mis apuntes por un beso ━━━ danielseavey!

Capítulo 53

—❛𝐌𝐈𝐒 𝐀𝐏𝐔𝐍𝐓𝐄𝐒
𝐏𝐎𝐑 𝐔𝐍 𝐁𝐄𝐒𝐎❜—

Termino de colocar los platos en la mesa cuando el timbre de casa suena, mi vista se dirige a mi madre, ella me mira a mí.

—Debe ser él. —dice avanzando hacia la puerta, antes de continuar se detiene y me mira.

—Ah, sí. —respondo con nerviosismo mientras voy detrás de ella.

Estuve todo el día intentando hacer que el tiempo fuera más lento para que este momento no llegase, no tengo idea de cómo va a terminar la noche y solo quería tener más tiempo de procesarlo, al parecer no tengo poderes.

Mi madre abre la puerta conmigo a un lado, un muy guapo Daniel aparece frente a la puerta, con su linda sonrisa en su rostro.

—Buenas noches, señora Gilkins. —dice sonriendole para después mirarme. — Buenas noches, Liv.

Le sonrío, en parte por verlo y en parte porque desde donde estoy puedo ver sus manos temblando mientras sostiene una botella de vino en ellas.

—Buenas noches, Dyl... —ella se detiene cuando se da cuenta que ese no es el nombre.

—Mamá, es Daniel. —le digo por milésima vez, mi novio se ríe un poco.

—Está bien, puede llamarme Dylan si quiere... —suelta otra risita.

—Entremos, la cena se enfría. —dice mi madre con un poco de incomodidad, deja entrar a Daniel y es ella la primera en volver al comedor.

—Empiezo a creer que tienes otro novio llamado Dylan y tu madre me confunde con él porque a él si lo quiere, ¿dejaste un novio en Inglaterra? —el rubio me susurra y le sonrío con diversión.

—Tranquilo, a Thomas también le cambia el nombre cuando viene—menciono con una sonrisa divertida.

Se sorprende y termina riéndose antes de girar los ojos ante el nombre de Thomas, en realidad es un poco divertido molestarlo con ello, y es divertido porque nadie sería tan bueno como él lo es.

—¿Y ese vino? —pregunto cambiando el tema y siguiendo a mi madre hacia el comedor con Daniel tomando mi mano.

—Corbyn me lo dio, no estaba seguro de qué debía traer.

—Está bien, ellos no esperaban algo. —le sonrío para intentar tranquilizarlo.

Al llegar al comedor, mis padres ya están ahí esperando por nosotros, no voy a mentir y decir que Daniel es el único temblando aquí. No tengo idea de qué estamos haciendo y me pone nerviosa pensar en todas las formas en que esto puede acabar.

—Ah, traje este vino espero... para ustedes porque Liv y yo estamos chiquitos... espero que les guste.

—Gracias, Daniel. —mi padre lo toma. — Iré por copas.