Capítulo 1: La no bievenida

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Era la mañana del uno de septiembre y Diana ya tenía todo listo para embarcarse en la gran aventura de su vida. Sus padres habían sido trasladados a Londres por motivos de trabajo por lo que ya no podía asistir a  Beauxbatons como en los últimos tres años. Ahora le tocaba enfrentarse a Hogwarts y no estaba muy segura de encajar. Ya la directora, la profesora McGonagall, le había advertido que aunque estuviese en cuarto curso debería de pasar por el sombrero seleccionador porque no hay equivalencia total de casas entre escuelas de magia. Odiaba ser la nueva. Por suerte, su amiga Amelie habló con algunas de su primo Louis para que la adoptasen como una más y el director de su antiguo colegio la  acompañaría en su primer día. Lo único que le tranquilizaba era no tener que ir esa mañana a King's Cross. Solo de imaginarse todas esas horas con gente desconocida le causaba náuseas.

- Profesor Bernard ¿Cuál es la mejor casa de esta escuela? - le preguntó Diana a su profesor.

- No hay casas mejores o peores, Diana. Sin embargo, puedo tener una ligera idea de cuál será tu próximo hogar. - Contestó con una sonrisa.

Eso no le disiparon sus dudas pero siguieron paseando su profesor y ella por Hogsmade el pueblo más cercano a Hogwarts. Allí intentaban apaciguar los nervios de la joven pasando una mañana agradable. Ella había estado leyendo la historia del colegio durante el verano y había averiguado las características de cada casa. Le encantaba la lealtad de los Hufflepuff, la creatividad de los Ravenclaw, la valentía de los Gryffindor y la ambición de los Slytherin. Eran cualidades que, en mayor o menor medida, ella poseía. Su único temor era no hacer amigos en su propia casa quien se suponía que iba a ser su nueva familia.

Ya era de noche y los alumnos estaban ya sentados en el gran comedor. Diana esperaba fuera sentada en un banco a que le hicieran paso.

- Hola, debes de ser Diana Rodríguez ¿no? - Dijo un hombre de unos treinta años con una amplia sonrisa.  - Yo soy el profesor Neville Longbottom. La directora McGonagall ahora te presentara y te pondrán el sombrero seleccionador.

A Diana le gustó mucho el tono de voz del profesor. El cual era tan agradable que no pudo evitar sonreír. Este iba a ser su próximo hogar y, sin saber dónde acabaría, ya sabía que  iba a ser su profesor favorito.

- Profesor Longbottom ¿usted de qué casa era? - Preguntó Diana.

- Gryffindor. - Contestó nuevamente.

En ese momento lo había decidido. Esa tenía que ser su nueva casa. De repente, las puertas del comedor se abrieron y a Diana le vino la inspiración de que el nombre  de aquél hombre era conocido. Entonces cayó en que era el mismo Neville Longbottom quien cortó la cabeza a Nagini, la serpiente de Lord Voldemort. Miró al profesor antes de entrar y le dijo:

- Por cierto, señor, déjeme decirle que es usted una leyenda en Beauxbatons.

Entró con paso decidido y sin apenas mirar a su alrededor. Hubo un ligero murmullo y notaba como su respiración se aceleraba. Al final del pasillo estaba la directora quien le sonrió ampliamente y le colocó el sombrero

- Una mente muy curiosa, señorita  Rodríguez. -Dijo el sombrero.- Veo muchísima ambición en usted y una gran determinación ¿Así que quiere conocer las reglas aunque las infrinja? Es una pequeña rebelde por lo que veo.

Estuvo sentada unos minutos que le parecieron eternos hasta que el sombrero finalmente gritó Gryffindor. Diana estaba muy contenta porque su nuevo profesor era de esa casa.  Se levantó, sonrió a la directora y se sentó en su mesa en el primer hueco que encontró. El banquete había empezado y el barullo que antes era tenue se había acrecentado.

- Diana ¿verdad? - Dijo la persona que tenía a su lado.

La chica, como si volviese a despertar, levantó la cabeza y vio a un chico un poco más mayor que él. Tenía el cabello oscuro, los ojos como el chocolate y una sonrisa de en sueño. Ella se puso inconscientemente roja y sonrió asintiendo.

Howgarts patas arribaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora