Pt. 34

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Vivir en esta sociedad no es fácil... vivir en este mundo no es fácil. Pero hijo, no puedes dejarte derrotar tan fácilmente. Lo que suceda, por tan malo que sea, te debe de hacer más fuerte. Esta en ti sobrellevar los baches en tu camino, y se que no eres débil, nosotros no criamos a niños débiles. Jimin, cariño... no eres el único que esta sufriendo, él también lo esta. Y sabes, el dolor reducirá su ustedes están ahí para el otro. Los sentimientos funciona mejor de a dos.

Jimin había escuchado atentamente cada palabra que su madre le había dicho, pronto algo le dolió mucho más. Yoongi... él, lo único que había hecho él fue defenderlo de esa persona. Lo único que había hecho Yoongi era amarlo demasiado.

Las lágrimas brotaron nuevamente, ¿qué estaba haciendo? Su corazón se estrujó una vez más, doliendo como nunca antes. Lo necesitaba. Necesitaba tanto de Yoongi, de su alfa, de su amor. Quería ser abrazado con cariño. Quería volver a sentir las manos de su alfa ondear suavemente por su cuerpo. Quería besarle, lo quería tanto. Y ahora mismo.

No podía pasar un día más sin Yoongi, sin sus sonrisas cálidas y risas contagiosas; Había hecho mal, lo sabía, ahora lo sabía, y solo esperaba ser perdonado. ¿Él seria perdonado? Habían trascurrido días, para ser exactos tres días. Fue casi un eternidad, así lo sentía.

—Él debe estar odiándome...— Dijo sin querer moverse de la cama, ahora tenía miedo, lo suficiente como para no poder ponerse de pie sin caerse. —Me odia, me odia— Atrajó sus rodillas a su pecho, repitiendo una y otra vez esas dos palabras. Arrematando consigo mismo.

El sonido de su puerta abriéndose le hizo detenerse, pero ocultó sus rostro en sus rodillas, humedeciendo la zona por las lágrimas.

—Haz comido tan poco en estos días, hermano— Namjoon traía consigo un tazón de arroz, pero también una decaída y mal expresión. Él tenía algo que decirle a Jimin, pero no sabía si era buena idea o no. Dejando el tazón en la mesita de luz al lado de la cama, él tomó asiento. —Jimin, levanta cabeza Jimin...— Le llamó suavemente, no quería asustarlo nuevamente, al menos no fue echado a los gritos desgarradores como había ocurrido ayer.

—No tengo hambre...— Jimin murmuró sin elevar su cabeza. Pronto sintió un toque en sus cabellos, aquello logro que temblara un poco, pero, basta. No debía de tener miedo a este alfa, él era Namjoon, su tonto hermano sobreprotector.

Minutos después, relajándose en el silencio Jimin elevo su cabeza, su mirada de ojos rojos e hinchados dio con la mirada triste de hermano. Había algo extraño en él, no solo estaba la pena que sentía.

—Dímelo— EL ceño del omega levemente se frunció —Nam... Por favor— Poco a poco sus piernas volvían a caer contra la suavidad, Jimin estaba tratando dejar la cama.

—Primero come un poco, Jimin—

—¡No quiero!— Se puso definidamente de pie, se tambaleó y Namjoon fue rápido en detener su caída. —¿Él esta bien, verdad?— El miedo se trasformó en de las más profundas preocupaciones.

Namjoon asintió —Lo esta, pero San me llamó hace un momento y...- La mirada de su hermano no estaba ayudando mucho que digamos, —Hay un camión de mudanza en frente de la casa de Yoongi, ya comenzaron a subir algunas cosas...—

Jimin se alejó, llevó una mano a su cabeza, se vio tan mal que Namjoon temió que Jimin se desmayará ante lo escuchado. Se encontraba en una absoluta conmoción.

Agitadamente Jimin dijo —D-debo ir, ahora... necesito- Dejó su habitación con rapidez, y no se detuvo por más que escuchara a su hermano llamarle. Descalzo sus pies dieron con la helada nieve y el viento lo golpeó violentamente.

No es un BETA  ❝Yoonmin❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora