22. Botellita

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— ¡¿Porque me odias mamá?! —Grito al pie de la escalera; estoy al borde de las lágrimas, no soporto ni un minuto más los tratos de mi madre ni de mi hermano, una madre no debe tratar así a su propia hija, se supone que las madres deben de ser cariñosas, prepararte el desayuno, preguntarte como fue tu día, cepillarte el cabello cuando tu no quieres hacerlo. Mi madre es todo lo opuesto a eso, es un polo opuesto.

— ¡Tú mataste a Samantha! ¡A mi preciosa hija! ¡Por tu culpa esta muerta! ¡Por tu incompetencia! —Me grita de respuesta.

— Yo no mate a Samy, ¡MENTIROSA! —Me abofetea. Una lágrima cae por mi mejilla seguido de miles de ellas.

— Todo es tu culpa"

Me despierto sudando, mi cabello esta pegado a mi cuello debido al sudor, me giro en la cama y veo a un Luke completamente dormido con los labios entre abiertos, me levanto y voy al baño de la habitación.

— Fue solo un sueño Charlotte —Me digo a mi misma conteniendo las lágrimas— Un mal recuerdo del pasado.

Me siento en el sanitario y subo mis piernas, escondo mi rostro entre ellas y me dejo llevar, se que estoy llorando como un bebé, recordando todo lo que mi madre me decía cada vez que llegaba borracha a casa cuando mi padre esta en viajes de negocios, recuerdo los golpes de Andrew.

¿Como puedo soportar todo eso?

Pongo mis manos en mi cara cuando noto que no puedo controlar las lágrimas, ni siquiera puedo controlar el sonido de quedijo que mis labios emiten involuntariamente.

— Para de llorar —Me digo— Para de llorar —Mis dientes castañean.— No importa lo que ellos digan, no importa quien lo diga, importa si tu lo crees Charlotte.

El problema es que a veces lo creo.

Yo mate a Samantha.

No sé cuánto tiempo me quedé en el baño, quería estar lejos de Luke, de mis amigos, solo estar yo. No puedo salir del baño ni tampoco de la habitación, se que aún hay mucha gente en la casa y en realidad no quiero encontrarme con nadie. Siempre odio está parte de mi, está parte tan débil, odio que siempre pase cerca de mi cumpleaños, o que tenga crisis el mismo día. Pero es difícil no dejarse llevar cuando los recuerdos te atrapan o en mi caso, te atormentan.

No sé cuánto tiempo estuve llorando escondida en el baño, pero muy tarde descubrí a Luke de pie en el umbral de la puerta, escuchando me cada cosa que pensaba en voz alta, confesando los golpes de Andrew, que no me dolía eso sí no que fuera mi propio hermano y lo peor de todo, escuchando me decir que yo mate a Samantha.

— Charlotte, mírame —Luke toma mi mano jalandome para envolverme en un abrazo, sus brazos me hacen sentir pequeña— Llevas mucho tiempo llorando. Por favor, para de hacerlo. Ya basta pequeña, respira y deja de pensar en eso.

— Es verdad, lo siento, se supone que no debes verme llorar, se supone que no tengo que llorar.

— Llorar esta bien Charlotte, todo el mundo lo hace. Es natural.

— No le digas a nadie lo que escuchaste Luke, por favor —Murmuro enterrando mi rostro en su cuello.

— ¿Puedes contarme? —Pregunta tímido, algo nuevo para mi.

— Murió de un paro cardíaco, Andrew, Samantha y yo jugábamos con una pelota en el parque y ella simplemente dejo de respirar, Andrew fue a buscar ayuda pero cuando el volvió sus pulmones se habían contraído y su corazón había dejado de funcionar. Fue horrible, ver su cuerpo pálido allí en el piso, pero creo que lo mas terrorífico fue que era también mi rostro el que estaba allí, cuando Samy murió también lo hizo una parte de todos en mi casa.

Polos opuestos (L.H) TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora