SURVIAL ISLAND [Jenlisa G!P]

•Capitulo 30•

Ella avía tenido ya la muñeca de trapo qué encontró hace unas semanas no les avía dicho nada Asus mamás por qué tenía miedo que se la quitarán.

Ya que aquella muñeca se avía convertido en su mejor amiga, por qué mágicamente hablaba le contaba historias muy divertidas y alveces unas tanto aterradoras qué la inocencia de Ella no entendía.

La niña no dejaba qué nadie viera la muñeca o la tocase ya qué está le decía que porfavor qué nadie sepa que ella está en esa muñeca.

La muñeca dijo que se llamaba Caroline.

Dijo que ella vivió en esa muñeca hace unos diez años a si qué era una niña cómo ella, bueno eso pensaba Ella.

Ella siempre dormía con esa muñeca ya qué ella avía tenido muchas pesadias últimamente y con la muñeca se sentía segura muy segura.

Sus mamás bueno todas las mamás de las niñas estaban felices de aver destruido aquella casa de aquella bruja y destruir todas aquellas muñecas aterradoras qué avía alrededor de esa casa.

Asta qué a Ella se le callo su primer diente y corrió dónde estaban sus mamás sentadas en el monte habrasadas mirándola el cielo y diciéndose cuánto se aman la una a la otra.

—¡Mamás!—Grito Ella y Jennie y Lisa se levantaron como la luz del sol.

—¿¡Qué pasa Ella!?—Dijo Jennie tomando a Ella revisándola.

Lisa observaba a su hija desdé lejos examinando cada pedazo de su piel sin encontrar ningún rasguño solo su manita qué apretaba algo.

—¿Qué tienes ai hija?—Dijo Lisa aseñalando su mano apretando el diente qué se le avía caído.

—E-es mi diente—Dijo levantandoa mano y Jennie la tomo viendo el dientito de leche de su hija con una sonrisa.

—Tu primer diente —Dice Lisa mirando el dientito de su hija.

—Sabés si dejas tu dientito debajo de la cama aparecerá un regalo—Dice Jennie tomando la mano de Lisa.

—¿De verdad mamá?—Habla Ella con un brillo en sus ojos.

—Si amor aparecerá un regaló hermoso—Dice Lisa acariciando las mejillas de su hija.

—¡Bien lo dejare entonces!—Corrio Ella hacía dentro de su casa para esconder el diente debajo de su cama y esperar a que se hiciera de noche para resivir el regalo que sus mamis le avía dicho qué aparecería.

Jennie y Lisa solo se miraron felices por ver a su hija estar feliz, dándose una beso tierno.

El día pasa normal para la gran familia qué vivía en aquella Isla un tantito rara.

Todas las niñas fueron a la pequeña escuela qué avían creado para qué aprendieran como sus madres .

Aunque lamentablemente Jisoo murió por culpa de su hija y en manos de Jennie por enseñarles malas palabras a las niñas, la pobre fue perseguida de ella de nuevo por enseñarles esas cosas a sus hijas, sin querer a Mía se le salió decirle a su tía Seulgi mona puta y todas las adultas se miraron por la palabra grave qué avía dicho y cuándo le preguntaron quién le avía enseñado a decir esas palabras aseñalo a su mamá Jisoo la cuál estaba sonriendo nerviosa.

Ese día Jisoo visitó a su querida abuela en el más a ya por unos momentos ya qué nunca aprende de no decir malas palabras delante de las niñas.

Después de eso no sucedió nada más interesante solo qué estuvieron contándose histórias todas cómo siempre lo hacen en las tardes contando historias de terror, cuentos, narrando películas de las Barbies, contando cómo son los carros que son los edificios y todas esas cosas con las cuales vivieron las otras chicas.

En la noche en la gran casona.

Ella estaba muy emocionada para ver aquél regalo de el que hablaron sus madres avía estado vigilando el diente de qué no se moviera de su sitio para poder obtener su regalo.

Mientras en la otra habitación estaba Jennie y Lisa haciendo un caballito de madera para su hija, por qué a Ella  al parecer le encantaban estos muñequitos, Lisa siempre besaba los labios de Jennie la cuál solo sonreía por lo tierna qué era su novia.

Unos minutos después terminaron aquél muñequito en forma de caballito para dárselo a Ella, estaban esperando a qué se durmiera.

Mientras tanto Ella se preparaba para dormir asta qué la voz de aquella muñeca de trapo hizo qué no la dejara dormir.

—Psss psss—hacia un gesto la muñeca.

—Dejame dormir Caroline—Dijo Ella volteando se en la cama.

Sintió como unas manitas con una gran fuerza la voltaban boca arriba y ella rápidamente abrir los ojos mirando aquélla muñeca qué la miraba con una sonrisa un poco escalofriante.

—Dame el diente—Dijo de forma suave, cuando miro como Ella negó con la cabeza se enojó y frunció el seño.

—Dame el diente o tendrás de vuelta aquellas horribles pesadias que tenías antes niña—amenazo la muñeca.

Ellas estaba asustada mirando la muñeca y a la vez un poco enojada y triste tenía muchos sentimientos revueltos, pero quería ese juguete qué sus mamis le avían comentado ya qué en su familia cada una de ellas solo tenían dos juguetes de madera cada una los cuales cuidaban como su vida propia.

Aunque por otro lado no quería volver a tener esas horribles pesadias que tenía antes, siempre se levantaba con lágrimas en sus ojos por ver cómo sus amigas morían en manos de unos seres de rojos, ella nunca les había comentado de ésto a sus mamás por qué tenía miedo de qué su mamá se enojara por ello, aunque en el fondo no sabía si tener esos sueños era normal en una persona.

—E-esta bien Caroline—Dijo Ella y la muñeca amplió su sonrisa, Ella se volteó levantando su almohada tomando aquél dientito de leche que se le avía caído dándose lo a la muñeca la cuál lo tomo y se lo metió a la boca comiéndose lo a Ella solo le dió asco ver a su amiga muñeca comerse aquél diente qué le avía dado pero ésto solo era el comienzo.