tu aprobación para comenzar a salir y ser felices- le recordó haciéndolo sentir aún peor, justo en ese momento se escucharon voces ruidosas en la entrada, un par de chicas lindas entraban acompañando a un joven rubio de brillante sonrisa –Oye, ese es tu amigo del Monte Kunlun.

Xue Meng no necesitaba mirar para poner los ojos en blanco y sentirse aún más molesto –Él no es mi amigo, tú si lo eres ¿Acaso me llevo con él de la misma forma en la que me llevo contigo?

Esa pregunta hizo meditar al otro un momento, frunció el ceño y luego negó con la cabeza –Tienes razón, definitivamente no se llevan como un par de amigos, pero se visitan de manera regular, hablan con frecuencia, él te molesta, siempre presume con chicas frente a ti, pero te sonríe de manera especial... Meng Meng, creo que tal vez le gustes.

-...¿Ya se te pudrió el cerebro?- por primera vez en su vida Xue Meng quiso golpear a Shi Mei.

-Oye... Tienes que comenzar a abrir tu mente sobre este tema, después de todo tu primo terminará en ese tipo de relación- se burló discreto, pero no contento con eso alzó la voz y movió su mano para saludar –¡Mei Hanxue, tiempo sin verte!

Con ese gesto el rubio pareció notar su presencia y tras una disculpa a las chicas que lo acompañaban se alejaron para permitirle acercarse a las personas que lo saludaban, como era de esperase el joven mostró esa característica sonrisa para hablar con ellos, Shi Mei lo invitó a sentarse y sin consideración alguna se despidió para que pudieran charlar y ponerse al día sin su interrupción, sabía que Xue Meng lo mataría al día siguiente, pero ya casi había bebido un vaso, así que tal vez no lo recordaría.

Los días pasaban lentamente mientras Shizun dormía, tal como lo había sugerido Xue Meng ambos se centraron en entrenar y perfeccionar todo lo que su maestro le había enseñado, aun así, había cosas en las que necesitaban orientación y de vez en cuando acudían a otros maestros para consultar algunas cosas, se sentía como una traición, pero no les quedaba otra alternativa.

Shi Mei sabía que su poder espiritual lo limitaba, pero tal como le había dicho Chu Wanning, no estaba solo, si necesitaba poder espiritual podía pedirlo a sus compañeros, era más importante conocer diferentes formaciones para saber cómo actuar cuando fuera necesario, no contento con eso, quiso intentar crear sus propias formaciones espirituales, dedico mucho tiempo a buscar la forma de revertir el efecto de la flor del odio que había plantado en el corazón de Mo Ran, pero no podía saber si funcionaría, ya que su viaje parecía interminable, nadie sabía dónde se encontraba, aunque eso era mejor, así Hua Binan no lo encontraría para manipularlo.

Cuando por fin llego el día en el que Shizun se despertó, el corazón de Shi Mei se sintió aliviado, verlo nuevamente traía felicidad a todos, especialmente a Mo Ran, quien ya no era el mismo de antes, parecía que esta vez conocía sus propios sentimientos.

Al día siguiente del banquete Chu Wanning anunció que iría a ver a su maestro el sabio Huai Zui, todos quisieron acompañarlo, pero no se lo permitió a nadie, al parecer era un asunto importante y muy personal. Sin embargo, Mo Ran no estaba dispuesto a dejarlo solo, así que sin que lo notara lo siguió hasta allí, cuando Shizun se dio cuenta, ya era demasiado tarde para hacer que regresara.

Lo cierto era que no había mejor situación que esa, el maestro de Chu Wanning tenía muchas cosas que aclarar, le habló sobre su origen, se disculpó por haberlo tratado como una marioneta y si no hubiera sido por la presencia de Mo Ran era muy probable que él no se quedara a escuchar lo último y más importante. En otro tiempo, Chu Wanning había retornado al pasado para transmitir un mensaje de ayuda, una advertencia sobre el caótico futuro que los amenazaba, para ello entraron a una cueva impregnada en incienso.

Los recuerdos de Shizun retornaron tras un pasional encuentro con su propio discípulo, incapaz de soportarlo pasaron varios días para que su alma se estabilizara y sus recuerdos fueran totalmente claros, tuvieron una charla que parecía interminable, Mo Ran se deshizo en disculpas y lágrimas pero para el mayor eran palabras innecesarias, ahora ya no había motivos para mantener las distancias, sus corazones se añoraban y los días tranquilos en un lugar alejado les permitieron afianzar sus lazos.

Aunque la relación entre Chu Wanning y su maestro era tensa, ahora comprendía mejor a Huai Zui y le estaba realmente agradecido por haberle ayudado incluso en dos vidas, cuando regresaron al Pico Sisheng fue evidente para Shi Mei y Xue Meng que su relación ya no era la misma, pero fingieron no darse cuenta.

Los pocos días de paz que siguieron fueron disfrutados por aquella pareja como una luna de miel, aunque la verdadera boda se anunció tiempo de después, Song Qiutong y Nangong Si se casarían en una gran ceremonia, al mismo tiempo Hua Binan estaba dispuesto a dar un gran paso para concretar sus objetivos.

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Tengo algo que decir~

Muchas gracias por sus saludos y buenos deseos, tengan este capítulo como su recompensa por ser tan malditamente lindas y adorables muack! (゜ε゜ )