Escenarios con los personajes de Haiyuu que probablemente han pasado por tu imaginación.
Los personajes pertenecen a Haruichi Furudate.
Excepto algunos extra que agregare a las historias.
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Había pasado un mes desde el distanciamiento de Suzuki hacia Suga, realmente no era algo que estuviera haciendo conscientemente, a veces, ni si quiera se daba cuenta que había olvidado un poco a su mejor amigo, pero ¿Qué más da? ¿el no había hecho lo mismo con ella y su novia?
Y bueno, por otro lado tenemos a el peli gris, confundido, enojado, triste y celoso. Pero no podía descifrar el porqué de lo último. Simplemente pensaba que se sentía aplazado de la fémina por la presencia de su amigo, Asahi, y es que eso era lo peor, que era su amigo, y no quería sentirse mal para con él, pensando cosas equivocadas.
El tiempo que pasaba con su mejor amiga se había reducido, de golpe, Sugawara nunca fue una persona celosa, mucho menos egoísta, eso no iba con él. Pero el parecer con el distanciamiento de su amiga se había dado cuenta de lo que quizá el mismo había provocado.
Vio a Suzuki cerca del club y quiso ir a hablarle pero, de nuevo estaba hablando con Asahi, más tarde lo intentaría pensó. Las cosas con su novia, últimamente no iban demasiado bien, y quería hablarle sobre eso, quería pedirle algún consejo, o simplemente apoyo moral.
Cuando al final de las clases, la alcanzó a la salida, al fin libre del ace, y pudo hablarle.
— ___-chan.— le llamó corriendo hacia ella.
— Oh Koushi, ¿pasa algo? — preguntó confusa.
— Ven esta tarde a mi casa, por favor.— pidió que ahora le dijera al fin que sí.
— Oh, supongo que no tengo nada que hacer, está bien.— respondió mientras se daba media vuelta.
Ahora, no parecían los mejores amigos que toda la vida habían sido, se asemejaban a completos desconocidos entablando una conversación.
Las seis de la tarde eran, cuando el timbre de la casa del peli gris sonó anunciando que Suzuki había llegado.
— Hola ___.— saludó el chico invitándola a pasar.
— Con permiso.— dijo entrando, dejando en uno de los sofás su bolsa.
— Vamos arriba para ver películas, Suzu.— la condujo a su habitación, ya bastante conocida para la castaña.