Capítulo 2

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Tanjiro había caminado bastante y se encontraba ligeramente desorientado por donde debía ir por lo que se detuvo cerca de una casa que estaba por el camino para pedir indicaciones.

--¿El monte Sagiri?.-- dijo la mujer quien contestaba a la pregunta del menor.-- Para llegar tienes que cruzar la montaña.-- explico.--¿Vas a ir tan cargado ahora ya que oscurece? es peligroso.-- advirtió la mujer.

--Tendré mucho cuidado.-- respondió Tanjiro mientras hacia una reverencia. --Muchas gracias.-- dijo el Kamado.

--Recientemente desaparecieron varias personas, ¡No te pierdas!.-- semi grito la mujer ya que aquel joven de cabello burdeos había comenzado a alejarse, Tanjiro solo se giro y se despidió alzando su mano y siguió su camino avanzando por la montaña mientras el cielo se teñía de tonos rojizos y amarillos en señal de que el sol comenzaba a desaparecer.

Cuando por fin hubo oscurecido, Tanjiro bajo el canasto para poder descansar un poco, sin embargo noto que la manta de este se movía,  Tanjiro deshizo aquel  nudo.

--¿Oneesama?.-- pregunto Tanjiro al ver que se había movido rápido.

Akiko fue la primera en salir de un salto volviendo a así tamaño normal al igual que  Nezuko quien salió del canasto con de un pequeño brinco.

--Ya veo.-- dijo finalmente el Kamado al ver a sus hermanas fuera del canasto, ambas habían esperado a que anocheciera para poder salir de allí, Tanjiro se colgó nuevamente el canasto y coloco la manta dentro del canasto.

Tanjiro tomo la mano de cada una, a su derecha estaba Akiko, y a la izquierda estaba Nezuko, los tres comenzaron andar por la montaña en la noche, poco a poco comenzaba hacerse mas tarde.

--Hay una parada.-- murmuro Tanjiro al ver una luz encendida por aquel camino.--Debe haber alguien por que se ve luz.-- menciono Tanjiro a sus hermanas.--Vayamos a ver.--dijo tranquilo el Kamado sin embargo su mirada cambio, volviéndose consternada pues había captado un olor.

--¡Huele a sangre!.-- alerto Tanjiro mirando hacia aquella luz donde estaba la parada del camino, "el camino esta escarpado, ¡alguien debió lastimarse!" pensó él de cabellos burdeos al ver aquel camino para la parada del camino, Tanjiro comenzó a correr hacia la dirección en que captaba el olor jalando las mano de sus hermanas para que ellas también le siguieran en la carrera subiendo las escaleras de aquella subida de forma precipitada.

Corrieron por la entrada hasta llegar a la entrada donde Tanjiro soltó la mano de sus hermanas, quedando detrás de él sin poder ver la escena frente a sus ojos para abrir aquellas puertas que se deslizaban, a la par de que hablaba.--¡¿Se encuentra bien?!.--

Aquella mirada castaña seria que antes había tenido enmudeció al momento de ver aquella escena delante de sus ojos, habían tres hombres jóvenes adultos en la habitación, estaban sin vida, cubiertos de sangre, y uno de ellos estaba en brazos del demonio que lo estaba devorando.

--¿Quiénes son ustedes?, este es mi territorio, no tolerare que se metan en mi zona de caza.-- dijo el demonio de forma amenazadora, su voz sonaba por completo irritada.

"Un demonio devorahombres" pensó de inmediato Tanjiro perdiendo el color de su rostro por un momento.

Akiko se acerco un poco al igual que Nezuko pero al instante se quedaron quietas ante la escena que tenían ante sus ojos, los ojos de ambas brillaron dejando en claro que ya no eran humanas, ambas olieron la sangre y el hambre comenzaba a indurar sus sentidos, nublando por un momento su juicio, ambas mordieron con fuerza aquel trozo de bambú que tenia atado a sus bocas, la saliva comenzaba a resbalar de sus labios.

Aquel demonio de cabello largo hasta los hombros y con líneas pintadas sobre su piel se comenzó a limpiar sus manos, lamiendo la sangre que aun se encontraba restante en sus manos.

Ojos color fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora