Capítulo 5

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Kim Taehyung

Me volví a levantar de la cama cuando Jungkook salió a las seis y media para llegar a tiempo a su trabajo. 

Finalmente logré que Jungkook no levantara las cosas del suelo, por lo que se fue algo molesto. 

Yo estoy más molesto aún. 

Así que en estos momentos estoy haciendo una llamada a Soobin. 

— ¡Hola jefe! ¿qué tal vas con Jungkookie?

— ¿Ahora lo llamas así?

— Sí... — casi que puedo oír la sonrisa asomar en sus labios. — ¿Ya has hablando algo con él?

— Sencillamente no quiero hablar con él. — pongo los pies sobre la mesa ratona de vidrio e inmediatamente la voz de mi madre aparece en mi cabeza, pidiéndome que no haga eso. Cuando era pequeño yo solía hacerlo a cada momento y ella siempre se enojaba, mi padre solo se reía y la tranquilizaba, pero ella no se calmaba ya que pensaba que yo me podía cortar con los vidrios si la mesa estallaba. 

Maldita mierda, cómo los extraño. 

Dejo escapar un suspiro pesado, por lo que hago preocupar a Soobin. 

— Sabes que todos aquí queremos lo mejor para ti ¿Verdad?

— Lo sé, Soobin, pero me molesta tener que mantener una conexión con un chico extraño que solo quiere ayudarme sin pretexto alguno. 

— Es su deber y tu deber es hacerle caso, sin ofender, jefe... pero me preocupas. ¿esta semana tomaste tus antidepresivos tal como te dijo el médico?

— Sí, los llevo a todas partes. ¿al menos te podrías conformar con eso? De verdad no quiero a este chico en casa, ni en la oficina ni en mi vida. ¿No puedes decirle que se retire y ya?

Al otro lado de la línea se escucha una respiración tranquila, tal como Soobin es. 

—No, lo siento, Taehyung. — es la primera vez que me tutea en mucho tiempo. 

Luego es él quien cuelga la llamada, dejándome con la boca abierta. 

Suspiro y lanzo el celular al otro lado del sillón. Observo de reojo mi cocina y solo puedo ver la cantidad de platos sucios y trapos de piso embarrados de mugre. 

Me vida ha sido un completo desastre desde que mis padres murieron. Apenas y me tomo la molestia de darme un ducha todas las mañanas. Sin dudas si yo fuera un ermitaño que no sale nunca de su casa, ni siquiera me bañaría. Pero como tengo que ir al trabajo todos los días (agradezco que los fines de semana me los tomo libres) debo asearme correctamente. 

Los antidepresivos no ayudan en nada, solo sirven para que mi estómago esté peor que nunca, con una mala acidez y cero apetito.  

Todo me harta. Ni un milagro podrá sacarme del pozo en el que me he metido. 

Estoy tan hundido en una fosa que ni siquiera me interesa salir de allí. No me servirá de nada. 

Quizás deba tomar antidepresivos toda la vida, y si es así, me da igual por mi. 

Still on You. Taekook ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora