Extra 6: La felicidad del Pavo Real

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Guiar los pasos de un pequeño niño no era tarea fácil, Xue Meng se encargaba personalmente de los aspectos más importantes de su aprendizaje, tomaba su mano para enseñarle a escribir, lo instruía sobre lo básico en la cultivación y las artes marciales necesarias para defenderse.

Tres años pasaron volando y Xue Yong se había adaptado perfectamente a su vida en la secta, practicaba con sus compañeros y tenía clases privadas con su Shizun, cuando quedaba libre corría a los brazos del tío Hanxue, su compañero favorito para jugar con los gatos que recientemente habían adoptado, aunque cuando se aburría de eso fluía con el viento a los brazos del tío HanXue, quien nunca se negaba a cargarlo, incluso aunque ahora ya estaba un poco más grande.

El pequeño observaba a esos tres de cerca, aunque nunca demostraban su afecto en público, era evidente que se querían mucho, cada vez que se separaban el rostro de uno de ellos se volvía triste, especialmente su Shizun, quien no dejaba de suspirar mirando las escaleras, como si quisiera que ellos llegaran cuanto antes.

-Shizun descuida, los tíos volverán pronto- consoló a su maestro acariciándole la espalda.

-Pequeño Yong...- el mayor lo miró con una expresión complicada -¿De dónde sacas que los extraño?

-Porque pones esta cara Shizun...- el niño lo imitó con bastante facilidad, mostrando ojos caídos llenos de melancolía.

-Oye, si vas por ahí diciendo eso voy a asignarte más ejercicios de caligrafía- lo amenazó con seriedad.

-Shizun eres feroz~ - dijo el pequeño con un poco de miedo.

Al día siguiente el líder de la secta tenía que reunirse con los discípulos de nivel intermedio para enseñarles sobre el uso de la espada, sin embargo, cuando llegó al lugar no había nadie, solo un pequeño niño sonriente, su pequeño discípulo.

-Les he dicho que no te sientes bien y que vas a cultivar a puerta cerrada el día de hoy- le contó a su maestro con entusiasmo –Además no tienes reuniones, los otros maestros dijeron que tendrías el día libre.

-¿Por qué te entrometes en estas cosas?- se agachó para jalarle las mejillas -¿Cuándo dije que me sentía enfermo? ¿Cuándo ha sido tu responsabilidad cuidar de mi, si debe ser al revés?

-Es porque tenemos algo más importante que hacer Shizun- el pequeño lo tomó de la mano y se lo llevó corriendo, mientras sus pasos avanzaban dos figuras claras de divisaron a la distancia.

-Buen chico- Mei HanXue recompensó las acciones del niño acariciando su cabeza antes de alzarlo en sus brazos, estando todos cerca Mei Hanxue terminó de juntarlos a todos apretándolos en un abrazo grupal.

-Creía que volverían la próxima semana...- Xue Meng se sintió tan contento que no pudo disimular lo mucho que los extrañaba.

-Nos apresuramos a volver para poder verte y este niño astuto nos ayudó para liberar tu agenda- el menor de los gemelos soltó al resto para abrazar únicamente a Xue Meng, cuando el niño vio esto se largó a reír divertido y extendió los brazos para que su Shizun lo cargara y no le prestara tanta atención a su tío Hanxue.

-Deberías dejar de comportarte como un niño pequeño...- se quejo Xue Meng.

-¡No quiero!- respondieron Hanxue y el pequeño Yong al unisono, aquella tendencia de hablar al mismo tiempo se había extendido al niño también.

-No peleen cuando apenas nos reunimos, mejor vamos a desayunar algo delicioso- sugirió el mayor de los gemelos.

-¿Puedo ir yo también tío HanXue?- le puso ojitos tristes, provocando que los planes de estar a solas con Xue Meng se cayeran en mil pedazos.

El secreto del pavo realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora