Capítulo 6

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--¿Senjuro?.-- llamo su hermano mayor viendo como el menor delos rubio cargaba una lampara y un canasto.

--¡Hermano!.-- dijo sorprendido pues no lo había escuchado llegar a su lado.

--¿A donde vas?.-- 

--Padre tiene resaca, iré por unas hierbas al huerto de Shinobu.-- explico.

--¿Kocho te lo permite?.--

--Sí.-- replico el menor.

--Esta bien, pero se hace tarde, ¿No quieres que te acompañe?.-- sugirió su hermano.

-- Estoy bien, tardare solo un momento, hermano te toca hacerla cena.-- dijo Senjuro.--Iré por la medicina, no tardare mucho además, hay cerca glicinas si es lo que te preocupa.-- dijo finalmente para calmar a su hermano. 

--¡Bien! No tardes.-- dijo su hermano mientras alborotaba su cabello, Senjuro rio ante su acción y emprendió su marcha, estaba bastante calmado, no hubo alguna novedad en el camino, pues solo había algunos del cuerpo de limpieza que regresaban de sus deberes para ir a descansar.

Al llegar Senjuro noto que no estaba solo aquel lugar, pues había una mujer entre aquel jardín de hierbas medicinales, estaba incada.

--Buenas noches.-- saludo el menor, se extraño de que aquella mujer no tuviera una linterna, estaba oscuro y aunque la luz de luna ayudaba a iluminar un poco no era suficiente, pensó que quizás se hubiera perdido. --¿Señorita?.-- llamo al no recibir respuesta, enseguida noto que se encontraba descalza, Senjuro abrió los ojos en par, conocía aquel kimono, aquel cabello.

--Buenas noches Senjuro.-- saludo Akiko al reconocer el menor, se giro hacia el menor.--Que bueno verte otra vez.--

Senjuro soltó el canasto y la linterna de papel por la sorpresa, Senjuro primero se mostro sorprendido la verla allí, pero en cambio le recorrió emoción al verla nuevamente, Senjuro sin pensarlo corrió hacia ella, Akiko se levanto para recibirlo, pues en la carrera se había arrojado hacia ella abrazándola, Akiko le devolvió el abrazo de forma cariñosa.

--¡Akiko-san!.-- llamo sorpresivamente separándose de ella.

--Akiko solamente.-- pidió mientras pellizcaba con suavidad la nariz del rubio, mientras este sonreía pero pronto volvió ese semblante preocupado.

--¡No deberías estar aquí!.--Comenzó.--¡Aquí hay muchos cazadores y pilares, te mataran en cuanto te vean!.-- Advirtió.

Akiko sonrió con dulzura y se arrodillo para estar a su altura.

--Lo sé.-- Senjuro se sorprendió y se enfado del descuido de ella.

--¡Si lo sabes! ¿Por que estas aquí?. Olvídalo te ayudare a salir de aquí, algo lejos de aquí deja de haber glicinas, así podrás salir.-- dijo mientras toma su mano con intención de ayudarla a escapar, pero Akiko no se movió.

--Senjuro escucha, se que hay cazadores y pilares, pero el patrón nos permitió a mi y mis hermanos estar aquí.-- y comenzó a explicar para tranquilizar al menor, entonces le conto que había pasado tras aquel encuentro en aquella ciudad, Akiko le conto como es que acabo metida en aquella pelea y aquel juicio de que deberían hacer con sus vidas, y como el patrón los tenia bajo su protección, ambos estaba sentados en la tierra charlando, Senjuro había recogido su canasto y lampara.

--¿Entonces viste a mi hermano?.-- pregunto con "inocencia".-- Es el pilar de la flama.-- dijo orgulloso.

--Sí, lo vi, pero creo que no le agrado.-- dijo ella.

--¿Por que?.--

--Soy un demonio.-- nuevamente Senjuro noto aquella nota de tristeza y asco al referirse así misma.

Ojos color fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora