ANGEL, GODS & MONSTERS 🔥 Ayato Kirishima/Nimura Furuta

13 🔥 Rize

Sede de la CCG

-¿Así que vuelves al frente, Yoshitoki? - Preguntó Marude.

-Sí, ha sido idea del presidente - contestó él. - La CCG va mal, me necesita para hacerme cargo de los asuntos complicados.

-¿Asuntos complicados? - Repitió Marude a modo de pregunta.

-El Búho, El Aogiri... es la peor crisis desde que se fundó la CCG... - murmuró Yoshitoki, mirando por la ventana.

-Sí - contestó el otro.

-Marude, quiero que seas mi vicecomandante - pidió Yoshitoki.

-Pero si metí la pata en el Distrito 11 - contestó él.

-Si tu fallaste le habría pasado lo mismo a cualquier otro - sonrió el hombre. - ¿Aceptas?

-Yoshitoki... ¿Cómo voy a negarme si me lo pides tú? - Preguntó Marude.

Yoshitoki miró por la ventana, pensativo.

"Misao, ten cuidado", pensó el hombre.

Guarida del Aogiri

Ayato y Misao estaban besándose en la cocina del Aogiri cuando Kaneki fue a por un café. Al abrir la puerta, los jóvenes se separon y Ayato se quitó los restos del pintalabios de Misao.

-P-Perdón, no sabía que estabais aquí - tartamudeó torpemente.

-No te preocupes, Kaneki - sonrió Misao. Se acercó a la puerta y miró a Ayato. - Luego nos vemos.

La chica se fue y Ayato suspiró molesto.

-Te odio, Parche - gruñó el chico.

-Lo siento, solo quería un café - contestó mientras se acercaba a la cafetera para prepararse uno.

Ayato se acercó a la puerta para irse él también, pero algo se le pasó por la cabeza y volvió a acercarse a Kaneki.

-Parche - le llamó. Kaneki le miró unos segundos, pero luego siguió preparando su café.

-¿Qué pasa? - Contestó él.

-Tú y Angel, ¿sois muy amigos? - Preguntó Ayato.

Kaneki le miró, tratando de adivinar si lo decía por curiosidad o porque estuviera celoso.

-Angel y yo solo somos amigos, aunque no sabía que érais novios - respondió el chico.

-No somos... bueno, da igual - dijo Ayato. - Quería saber si sabes algo de ella, de su pasado sobre todo.

Kaneki dedujo que si Ayato le preguntaba a él, era porque ella no había tenido las mismas conversaciones con los dos.

-No mucho - respondió el chico, sirviendo el café en una taza.

-¿Qué te ha contado? - Preguntó él.

-Nada - contestó Kaneki. 

-¿Entonces por qué has dicho "no mucho"? -  Preguntó Ayato.

-Porque no me ha contado mucho - respondió Kaneki.

Ayato suspiró y se fue, no iba a seguir perdiendo el tiempo en esa conversación tan tonta.

Día Siguiente

Misao estaba tirada en el sofá de Eto, sin saber muy bien qué hacer. De pronto, la escritora pasó por el salón. Misao se incorporó y asomó la cabeza por el respaldo.