Sin recibir una sola mirada de la preciosa pero altiva lady se retiró, caminaba desanimado por el empedrado.
- Buena noche lord Grosvenor - se acerco lady Domblit - veo que está solo, no me invita una copa de jerez - se acerco a él acariciando el pecho del hombre.
- Buena noche mi lady, lamento mucho tener que despreciar su jugosa propuesta, pero hoy no estoy de humor.
Lady Domblit observó como su antiguo amante se alejaba cabizbajo - espere, si no quiere no me invite esa copa, permita que lo acompañe - Leighton miró hacia la imponente mansión de Pebertom, allí adentro estaba ella, y tal parecía que él no existía en su mundo, suspiro.
- Esta bien, vamos la llevó a su residencia, a Regency -ordenó al cochero.
- Veo que esta un poco indispuesto! - lo miró con preocupación.
- Como hago para gustarle a una mujer - lady Domblit sonrió.
- Porque preguntas eso, mírate eres todo un galán, a mi me gustas tal y como eres - Leighton la miro y suspiro.
- No te burles de mi, Breslyn me dice que la dama a la que deseo no me mira por que soy feo - Miranda soltó la risa.
- Si que eres un tonto, amor - se sentó al lado de Leighton - mira, para mi eres el hombre más apetitoso de todo Londres, pero hay damas, sobre todo las que buscan marido - Específico - esas niñas quieren un hombre que tengas sus arcas rebozantes, pero que también tengan buena presencia; buscan el paquete completo - la miró, él no era el paquete completo.
- Se que soy anticuado, tal vez le causó repugnancia.
- Tranquilo, no te afanes; hay una solución; si quieres te puedo ayudar, todavía no ha culminado la temporada social, puedo ayudarte - negó.
- No, muchas gracias, no deseo cambiar nada de mi, la mujer que me quiera deberá hacerlo con mi barba y mi ropa anticuada.
- Bueno querido, palmeó la pierna de Leighton, tu veras, pero estará muy difícil que esa mujer acepte ser tu esposa, gracias por haberme traído, y piénsalo, si quieres ayuda recurre a mi, si al fin no acepta ser tu esposa yo si quiero - beso la mejilla de Grosvenor antes de bajar del carruaje.
Dejo a Miranda en su residencia volviendo a su solitaria mansión, iluminada solo con las luces de los faroles, entró a la silenciosa mansión escuchando solo el chirriar de la enorme puerta al ser abierta.
- Buena noche mi lord,¿ como le ha ido en la fiesta? - inquirió Gaston, su mayordomo mientras le recibía el sombrero y demás cosas.
- Igual, nada ha cambiado, la dama que deseo no me miró, tal parece que no existo para ella.
Se dirigió a su estudio, tomaría una copa de Whisky antes de subir a su solitaria recamara.
Abrió la puerta de su dormitorio; se detuvo en esta, contemplando la oscuridad, una enorme y fría cama esperando por él, anhelaba tenerla allí, en aquella cama; desnuda y dispuesta a hacer con él lo que minutos atrás Miranda quería . ¿ porque su corazón era tan terco y no miraba que había otras mujeres, otras como Miranda que deseaba compartir su lecho con él ?.
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EL ANHELO DE UN LORD.
Roman d'amourNo solo la veía, la contemplaba, anhelaba convertirla en su esposa, en su condesa, pero eso jamás sería... Ella lo miraba como si fuera poca cosa, de nada le servía tener sus arcas rebosantes de monedas, si el anhelo de su corazón nunca podría alca...