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Regresó derrotado a casa, pero antes de entrar trató de ponerse de nuevo la mascara de felicidad que usaba a diario.

Al menos Yibo no se molestó por las lámparas, hasta prometió instalarlas él mismo en cuanto tuviera tiempo.

-Yibo, ¿qué compraste de regalo para A-Chi?

-Una consola nueva, se la pasa sus ratos libres jugando, ahora que viajé a Japón compré la que quería.

-¿Dónde esta?

-La enviaran mas tarde, no quería que la descubrieras y se te saliera contarle.

-¡¿Por quién me tomas?!

Alguien mas que lo hacía molestar ese día.

-No te enojes --Yibo se acercó a él y lo abrazó con fuerza --no creí que te lo tomaròas tan mal.

-Vamos a dormir --Su día tenía una manchita negra que quería diluir con el sueño.

Durante la madrugada logró safarse de los brazos de Yibo y bajó de la cama despacio, avanzaba poco a poco para evitar despertar a su esposo, llegó sin dificultad hasta la habitación donde se encontraban sus materiales de clase, esta cuarto pequeño era también la habitación donde descansaba el retrato en oleo de JunXiang y el pequeño bebé de plástico del cual no había podido librarse, seguía aferrado a ambos objetos.

Lo sostuvo en brazos y lo arruyó, hasta le cantó un poco esa cancioncilla de cuna que Zi Yi le cantaba a su hijo.

Despertó en su cama, se sorprendió, si llegaba a quedarse dormido en la sala mientras revisaba trabajos Yibo siempre lo cargaba de vuelta a la cama, y ahora lo había hecho de nuevo, lo cargó con todo y bebé en brazos.

-No quisiste soltarlo, así que regresó contigo.

Yibo salía de la ducha.

-¿Fuiste a buscarme? --estaba apenado.

-No debí beber esas latas de cerveza en la cena, salté en medio de la noche al baño, cuando volví note que no estabas y solo podías estar en un sitio.

-Lamento causarte molestias.

-Deja de disculparte --Yibo limpiaba sus orejas --Solo dime si regresará a dormir con nosotros, se acerca el día nacional, puedo comprarle un traje rojo.

Comenzó a reír y mientras lo hacía estrujaba mas al pequeño entre sus brazos.

-Ven, te ayudo, nunca lo haces bien.

El enorme y semidesnudo hombre se dejo caer sobre sus piernas, Zhan comenzó a limpiar esas orejas sucias.

Se separaron en la entrada del instituto Long, se despidieron con un beso, segundos después de que Yibo se alejara en el auto algo dentro de Zhan se inquieto. Trató de no tomarle importancia mientras masajeaba su pecho.

Funcionó, en la tarde ya se había olvidado de su inquietud.

-Zhan-ge, ¿puedo pedirte un favor?

-¿Qué cosa? --no le negaria nada a JunXiang.

-¿Podrías acompañarme a comprar el regalo de A-Chi?

-¿Yo? --hasta uso su índice para señalarse.

-Es tu hermana menor, nadie mejor que tú para ayudarme con su obsequio.

-¡Claro que te acompañaré! Avisaré a Yibo que llegaré tarde.

Estaba mas que feliz, pasar tiempo con su hijo era de lo que mas disfrutaba hacer.

Se paseaban por el centro comercial, entrando y saliendo de tiendas, nada los convencía. Había pasado alrededor de una hora cuando Zhan cayó al suelo por un repentino mareo.

After The RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora