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Observaba la ventana, ya era otoño, de nuevo, las hojas ya estaban cambiando su color.

-No puedo creer que nacéras en invierno, me gustaría que llegaras en otoño --ya tenía una fecha, 21 de diciembre, el solsticio de invierno.

Si el bebé se adelantara bien podría nacer en otoño, la misma estación en la que volvió a ver a Yibo, la misma estación en la que se comprometieron, la misma en la que unieron sus vidas.

Las pisadas fuertes le avisaron de la llegada de este, quería sentirse feliz, pero luego recordó la conversación del día anterior y la felicidad se fue.

Él solo quería una familia unida, ¿por que no podía conseguirla?

-Estoy en casa --Yibo entró a la habitación, tenía la cara roja por el frío.

Zhan solo trató de esconderse en las enormes almohadas esponjosas que la madre de Yibo le envió ese mismo día, eran una maravilla, eran tan suaves, grandes y ergonómicas que uno podría pensar que así debía sentirse dormir entre las nubes.

-Bienvenido... --trataba de sonar casual cuando Yibo se acostó junto a él.

Yibo acomodó su cabeza sobre uno de los hombros de Zhan y colocó su mano sobre el vientre que estaba bajo mantas y mantas pero que sobresalía con facilidad debido al tamaño.

El bebé empezó a saltar dentro de ese espacio reducido, fue incomodo, pero Zhan no protestó.

-Creo que se que es lo que ocurre, tus manos son tan grandes, debe saber que quien lo toca no soy yo.

-¿Es molesto, el como se mueve?

-Un poco, no creí que un bebé tendría tanta energía antes de nacer, quizá ya esta harto del encierro.

-Aun no tenemos un nombre.

-No nos apresuremos, podría terminar con un mal nombre si no lo pensamos adecuadamente.

-¿De dónde salieron estas almohadas?

-De... de tu madre --esperaba que la pelea de la noche anterior no continuara.

-Supongo que es otra cosa de la que debo encargarme.

-Yibo --Zhan trato de tomar esa mano grande que estaba sobre él --Perdón por gritarte en la mañana, perdón por tomar tu cabello de ese modo.

-Esta bien, debo de ser consciente que has estado lidiando solo con esto desde hace meses... yo lo siento de verdad.

Trató de usar una de sus manos para acariciar esa cabeza que seguía descansando en su hombro --El bebé si que me ha dado trabajo.

-No lo decía por eso, mas bien... hoy le destrocé la nariz a JunXiang.

Los dedos que estaban enredados en el frío cabello de Yibo se quedaron quietos, no pudo decir nada.

-Y no me arrepiento, lo volvería a hacer hasta que ese niño entienda que el mundo no gira a su alrededor, que por horrible que haya sido el pasado este es el presente, si no le gusta...

Zhan cubrió la boca de Yibo, le dolió escuchar eso, no quería apresurarse y complicar todo.

-Esperemos... esperemos a que el bebé nazca, hablaré con los Cao luego, por ahora... podemos dormir.

Retiró la mano, giró un poco la cabeza para fingir que dormía, aunque no durmió, Yibo tampoco durmio al instante, se quedo observando la espalda de Zhan, el como vibraba debido a los sollozos que trataba de ahogar.

Aunque compartieron cama, ni uno de los dos descansó bien.

Cuando Zhan despertó Yibo ya no estaba, llamó a JunXiang en cuanto pudo, el número ya no estaba disponible, se comunicó con los Cao que estaban claramente enfadados con Yibo, le mencionaron que el tío Wang los había visitado muy temprano para darles un cheque para los gastos médicos de su hijo, nada de eso le dolió mas como escuchar a la señora Cao mencionar que lo mejor era que Zhan y JunXiang no se encontraran por un tiempo.

After The RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora