After The Rain

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Caminaba hacía la cocina de la escuela cuando vio a Rose, permaneció a una distancia prudente, la niña hojeaba una revista delgada que luego dobló y arrojó fuertemente al deposito de basura.

Cuando la chica se alejó lo suficiente, él se acercó a ver que era lo que yacía en el fondo de ese contenedor de papel para reciclar.

Al menos era responsable y cuidaba el planeta al momento de deshechar su basura.

Era una revista estudiantil de la universidad en la que tanto Rose como Yibo estudiaban, debía tenerla, si podía saber algo sobre el lugar donde su interés romántico pasaba el mayor parte del día sería excelente.

Se escondió en su salón de clases para que nadie lo molestara mientras leía artículos aburridos de diferentes actividades que se habían llevado a cabo durante el mes pasado.

Encontró una pequeña reseña del equipo de baloncesto en su último partido de práctica. En medio de una crítica dura sobre una película de cine independiente y una receta de cocina proporcionada por el club de cocina del campus, estaban colocadas varias fotografías del equipo completo durante el partido, y casi del tamaño de una fotografía de pasaporte estaba colocada en medio la imagen del capitán del equipo, Wang Yibo.

No sabía si el recuerdo de su ex había hecho enfadar a Rose, pero él puso en práctica el dicho "la basura de uno puede ser el tesoro de otro" y con sumo cuidado recortó esa pequeña imagen del hombre que no dejaba de enviarle mensajitos tiernos desde el domingo para acomodarla con mucho cuidado en su mesa de trabajo y así poder plastificarla y poder guardarla en su cartera.

Esa revista le había ahorrado el trabajo de imprimir personalmente una fotografía de Yibo.

Ese noche durmió con la tarjetita que el mismo había creado descansando bajo su almohada.

Un día de esos salió del edificio donde trabajaba con su abrigo y un bolso negro encima, dentro llevaba preparado el obsequio del pequeño JunXiang, no contaba con encontrarse con Yibo esperando fuera de la escuela.

Trato de repasar toda la conversación que habían mantenido esos días en su cabeza y comprobó que, al menos él no recordaba que hubieran quedado en un encuentro.

-¿Qué haces aquí?

-Nadie me había cuestionado mi presencia antes --Yibo parecía muy divertido.

-No... no me malinterpretes... tan solo...

-Si te incomoda que este aquí entonces me voy

Zhan mantenía la cabeza baja y vio con claridad cuando los talones de Yibo giraron listos para marcharse de ahí.

Su brazo tomó impulso y logró capturar una parte de su manga, no quería que se marchara, quería que se quedara a su lado.

-No te vayas... debo ir a un lugar y no puedes venir, no porque no quiera... --¿cómo debia explicarse? --no puedes... necesitas un permiso especial.

-¿A dónde iras, a una prisión? ¿un hospital psiquiatrico?

-Al orfanato -'Zhan seguía aferrado a ese trozo de tela --yo puedo ir porque pedi permiso con anterioridad e hice un montón de favores los días que doy clases en el lugar, de otro modo no podía asistir el día de hoy.

-Parece que trabajaste en serio para poder ir hoy... ¿qué es lo que pasara?

-Es un día especial... el cumpleaños de uno de los niños del lugar.

Yibo miraba con curiosidad esa bolsa negra de plástico.

-¿Y eso es... el obsequio?

Solo movió su cabeza de arriba a abajo --Si pudiera llevarte conmigo lo haría.