Esta es la historia de un CEO joven en una empresa heredada por sus padres quienes fallecieron en un accidente de tren. Uno de los trabajadores de la empresa le trae un asistente de sorpresa para alegrarlo un poco y que Taehyung pudiera recuperar la...
Quien diría que me sentiría tan bien teniendo a Jungkook al lado...
Si me hubieran dicho que Jungkook sería quien me ayudaría realmente a estar mejor emocionalmente, no me hubiera molestado en pensar que era un payaso sacado de un circo.
Ahora no puedo siquiera pensar en cómo estaría mi vida sin él.
¿Que estaría haciendo yo hoy en vez de abrazarlo y mimarlo?
Posiblemente si Jungkook no hubiera aparecido por arte de Soobin y la bendita página web para ayudar personas, yo ya no estaría aquí.
Y eso es gracias a Kookie. Porque con sus sonrisas ilumina mi vida y eso es más que suficiente. Por más que él esté dormido o que este cocinando, solo me basta con que esté en mi vida para mejorar.
Si mis padres no hubieran fallecido en el accidente, yo jamás lo hubiera conocido... Ahora no puedo evitar preguntarme qué tan diferentes serían las cosas si yo tuviera mi antigua vida.
Pero sin él...
Se siente raro pensar así. ¿Una vida sin Jungkook?
— ¡Taehyung se quemaron los fideos!
Bueno, una vida sin Jungkook implica tener una cocina fuera de riesgo.
—¡Ya voy, amor! — grito desde la habitación mientras me levanto de la cama a toda prisa. Cuando llego a la cocina, está saliendo humo de la olla.
— Fue culpa de yeontan, me distrajo.
— Eres tú el que no sabe cocinar, no culpes al perro. — digo sin poder evitar reírme. — ya, será mejor que cocine algo yo.
— Esto sucede porque no quieres levantarte de la cama. — comenta mientras deja la olla en el lavabo. — en fin, ¿Sabes? No tengo mucho hambre.
— Creo que el olor a quemado te ha quitado el apetito. — me acerco a él para abrazarlo y besarlo en las mejillas. Mi adorable bebé que me quema la cocina a cada rato, pero no importa, es mi bebu.
—¿Quieres ir a cenar afuera? Lamento estar quemando tu cocina todo el tiempo... ¿Crees que debería tomar clases de cocina?
— Creo que sería adecuado. ¿Donde te gustaría ir a cenar?
— En el centro hay un restaurante de comida mexicana, es muy bueno.
Hago una mueca de tan solo pensar en ese tipo de comida. No puedo soportar nada picante.
— No me gusta ese tipo de comida... Pero... Si tú quieres comer algo de ahí, está bien.
— ¿No te gusta la comida picante?
Jungkook parece algo asombrado, lo cual lo hace ver adorable. Ambos nos vestimos de forma casual y salimos de casa al auto. Yo cargo con mi tarjeta de crédito, ya que vamos al centro en estos días, a la noche, los locales permanecen abiertos porque hay mas ventas, estamos cerca de navidad y me gustaría ver algo de decoración.
— Tampoco me gusta el café — le comento mientras conduzco el auto.
— ¿Estás loco? ¿Cómo que no te gusta el café? ¿Ni siquiera con mucha leche?
Le niego con la cabeza.
— Oye Jungkook, ¿Sabes? No tengo idea cuando es tu cumpleaños. — digo para cambiar de tema, ya casi llegamos al centro.
— El primero de septiembre, ya pasó...
Hago un pucherito. No pude regalarle nada, porque para ese momento ni siquiera lo conocía.
— ¿El tuyo es en unos días verdad?
— Sip... Aunque no tengo ganas de hacer ningún festejo.
— Comprendo, supongo que no es muy adecuando después de todo.
— Prefiero estar contigo en casa. Cenando y pasando tiempo juntos.
No sé porque tengo ganas de decirle que quiero compartir mi vida con él. ¿Quizás estoy siendo muy tonto? ¿Es posible que mi corazón me grite que lo amo más que a nada?
Quiero decirle, pero tengo miedo.
Te amo, Jungkook, maldita sea, cuánto te amo.
Lo observo de reojo y lo veo mirar por la ventana. Sus ojos de galaxia relucen admirando la decoración de navidad que hay por aquí. No me había dado cuenta antes, pero Jungkook trae consigo su mochila negra y parece cargar algo dentro.
— ¿Que trajiste ahí? — pregunto aparcando el coche en un estacionamiento. Salimos y pago por unas tres horas.
Cuando salimos del estacionamiento puedo ver que a Kookie le brillan los ojos y las mejillas se le colorean de rojo.
— Algo especial... — susurra mientras cruzamos un pequeño puente que nos lleva hacia la mitad del centro. Apenas cruzamos veo las letras verdes neon de un restaurante de comida mexicana. Debería prepararme mentalmente para comer algo picante... Nunca he probado los tacos ¿Será que pican tanto?
— ¿Algo especial? — cuestiono con voz juguetona.
Jungkook para antes de llegar al restaurante, justo en una esquina en dónde no pasa nadie.
Me extiende la bolsa de regalo con una mano temblorosa y muy ruborizado.
Oh... Con que era para mí.
Acepto el regalo y lo desenvuelvo, encontrándome con...
Un álbum de fotos hecho a mano por él. En la portada hay algunas fotos nuestras y al abrirlo hay otras más. Hay mías en solitario (al parecer en varias me las ha tomado por sorpresa) y hay otras de él que yo tomé el otro día.
Cada vez que cambian las fotos, hay frases bonitas y momentos que pasamos juntos, escritos por él con la mejor letra que habré visto jamás.
El corazón se me llena de orgullo y amor por él. Jungkook sin dudas es él mejor, el número uno para mí.
Levanto la vista para mirarlo y veo que se está mordiendo las uñas con temor. Sigue mas rojo que antes.
En su mano trae los dos anillos que le regalé ayer. Brillan bajo la luz de la luna y hacen juego con su buzo blanco.
Guardo el regalo nuevamente y me acerco para rodearlo de la cintura. Sus manos van a mi cuello pero luego se deslizan por mi brazo hasta tomarme de ambas manos y mirarme de frente. El corazón me late a mil por segundo al verle los ojos, llenos de esperanzas.
Y justo cuando tomo la iniciativa y la valentía para abrir la boca y decirle que lo amo más que a nada, él dice algo antes que me toma por sorpresa.
— Quiero que seas mi pareja, Taehyung.
Y Jungkook desliza uno de los anillos de pareja que le regalé, sobre el dedo de bodas, así le llamo yo, ¡Tan cursi, pero me encanta!
— Si, acepto, mi rey.
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AHHHHHHH LOS AMO 😳😳😳😳
La mano de Jungkook en la cadera de Tae... yo 😨🔥💟✨
Imaginenlos abrazados todo el día así, LPM me morí bien morida.
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