CAPITULO 232 LOBA DESATADA (Parte 1)

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PERSPECTIVA: Tercera Persona


—"Dolor..."


Llevo sus manos a su pecho, una dolencia de grandes proporciones se manifestó en la zona del cuerpo al nivel del corazón, haciendo que la propia Lupian cayera rendida ante este dolor al ponerse de rodillas.


—"¿Por qué me duele tanto?"...


La loba se percató de encontrarse en un lugar completamente diferente, un mar gris se extendía a su alrededor, pese a estar sobre un mar de un agua anómala, podía flotar sobre esta como si fuera una capa sólida. De un despejado cielo azul se alzaba a la vista una luna amarillenta, cual de repente empezó a emitir latidos sobrenaturales como un corazón.


La atmosfera pronto cambia, el cielo se tiñe de oscuridad, la luna se envuelve en profundo color gris, los latidos se hacían más fuerte, llegando a repercutir en la cabeza de la semihumana.


—El dolor... desaparece... me siento... bien...


Extiende su vista al frente para observar una figura familiar, un joven de camisa gris con mangas cortas semejante a un chaleco oscuro, con un pantalón largo, un cinturón de cuero equipado con numerosos bolsillos y un AK-47 en manos.


—¡ROZ!... -Identifico a aquella figura.


Rozuel caminaba por aquel mar gris alejándose de la semihumana, la loba le hablo, pero él no le respondía en absoluto y seguía caminando, Riha se puso de pie para seguirle, cuando parecía que estaba por alcanzarle, la figura de Roz se alejaba aún más.


—Roz... espérame por favor...


Sus intentos por alcanzarle, sin importar cuan rápido corriera no lo conseguía, aquella figura de Rozuel seguía caminando, ignorando su voz e inalcanzable para la semihumana. Sonidos de latidos aún más fuertes procedieron a una corta distancia de ella, volteo para encontrarse con una canica gigante que emitía el mismo sonido de un corazón.


Aquel objeto de anormal comportamiento le recordaba a las pequeñas canicas que Rozuel utilizaba para comprimir sus armas y equipamientos, ¿pero qué hacia uno de vasto tamaño y porque ese palpitar como si fuera un corazón?. Aquello hipnotizo a la Lupian, se acercó a este hasta tocarlo con la palma de su mano derecha.


La luna gris empezó a chorrear un líquido de un aspecto semejante a la sangre pero siendo del mismo color del astro, pronto del oscuro cielo empezó a nevar, pero no era nieve lo que caía, sino copos hecho de metal, eran tan livianos que descendían del cielo como la propia nieve y se perdían en el océano gris. Sobre la canica gigante se emitió un aura que salió disparada hacia el cielo como la erupción de un volcán.


—Ya no hay dolor... solo satisfacción...


Los ojos de la Lupian se habían teñido de un profundo amarillo y venas grises sobresalían de su cuerpo, en especial sobre su rostro del cual exponía una faceta de regocijo.


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Metalord Revolution [Capitulo 201 en adelante]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora