Capítulo 39.

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—❛𝐌𝐈𝐒 𝐀𝐏𝐔𝐍𝐓𝐄𝐒
𝐏𝐎𝐑 𝐔𝐍 𝐁𝐄𝐒𝐎❜—

Daniel me sonríe a través de la pantalla, puedo ver que está sentado en la silla de su escritorio y la vista me tiene distraída, él con el cabello desordenado y sin camisa, suelto un suspiro

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Daniel me sonríe a través de la pantalla, puedo ver que está sentado en la silla de su escritorio y la vista me tiene distraída, él con el cabello desordenado y sin camisa, suelto un suspiro.

—Primero que nada, buenas noches, Gilkins. —saluda con diversión y oculta una risita.

—Hola... —saludo pero me quedo escuchando la música que tiene de fondo y muerdo mi labio inferior conteniendo otra risa. — ¿Estás escuchando a The Weeknd?

El ojiazul se ríe desviando la mirada.

—Liv, intento crear un ambiente aquí, no lo rompas. —me reprende con una sonrisa.

—Oops, perdón.

—Dios, Gilkins... Ese acento.

—¿Te gusta? —inconscientemente cruzo mi mano izquierda hasta sujetar mi hombro derecho, encontrándome con el tirante de la lencería, es cuando una idea cruza por mí cabeza.

—Me encanta... —susurra lo suficientemente alto como para oírlo.

—¿Te gusta como suena cuando digo tu nombre? —mis dedos deslizan con suavidad, llevándose con ellos el tirante y deslizándolo por mi hombro.

Del otro lado, Daniel me mira con atención, lo observo lamer sus labios y eso me hace sonreír un poco, aún así mi corazón bombea con fuerza.

—Jamás me había gustado tanto mi nombre...

Le sonrío, pero recordando las palabras de Nerea, dejo de deslizar el tirante y deslizo mis dedos por mi cuello hasta llegar a la línea de mis pechos.

—Liv...

—¿Te gustaría escucharme decirlo?

El rubio asiente, entonces me levanto de la cama y voy hasta el escritorio también, dejo en celular sobre la mesita para luego sentarme sobre la silla, así hay una mejor vista de mi cuerpo, tal como el que yo tengo de Daniel.

—Guíame... —pido.

—Eres una chica mala, Liv. —sonríe. — Cierra los ojos, quiero que me imagines ahí contigo, yo te diré qué hacer.

Suspiro, tratando de tranquilizarme, hago lo que me pide, cierro los ojos y espero a que el rubio hable, mientras lo hace me recuerdo a mí misma que esto es divertido y que tengo que disfrutarlo.

—Primero, deslizo mis dedos por tus pechos, acariciándolos con suavidad, sobre la tela. —comienza a decir y agradezco tener imaginación.

Mis dedos hacen lo que Daniel pide, en mi mente es él quien lo hace y hace que las sensaciones sean más reales, su voz de fondo ayuda mucho.

mis apuntes por un beso ━━━ danielseavey!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora