Amber Heart es Helene Lesslyne Crown Astor Lady Ailsa.
LONDRES 1835.
SALÓN DE BAILE DE LOS MARQUESES DE PEMBERTONG....
A pesar de ser uno de los hombres más adinerados de Londres, no podía aspirar a tomarla como esposa; tomó una copa ingiriéndola de un solo trago, sintió como el ambarino líquido quemaba su garganta, colocó su monóculo en su ojo para poder contemplarla, la rubia sonreía divertida al lado de sus amigas, se removió, era un imposible acercarse a ella, o pedir un baile, lo rechazaría, lady Ailsa nunca le había dirigido una sola mirada, tal parecía que el conde era invisible ante ella.
- Pobre, no aparta su mirada de ti - dijo Amarin al oído de Helene. Torció el gesto, no quería que ese mequetrefe la mirara, se removió; la azul mirada de ese hombre la inquietaba.
- Te burlas de mi! - se abanico - no quiero saber nada, ese hombre es muy feo, míralo, no cambia sus ropas anticuadas, siempre vestido como si fuera un militar, y esa barba - tembló, cerró los ojos sintiendo asco - jamás podría besarle, además, se peinado a medio lado lo hace parecer un tonto, y ese horrible monóculo, o sus lentes, no, no, no, no quiero saber nada de él, arg - gruño - por favor - levantó su enguantada mano - Amarin, debes dejar de decirme cuando ese... - no encontró la palabra correcta para describirlo, el pobre no era nada agraciado, aunque era alto, de mentón cuadrado y cuerpo musculoso, su presentación personal no le ayudaba. la hija del marqués rodó los ojos, estaba fatigada de tener que aguantar la chillona voz de Amarin sobre su hombro, burlándose de ella porque lord Grosvenor no apartaba su mirada . Detestaba tener que encontrarlo en cada reunión, baile o lugar al que asistiera, le rogaría a su madre no lo extendiera una tarjeta de invitación para que compareciera aquel verano a Haughtiness Manor - le diré a mi madre que borre a tu familia de la lista , no estarán invitados a nuestra casa solariega este verano - Amarin bajo su cabeza, le fascinaba asistir a las diferentes casas veraniegas donde eran invitados año tras año, este año era la oportunidad de los marqueses de Ailsa. Nunca había ido a Haughtiness Manor, pero había escuchado que era una imponente propiedad.
- No! - juntó sus manos mostrando su mejor cara de tristeza - por favor, no le digas nada a lady Ailsa, te juro, mi boca permanecerá sellada, no diré nada más acerca de Lord Grosvenor.
Suspiro, dejando salir el aire de sus pulmones.
- Esta bien - rodó los ojos, debía aguantarla durante todo el verano - no le diré nada a madre, pero debes dejarme en paz, no me digas nada más de ese insulso. Si lo haces le diré a madre les corra de la casa solariega - Amarin asintió, sonrió enderezandose, sabía que Helene cumpliría lo dicho si no cerraba su boca.
- Tomaré un poco de aire - levantó su mentón abanicándose.
- Te acompaño - camino detrás de Helene, al pasar por el lado de Grosvenor elevó más su mentón ignorándolo por completo.
- Es toda una beldad, como quisiera convertirla en mi condesa - escucho como su Breslyn hermana, se reía a su lado.
- No seas iluso, ella nunca posará sus ojos en ti, las niñas respingadas como ella no miran a los feos - Leighton la miró con dureza.
- No me digas nada mas, Te demostrare que lady Ailsa será mi mujer, haré que se enamore perdidamente de mi - Sentenció.
La siguió con la mirada , hasta ver que se perdía en el jardín.
Aquella noche había sido como todas las pasadas, solitaria, insípida, llena de tristeza, sin haber recibido una sola mirada de la bella lady Ailsa.
Abanico su perantón, recibiendo un poco de brisa.
- Si viste como me observó al pasar - sonreía victoriosa, Amarin negó, no entendía a Helene, le reprochaba por hablarle de lord insípido y ahora ella se pavoneaba sonriente recordando como el pobre insulso la miraba - di algo - la golpeó con su perantón - no te quedes callada.
La fulminó con la mirada.
- ¿Qué puedo decir, si digo algo no asistiré a la casa solariega - se encogió de hombros.
- Así me gusta, que aprendas rápido, pero anda, te doy el privilegio de decir algo, solo ahora, después no puedes decir nada - sentenció.
sonrió, su lengua picaba por hablar.
- Sí! - dio un salto en su lugar - lord insípido te miraba como si sus horribles ojos salieran de sus cuencas - Helene sonrió, Amarin era muy hablona, pero decía lo que ella quería escuchar - Pobre - arrugó su nariz - ¿a quien habrá salido tan feito, lady Grosvenor es una preciosura ? - Helene asintió.
- Estoy de acuerdo contigo, su diáfano rostro, su mirada azul, sus cabellera rubia y sus vestidos - Soño - ¿quien los confeccionara? - sonrió , lady Fritz-james era una lady muy hermosa, una de las más cotizadas de Londres, era toda una beldad, esa era su primera temporada y había arrasado - me gustaría usar uno parecido a el ella, el otro día le pregunté a Madame Paige si ella le diseñaba sus hermosos vestidos, pero me dijo que no, y eso que en Londres ella es la mejor costurera. Deambularon por el jardín un largo rato, no quería volver a dentro a tener que soportar las miradas de aquel hombre.
- Lo mejor será volver adentro, los invitados se están retirando, no quiero que mi padre o mi hermano manden a la guardia en mi busca - sonrió, levanto su voluminoso vestido para caminar más rápido, aunque erguida, siempre mantenía su postura recta.
- Hermano, creo que es mejor irnos - sugirió Breslyn.
- Aguarda hermana, quiero verla por última vez , sabes. No pierdo la esperanza de convertirla en mi esposa - la rubia miro a hermano, él siempre soñaba con cosas imposibles.
- Leighton, lo mejor será olvides ese imposible, lady Ailsa es una beldad, nunca se casara contigo, lord Ailsa no accederá a comprometer a su única hija con alguien que no sea del agrado de su pequeña, sabes que padre tiene la razón, debes mirar hacia otro lado.
La miró, su hermana nunca era tan directa; pero esta vez ella y sus padres tenían motivos para asegurar que él no podía llegar a convertirla en la condesa Grosvenor y próxima marquesa de Fitz-james.
- Mejor me retiro, buscare a padre y madre; me marcho con ellos - Leighton tomó la enguantada mano de su hermana , dándole un beso en esta.
- Hasta mañana, dile a madre que mañana temprano estaré en Donegall Manor.
- Esta bien, ve directo a Grosvenor Hall, no te desvíes a ninguna parte - Leighton sonrió, su hermana siempre le cuidaba demasiado.
Al ver ingresar a lady Ailsa , se desconecto de la realidad, esa lady lo hipnotizaba, era perfecta, su piel blanca como la leche, cabellos rubios y sus labios , tan rosados como un los pétalos de una rosa.
- No perderé las esperanzas, serás mi mujer - sentenció.
JUDE LAW ES LEIGHTON BRISTON SALLOW McQUAID CONDE DE GROSVENOR...
Hola, hola...
Les traigo una historia diferente, gira alrededor de nuestro protagonista, los hombres también eran rechazados por su apariencia física.
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EL ANHELO DE UN LORD.
RomanceNo solo la veía, la contemplaba, anhelaba convertirla en su esposa, en su condesa, pero eso jamás sería... Ella lo miraba como si fuera poca cosa, de nada le servía tener sus arcas rebosantes de monedas, si el anhelo de su corazón nunca podría alca...