Para Xue Meng las cosas habían cambiado bastante, había conocido a muchas personas, había luchado en batallas que nunca imagino tener que enfrentar, ya no se sentía el niño mimado que creció en el Pico Sisheng y mucho de eso se relacionaba con ese par de rubios que lo acompañaban a todas partes, alentándolo a dar el siguiente paso para lograr sus objetivos.
Aunque no tenían tiempo mucho tiempo libre para pasar a solas, de una u otra forma se las arreglaban para buscar un beso, una caricia o escabullirse a su habitación, las cosas habían avanzado bastante pero había algo que le molestaba, lo había estado pensando mucho y sentía que ya no podía seguir ignorándolo, aunque al principio se había dejado llevar, con cada batalla sentía más miedo de poder la oportunidad de decirles lo que sentía, los quería, gustaba de ambos, su corazón palpitaba con cada caricia, con cada beso y había comprendido que solo un niño sería tan estúpido como para no conseguir el valor de declararse.
Ya no le importaba que se tratara de dos personas, pensaba en ello como los grandes señores que contaban con varias consortes, realmente no era algo extraño en ese mundo que un hombre pudiera sentir amor por más de una persona, si ellos estaban bien con eso entonces no había nada de que preocuparse.
El joven maestro imaginaba el momento en que pudiera liberar a su shizun, esperaba poder presentarles a esas personas y contarle lo mucho que lo habían ayudado, esperaba que fueran parte de su vida durante mucho tiempo ¿Podría shizun aceptar la relación que tenía con ellos? Aunque era un poco extraño, shizun no era alguien de mente cerrada, cuando llegara a conocerlos difícilmente podría oponerse, después de todo eran realmente buenas personas, amables, valientes, fuertes... Eran malditamente perfectos, tanto que incluso le daba un poco de coraje reconocerlo.
Con esas ideas en mente el joven maestro había salido con ropas bastantes humildes a la ciudad esperando pasar desapercibido, quería encontrar algo que demostrara sus sentimientos así que busco durante todo el día. Cuando llegó el atardecer finalmente volvió a la posada en donde se estaban alojando pero ninguno de ellos estaba allí.
Tuvo que esperar durante un par de horas, realmente ya se estaba preocupando y considerando ir a buscarlos, cuando se puso de pie para salir, la puerta se abrió de repente y ellos dos entraron con un semblante cansado, no era necesario preguntarles qué había pasado, los rastros de sangre le indicaban que se trataba de una batalla.
-¿Están bien?- les preguntó acercándose para revisarlos de cerca.
-Descuida, solo un grupo de demonios que estaban causando problemas, no fue tan difícil.
-Iré a pedir que pedir que traigan agua caliente para que tomen un baño.
-Gracias Meng Meng~
Tenían una habitación de lujo así que los encargados de traer el agua fueron bastante rápidos para no interrumpir sus asuntos, pronto todo estuvo listo para que pudieran limpiarse y relajarse luego de un día de arduo trabajo para los gemelos.
El joven maestro esperó ansioso, sobre la mesa tenía dos regaños en un par de cajas, pequeñas pero bastante bonitas, cuando los hermanos llegaron con el cabello húmedo y una bata ligera de inmediato lo miraron con curiosidad.
-Es un regalo, adelante, pueden abrirlo- explicó con expresión orgullosa y las mejillas ligeramente rosadas.
Como gatos curiosos inmediatamente tomaron cada caja y la abrieron para encontrar una pequeña daga en ella, elegante pero tan discreta que podía ser escondida entre sus ropas, un elemento que sin duda sería de ayuda en una situación difícil, ambos podían comprender qué pensaba Xue Meng cuando compró aquellas dagas.
-Pero no es nuestro cumpleaños ¿a qué se debe este regalo?- preguntó Mei Hanxue con una sonrisa coqueta en su semblante.
-Muchas gracias Meng Meng, aunque espero no tener que llegar a usarla- el mayor tomo la daga para mirar cada detalle.
-Yo espero lo mismo pero verán... He pensado mucho en lo que nos espera, realmente no quiero que nada malo les pase, así que incluso si son capturados cuando tengamos que enfrentarnos a una situación difícil, definitivamente no pueden rendirse, ni siquiera ante Mo Ran, tienen que defenderse ustedes mismos porque aunque me gustaría estar allí para protegerlos, así como paso hoy, puede que no tenga la oportunidad.
Tomo aire e ignoro la intensidad de los latidos de su propio corazón.
-No quiero pensar que me he enamorado de personas que se rinden, así que escondan esa daga y usenla para luchar por su vida hasta el último momento.
Hanxue se acercó con su típica sonrisa, entrelazó los dedos de su mano y preguntó -¿Entonces estas admitiendo que estas enamorado de mi?- dijo muy cerca de sus labios.
-Si... Lo acabas de escuchar y creo que ya lo sabías de todos modos...- contestó nervioso y recibió un beso profundo como recompensa, demasiado demandante.
Desde su lado derecho su mano también fue atrapada pero en ella recibió pequeños besos en el dorso, cuando se volteo a mirarlo HanXue limpio sus labios húmedos por el beso de su hermano.
-Quiero que me lo digas apropiadamente- dijo el mayor con seriedad.
-Yo... Te amo...- decir eso mientras lo miraba a los ojos le parecía incluso más vergonzoso.
-Yo también te amo muchísimo...- Mei HanXue tomo sus mejillas con ambas manos antes de depositar un beso profundo pero lento, su estilo era mucho más pausado que el de su hermano, cada uno tenía su encanto.
Mientras Xue Meng se quedaba sin aliento debido a ese beso, sus ropas eran despojadas con habilidad por el menor de los hermanos, quien quitó su cinturón para despejar su pecho y deslizar sus manos entre sus ropas, acariciándolo sin detenerse a preguntar.
El moreno estaba familiarizado con esas sesiones de besos y caricias, se dejó llevar sin oponer ninguna resistencia, realmente le gustaba estar así con ellos, creía que las cosas serían como siempre pero no esperaba que ellos tuvieran una idea distinta esta vez.
-Vamos a hacerlo, no puedo seguir esperando- exigió Hanxue mientras mordía su cuello.
-Si sentimos lo mismo entonces no hay razones para seguir esperando, vamos a hacerlo al menos una vez, ¿Cómo puedes saber que me amas si no conoces mi cuerpo por completo?- argumentó el mayor mientras acariciaba el interior de sus muslos.
Xue Meng respiró pesadamente, lo había pensado mucho desde la última vez que lo mencionaron y esta vez ambos resultaban bastante convincentes, si podía hacerlos sentir placer entonces estaba bien si era con ellos.
-De acuerdo pero si me duele entonces no lo intentaremos nunca más, será la única oportunidad que les daré...
Tengo algo que decir~
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!
(≧◡≦) ♡
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El secreto del pavo real
Romansa(ESTE FANFIC CONTIENE SPOILERS) Xue Meng vive momentos difíciles luego de haber perdido a su familia tras el desastre en que Mo Ran se declaró emperador TaXian-Jun, sin su Shizun para apoyarlo se ve obligado a buscar aliados encontrando el apoyo de...