mis apuntes por un beso ━━━ danielseavey!

Capítulo 33.

—❛𝐌𝐈𝐒 𝐀𝐏𝐔𝐍𝐓𝐄𝐒
𝐏𝐎𝐑 𝐔𝐍 𝐁𝐄𝐒𝐎❜—

Preparo algo de desayunar para la escuela aprovechando el tiempo que todavía tengo por levantarme un poco mas temprano de lo usual, no me olvido de picar kiwi y también agrego algunas cerezas. Pongo un poco de leche de chocolate y aunque quiero, no me atrevo a prepararme hotcakes yo misma porque se me queman.

La mañana se me pasa haciendo mi desayuno, mis padres ya están desayunando juntos en el comedor, pero realmente no me dan ganas de ir ahí con ellos, así que espero en la cocina la hora en la que deba salir de casa para ir a la escuela, mientras lo hago me como un poco de pastel del que aún queda del fin de semana.

—Olivia, Dylan está afuera. No lo dejes esperando, no quiero que llegues tarde. —mi madre se queda en la entrada de la cocina y antes de que diga algo más, tomo mi mochila y salgo de casa sin despedirme.

Al abrir la puerta, me encuentro con el rubio dando la espalda a la puerta, no voy a mentir, me emociona un poco verlo aquí y que vaya con nosotros.

Aclaro mi garganta y él se gira de inmediato.

—Buenos días, Gilkins. —saluda.

—Hola. —digo con timidez y me sorprende sentirme así otra vez.

—Vamos, Jonah está impaciente porque tiene práctica. —me sonríe y ambos caminamos hasta el auto de Corbyn, es uno que no había visto antes, luce reluciente y nuevo.

Daniel me pide la mochila para dejarla en la cajuela y abro la puerta por mí misma para encontrarme únicamente con Corbyn y Jonah dentro del auto.

—Hola, ¿y Zach? —pregunto.

—Ah, hola Liv, también nos llena de alegría verte. ¿Tus zapatos están limpios? —Corbyn me sonríe a través del espejo y Jonah se ríe mirándolo.

—Hola, Corbyn, ¿como amaneciste? ¿Está bien el sol o le digo que sí se aparta poquito? —respondo con sarcasmo y el castaño me gira los ojos.

—Buena esa, Gilkins. —Daniel dice a mi lado riéndose de Corbyn.

—Bueno, ¿alguien me responde?

Corbyn por fin emprende camino y pone un poco de música.

—Hicimos una apuesta. —Daniel responde. — ¿Recuerdas que tenemos examen de matemáticas?

Asiento pero lo hago para ocultar que en realidad lo había olvidado.

—Zach está reprobando todo, así que apostamos, si él aprueba su examen le prestaré el auto que quiera por una noche. Supongo que quiso estudiar lo más que se pudiera hasta tener clases. —es el castaño quien responde esta vez.

—¿Tú quieres apostar, Liv? —Daniel pregunta.

—¿Yo? Yo ni sé conducir. —digo y él se ríe.