Capítulo 5

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Akiko atrajo a Nezuko al momento de que se sintió libre de aquellos hilos que ardieron a su alrededor, le rodeo con los brazos y ambas cayeron siendo la mayor la que recibió el golpe soltando un suave quejido, por un momento perdió la conciencia escuchando como su hermano hablaba, había otras voces,  eso fue lo ultimo que Akiko  alcanzo a oír.

Tras que el pilar del agua los salvara, Tanjiro se arrastro hasta sus hermanas quienes habían dejado se sangrar pero ambas estaban inconscientes, las abrazo de forma protectora aliviado de que sus heridas comenzaban sanar.

Akiko escucho un estruendo, escuchaba voces, la de su hermano, la de otro chico, la una chica, después como su hermano con esfuerzo levantaba a ambas, Akiko despertó y bajo de un brinco, andando por si misma .

--Akiko.-- dijo sorprendido el Kamado, ya que de alguna manera sus hermana le ayudaba andando por si solo, pero esta jadeaba por el esfuerzo de su cuerpo al curar sus heridas, y andar rápido a la vez, no comprendía lo que pasaba pero Tanjiro estaba huyendo por algo.

En el trayecto Tanjiro recogió aquella caja, mientras seguía corriendo con sus hermanas, Akiko noto que algo había caído justo sobre Tanjiro, obligándolo a soltara  Nezuko, Akiko se giro hacia sus hermanos.

--¡Tanjiro! ¡Nezuko!.-- dijo preocupada Akiko, al ver que una cazadora había derribado a su hermano y ahora intentaba cortarle el cuello a su hermana menos, Akiko sintió furia en su pecho y se acerco de forma apresurada, pero antes de dar el golpe de gracia Tanjiro la había jalado de aquella capa evitando que lastimara a Nezuko.

--¡Huyan! ¡Akiko! ¡Nezuko! ¡Corran! ¡Huyan! ¡No dejen que las atrapen!.-- dijo el Kamado, mientras Akiko ayudaba levantar a Nezuko del suelo.

Akiko tomo la mano de su hermana y juntas comenzaron a correr, cuando ambas sintieron la hoja de la Katana cerca Akiko se encogió junto a Nezuko teniendo la altura ahora de unas niñas pequeñas, ambas siguieron corriendo, Akiko seguía sin soltara su hermana, soltó un pequeño quejido al dar un brinco, aun no se encontraba del todo bien, Nezuko miro con preocupación a su hermana, sin embargo esta tenia la mirada fija hacia el frente esquivando en sincronía con Nezuko los intentos de la cazadora por herirlas o de cortarles la cabeza.

Akiko llego en un punto donde tropezó y cayo, Nezuko le ayudo a recargarse en un árbol y se sentada esperar a la cazadora, quien llego pronto y les apunto con katana, pero antes de hacer algo mas un cuervo llego con un mensaje.

--¡Ordenes de la cede! ¡Atrapen a Tanjiro, Akiko y Nezuko! ¡Tanjiro usa un haori de cuadros y tiene una cicatriz en la frente! ¡Akiko va descalza y Nezuko muerde un trozo de bambú!.-- informo el cuervo.

Akiko vio como aquella cazadora se inclinaba a la altura de las demonios.

--¿Ustedes son Akiko y Nezuko?.--Akiko asintió, mientras Nezuko sola la miraba con suma calma.

--Iremos contigo, pero debemos ir por la caja que dejamos en el camino, esta por amanecer.-- Dijo Akiko aun con aquel aspecto infantil.

La cazadora simplemente asintió, al encontrar la caja ambas hermanas entraron pues ambas sentían como comenzaba amanecer.

Akiko por fin se pudo relajar, pero aun no del todo pues después de todo los quería en la cede, donde seguramente estarían todos los cazadores, tenia un presentimiento que no sabría definir si era bueno o malo, por ahora descansaría.

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--Hermano, ¿A donde vas?.-- pregunto Senjuro enfrente de la finca del pilar de la flama, pues estaba haciendo el aseo de los patios.

Ojos color fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora