Capítulo 4

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Kim Taehyung

Unos minutos antes de bajar del auto, Jungkook se quitó los auriculares, por lo que mi momento de paz y armonía había terminado más pronto de lo que creía. 

Cuando aparqué a una cuadra de mi casa, él dijo sus primeras palabras luego de estar media hora en silencio. 

— Entro a trabajar a las siete, si no te molesta debo dejarte solo durante cuatro horas. 

Apago el motor del auto y quito las llaves mientras que las hago girar en mi dedo índice, con impaciencia. 

— No esperarás que te espere despierto ¿o sí? — pregunto de mala gana. ¿Acaso el "asistente" de mi queridisimo Soobin va a costarme mis horas de sueño también? ¿Quién se cree?

— Oh... ¿duermes antes de las once? 

— Yo entro a trabajar temprano ¿qué esperabas? — abro la puerta del auto y salgo a toda prisa, finalmente el chico payaso me sigue dando saltitos alegres hasta dar con la puerta de mi casa. Antes de poner la llave lo observo de pies a cabeza, nada en él me indica que se trate de un asesino serial o un secuestrador. 

Es solo un simple chico. ¿Dijo que repartía pizza?

— Te dejaré entrar a casa si me traes una pizza. 

— ¡Es un trato! — exclama alegre con una sonrisa que le ilumina la cara. ¡Qué patético! ¿Cómo espera Soobin que yo me familiarice con una persona así? Está loco de remate. 

Suspiro antes de abrir la puerta de mi hogar. ¿por qué rayos esa página web no puede costear los gastos de éstas personas?

Sin fin de lucro, mis huevos. 

— Oh, Dios... — Jungkook se queda mudo y estupefacto al ver el living de mi casa. Lo quito de en medio y cierro la puerta detrás de él. — Taehyung... no es mi deber juzgar, porque sé que estás pasando por algo difícil... ¿pero y todo este desorden? ¡tenemos que limpiar y verás cómo tu vida mejora!

— Oye, chico. — lo freno colocando una mano en su pecho antes de que comience a tomar las cosas que están por el piso — no tienes permiso para tocar mis cosa, ¿okey?

— No, Taehyung. Aquí hay que limpiar. 

— No tengo animos de limpiar. — contesto dirigiéndome hacia mi habitación. — ¿eres un asistente, verdad? pues entonces obedece a lo que te digo. No toques nada, no me hables, dejame tranquilo. Ponte la televisión o Netflix si quieres, pero déjame en paz. 

— Te he dicho que no estoy aquí para dejarte solo. 

— No estás respetando mis decisiones en absoluto — me apoyo contra la pared, con los brazos cruzados, Jungkook se me acerca con paso firme y decidido. Los ojos le brillan  y la sonrisa transmite alegría, una alegría que yo no tengo y ni quiera deseo molestarme en recuperar. 

¿De que sirve sonreir, si al final siempre te lastiman?

— Nuestro primer paso será quitar las cosas del suelo. Ven, podremos hablar mientras tanto. 

Me suelto de su agarre con brusquedad, Jungkook se me queda viendo congelado, aún así no pierde su media sonrisa. 

— Mi casa se va a mantener así. No me discutas... — hago silencio para verlo de pies a cabeza, luego vuelvo a hablar — ¿por que no llamas a Soobin y le cancelas este trato absurdo que han hecho? No te va a servir de nada estar conmigo aquí. 

Jungkook niega enérgicamente con la cabeza. Me toma de los brazos y los descruza hasta que sus manos quedan apoyadas sobre las mías. Qué ridículo. 

— Hay que sentarnos y hablar. 

— No quiero hablar. 

Jungkook pone los ojos en blanco y deja escapar un risita tonta. 

De pronto me sorprende con la confianza con la cual me guía hasta mi propio sillón. Me veo obligado a sentarme a su lado, a la fuerza. 

— ¿sabes, Hyung? No es recomendable estar solo mientras te encuentras en etapa de duelo. Los profesionales recomiendan tener un círculo de amigos u otros familiares con los cuales rodearte para recibir afecto y, por consecuencia, que no te sientas tan... desmoronado ¡esa es la palabra correcta!

Suelto una risa seca, falsa. 

Lo miro a los ojos con intensidad. 

— Mis amigos están en la otra punta del mundo, chico. No tengo otra familia. Estoy solo ¡entiendelo! ¿acaso hablamos en dos idiomas diferentes? por que no veo la razón por la cual no me haces caso a lo que digo. Estoy solo y así prefiero quedarme. 

—Esto es un avance, TaeTae. 

— ¡Deja de llamarme así! es muy incómodo. Apenas te conozco de hace horas. ¿como puedes tu confiar en alguien desconocido! ¡Aigo! ¿Qué tal si yo resulto ser un psicópata secuestrador de niños o un asesino serial o un francotirador encubierto? 

Jungkook se alza de hombros y observa la cantidad de ropa, cacerolas, basura y pelos de perro que hay tirados por todos lados. Una mueca desaprobatoria se forma en su casa y su ceño se frunce. Parece que no soporta el desorden. Yo antes tampoco lo soportaba, ahora me da igual. Mi vida me da igual... todo. 

— No eres nada de eso y no intentes convencerme de lo contrario. Solo eres un joven adulto sumido en la tristeza y quizás enfado. Muy en el fondo no quieres estar solo, aún así te niegas a recibir ayuda y puedo comprenderlo; es una etapa del duelo. Pero yo voy a ayudarte y haré todo lo que esté a mi alcance, porque de lo contrario no puedo sentirme útil. Quiero ayudar a todas las personas que pueda, por eso me ofrecí como voluntario en esa página web, mientras tanto tengo un trabajo de medio tiempo. 

— Ni siquiera ganas dinero con la página web... ¿cual es el chiste? trabajas y ayudas a las personas para no ganar nada. 

Jungkook gira su cabeza hacia mí y luego sin previo aviso la apoya sobre mi hombro. El estómago se me revuelve. 

— Yo gano felicidad. Saber que logré que alguien se ame a si mismo y que aprendan a convivir con el entorno que los rodea, ese es el verdadero premio, Taehyung. 

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No olviden votar y sobre todo comentar, eso a mí me motiva para seguir escribiendo, amorcitos. ¡Gracias por leer!

Still on You. Taekook ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora