ANGEL, GODS & MONSTERS 🔥 Ayato Kirishima/Nimura Furuta

20 🔥 Presente

3 años después...

-Todo se ha ido a la mierda... Una vida que empezaba a apreciar, acabará en menos de una hora. Supongo que así es el destino, cambia tu vida en un abrir y cerrar de ojos.

-¿Intentas decirme algo, Angel? 

-En la tierra de los dioses y los monstruos, yo era un ángel. Antes era una diosa, pero alguien quiso transformarme en algo más. Hay dioses aún más fuertes que los dioses.

-Creo que no te estoy entendiendo... 

-No te preocupes, no somos más que piezas en un ajedrez inmenso al que juegan otras personas. Creo que tú podrías lograr el equilibrio, por eso, te doy las piezas que tengo de este puzzle.

-¿Tú no las quieres? 

-Yo no voy a jugar más. Debo irme ya.

Haise se despertó sobresaltado. Se incorporó en su cama y se pasó las manos por el pelo. Desde hacia unos meses, Haise soñaba con aquella joven, no sabía quién era, pero se sentía conectado a ella.

-¿Q-Quién eres...? - Murmuró para sí mismo.

Noche

Saeki iba conduciendo por una calle transitada de Tokio cuando, en una acera, una chica hacer una seña. Paró frente a ella y bajó la ventanilla.

-¿La llevo a algún sitio? - Ofreció él.

La chica abrió la puerta trasera y se sentó en diagonal a él. Saeki comenzó a conducir.

-¿A dónde quiere que la lleve? - Preguntó él.

-Te traigo un mensaje de parte del Árbol Aogiri - dijo Hinami.

-¿Qué pasa? - Preguntó él.

-Estás comiendo demasiado. Las palomas te están siguiendo la pista - contestó la chica.

-¿La CCG? - Dijo Saeki algo preocupado.

-¿Has oído hablar de "Quinx"? - Preguntó Hinami.

-No - contestó él.

-Se trata, por lo visto, de unos humanos con habilidades de ghoul - informó ella. - Ten cuidado, Torso.

-No te preocupes - contestó Saeki. - Lo tengo todo bajo control.

-Contrólate, Torso, por tu bien - respondió Hinami.

Apoyó la cabeza en la ventanilla del coche y miró hacia la luna.

"Los Quinx... me recuerdan mucho a ti", sonrió Hinami, pensando en Kaneki con tristeza.

Dos días después

-Por lo visto, el ghoul que encontraron ayer los chicos del Escuadrón de Mado no era Torso. De hecho, su búsqueda nos corresponde solo a nosotros. Así que, ¿por qué no os centráis en otro caso? - Preguntó el Inspector de Grado Alto Shimoguchi. - Por cierto, ¿es cierto que los Quinx se pasaron varios días investigando unos aullidos de ghoul y al final resultó ser solo un perro callejero?

-Sí, menudo chasco, ¿no le parece, señor? - Rió Haise.

-No te lo tomes a broma, Sasaki - regañó el inspector. - Esos subordinados tuyos nos cuestan una fortuna, pero a nosotros no nos aportan beneficio alguno.

-Pero... - se iba a defender Haise cuando su superior le cortó.

-De hecho, ¿qué sentido tiene utilizar híbridos que son prácticamente ghouls? - Preguntó Shimoguchi. - Y tú ni siquiera fuiste capaz de rematar al taxista de ayer. No tiene información valiosa, así que ¿de qué nos sirve vivo? ¿Es que acaso te dio pena? Pero eso tampoco me sorprendería, al fin y al cabo, eres un...

-Señor inspector, educarle me corresponde solamente a mí - le interrumpió Akira. - Así que hablaré con él más tarde.

-Inspectora Mado, no le parece que su educación es insuficiente? Le repito que no meta las narices en nuestra investigación - pidió Shimoguchi.

-¿Y no sería que Sasaki quería echar una mano por que vuestra investigación avanza a paso de tortuga? - Preguntó Akira.

-Inspectora Mado, Inspector Shimoguchi, ya es suficiente - ordenó el Inspector de Grado Especial Hirako. - En cuanto a la investigación de Torso, quiero que los Escuadrones Mado y Shimoguchi colaboren entre sí. El mío seguirá centrándose en el ghoul Sierpe. Fin de la reunión.

Noche

-Una vez entras en el Aogiri, no puedes irte así como así - advirtió Ayato. - Piensa muy bien qué decisión vas a tomar.

-No tengo a dónde ir, pero es que el Aogiri... ¿por qué a mí? - Murmuró Saeki, asustado y en el suelo.

El chico se quedó pensando unos segundos, hasta que Ayato se hartó de esperar. 

-Eh, Torso, ¿qué decides? - Preguntó él. Se quitó la máscara de conejo y le miró. - Me llamo Ayato.

-Ayato, ¿eh? - Murmuró el chico.

-¿Sabes si había alguien llamado Sasaki junto al Escuadrón Quinx? - Preguntó Ayato.

Día Siguiente

Algunos de los miembros más importantes del Aogiri estaban en la guarida. Tatara y Noro estaban hablando, Eto leía un periódico, Ayato bebía café, Takizawa les observaba a todos desde un rincón y Miza le enseñaba a Naki cómo atarse los cordones de las zapatillas. 

-Ayato - le llamó Eto, quien seguía leyendo.

-¿Qué? - Contestó mirándola.

-¿Al final convenciste a Torso? - Preguntó Eto, levantando la mirada del periódico.

-Sí - asintió él.

-Bien hecho - sonrió la chica. - Irá en tu escuadrón. Quiero que le vigiles de cerca, es muy temerario.

-Cierto, si no hubiera aparecido ese tal Sierpe, las palomas le habrían cogido y metido en Cochlea - intervino Miza. 

-Sierpe no es del Aogiri, ¿alguno le conoceis? - Preguntó Eto.

Todos negaron a la vez.

-Ayato, tú te encargarás de buscarle y convencerle para que se una al Aogiri - ordenó Tatara. - Parece bastante bueno.

-Se enfrentó él solo a dos investigadores y luego al líder - pensó Eto en voz alta. - No estaría de más hacerle una propuesta.

-Vale, yo me encargaré - contestó el chico.

Noche

Ayato estaba en la azotea del Aogiri, pensando en sus cosas, recordando a aquella chica que formó parte de su pasado.

Veía en bucle cómo caía en picado, cómo abrazaba a Kishou Arima con sus alas, cómo se estrellaba contra la nieve y cómo el inspector le clavaba el quinque en el pecho.

Nunca supo nada de su pasado. Eto se negó a hablar y Kaneki, que era el único al que quizás podía preguntarle algo, había desaparecido. Supuso que, para haberle protegido de esa manera, debieron de tener alguna conexión en el pasado. En una ocasión recordó que ella le había dicho que tenía un hermano mayor. Pensó que quizás fuera él, pero no estaba seguro.

Así que ahora solo le quedaba el recuerdo de aquella chica a la que jamás olvidaría o sustituiría. Así era el mundo de los ghouls, perder constantemente a las personas que amas.

Oyó unos pasos que se acercaban a él, pero estaba demasiado ocupado recreando la tristeza en su cabeza como para girarse.

-¿Crees que necesitarás ayuda para encontrar a Sierpe? - Preguntó aquella persona.

-No - contestó él.

-¿Seguro? Nunca fuiste demasiado bueno encontrando a las personas - bromeó.

Ayato se giró y abrió los ojos sorprendido.

-Misao... - murmuró él.

-Hola, Ayato - sonrió la ghoul.