Escenarios con los personajes de Haiyuu que probablemente han pasado por tu imaginación.
Los personajes pertenecen a Haruichi Furudate.
Excepto algunos extra que agregare a las historias.
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Los días transcurrían tranquilamente para algunos estudiantes excepto para nuestra pequeña carnada de voley de primer año de preparatoria.
Toda la semana nuestro pequeño Shoyo estaba pensando en cómo podía declararle sus sentimientos a nuestra linda protagonista Suzuki ___, de la cual llevaba enamorado desde segundo grado de escuela media. Cada día se le notaba más despistado gracias a los pensamientos cómo "y si le gusta alguien más" "y si ese alguien es más alto" "y si ese alguien es más guapo". El "y si" no dejaba de rondar por la cabeza de nuestra pequeña mandarina.
-Hey ¡Hinata boke! pon atención al balón. -gritó Kageyama desesperado al ver como el pelinaranja fallaba por décima vez una colocación-
-Lo siento. -respondió cabizbajo sin ningún reclamo al ojiazul-
-¿Crees que algo le pase a Shoyo? -preguntó en un susurro Nishinoya a Tanaka preocupado por su kohai-
-Probablemente. -Tanaka pensó por un segundo- preguntemosle.
Una voz muy conocida sacó de sus pensamientos a Tanaka, Nishinoya y sobre todo a Hinata.
-Yohoo Hinata-kun. -saludó alegremente ___-
-Suzuki-chan hey. -respondió Hinata algo nervioso lo que notaron Noya y Tanaka-
-He venido a dejarte algunos apuntes que me dio el profesor de mates para que puedas reponer la materia. -habló ___ acercandose a donde entrenaban-
-De nuevo reprobarás eh Hinata. -se burló Tsukishima-
-Mu-muchas gracias Suzuki-chan. -el pequeño quedaba totalmente tonto ante su amiga, tanto que ni siquiera respondió a la burla del rubio como en veces anteriores, esto extraño más al par de segundo-
Noya y Tanaka se miraron cómplices sabiendo lo que ocurría y planeaban esperar el entrenamiento para hablar con su kohai.
-Bueno me retiro Hinata-kun, hasta luego Tsukishima-kun. -se despidió de ellos con una sonrisa y de los demás con un ligero movimiento de manos-
❀
Acababan de terminar el entrenamiento y Hinata estaba apunto de irse a su casa si no fuera porque Noya y Tanaka lo alcanzaron corriendo.
-¡Shoyo!-se escuchó el grito del libero-
-Vaya que te alcanzamos. -Tanaka jadeaba gracias al cansancio-
-¿Ocurre algo? -preguntó Shoyo confundido-
-Eso es lo que te tenemos que preguntar a tí. -habló el rapado-
